domingo, 7 de febrero de 2016

Algo más sobre Miguel de Cervantes





ALGO MÁS SOBRE MIGUEL DE CERVANTES

     En 1521 Cervantes perdió su mano izquierda a la edad de 24 años en la famosa batalla de Lepanto luchando contra los turcos y sin embargo nunca recibió ayuda ni promoción alguna por parte del rey Felipe II.  Como lo vivieran Rinconete y Cortadillo, personajes de una de las doce narraciones incluida en sus “Novelas ejemplares”, o como Guzmán de Alfarache, o el Pablo de El Buscón, todos ellos personajes de la literatura picaresca, el mismo Miguel de Cervantes quizás parodiando su situación personal habría de escribir en boca de sus dos pícaros.  “...tan tullido estoy yo de resultas de una refriega de taberna como los que fueron heridos en Lepanto. El elitismo de los héroes, es intolerable”. Este es el humor negro de se percibe en El Quijote, el que le hizo decir una vez a Unamuno que el libro no era humorístico sino tristísimo, es quizás el mismo humor de Goya, de Valle Inclán o el de Eca de Queiroz, es quizás un amargo sabor degustado al recordar como los españoles supieron del Nobel de don Santiago Ramón y Cajal y de Severo Ochoa porque se los comunicaron desde Suecia, y quizás puede ser también el patetismo que nos aprieta el corazón cuando leemos la historia de nuestro sabio, el doctor Humberto Fernández Morán.

     No obstante, con el correr de los años, después de participar en un duelo y de haber sido enviado al exilio, Miguel de Cervantes el joven héroe de Lepanto, se volverá a alistar en el ejército conjunto hispano italiano bajo las órdenes del hermano bastardo de Felipe II, don Juan de Austria, para luchar contra el Imperio Otomano. Tras participar de nuevo en varios combates y batallas navales, cayó prisionero de los turcos. Cervantes permanecería en Argel, preso durante cinco años, desde la edad de 28 hasta los 33 años, viviendo como esclavo sin lograr que el rey Felipe aceptase pagar por su libertad. En 1580 a través de un monje amigo de su familia, finalmente pudo ser rescatado. En 1582 veremos a Miguel luego de su prolongado cautiverio, volver a su ciudad natal, Madrid, muy decepcionado. Sus intentos por lograr algún oficio en América fallarán al negarle esa opción el Consejo de Indias, el 21 de mayo del año 1590, cuando había solicitado ante la contaduría del nuevo Reino de Granada, varias posibles opciones para viajar al Nuevo Mundo: la gobernación de Soconusco en Guatemala, ser contador de las galeras en Cartagena de Indias, o ser Corregidor de la ciudad de La Paz. Estas propuestas las hizo Cervantes a través de su hermana Magdalena y el Consejo de Indias presto le había respondido “…busque por acá en que se haga merced”.  En 1584, Miguel de Cervantes conoce a la joven Catalina de Salazar con quien se casará y ese año nacerá su única hija Isabel de Saavedra. Vivirán en Toledo durante unos 3 años cuando y luego de varios viajes a Madrid, se marchará solo a Sevilla para desempeñarse como comisario de suministros de La Armada Invencible. Ya desde el mes de enero de 1588 se establecerá en Sevilla y viajará por Andalucía recogiendo productos como comisario de abastos de los barcos reales. En 1594, pasará a ser recaudador de impuestos atrasados, encargado de ir casa por casa recaudando dineros que estaban destinados en gran parte a cubrir las guerras de España. En 1597 tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación dará con sus huesos en la Cárcel Real de Sevilla.

     Su majestad imperial don Felipe II después de agotar los recursos de su imperio en la aventura de La Armada Invencible devastada por los ingleses y las galernas, fallecerá en 1598 dejando una España empobrecida, dominada por los clérigos, muy probablemente desmoralizada en su fuero interno, desde la aventura de los reyes católicos un siglo atrás al haber expulsado a los judíos y los musulmanes de su territorio. Este era el país que estaba viviendo Miguel de Cervantes, quien para ese entonces estaba en la ruina, sin poder obtener  ninguna ayuda, cuando ya luchaba por afianzarse como dramaturgo. En su desesperación, convertido en recaudador de impuestos, terminaría encarcelado y acusado de desfalco. Mucho se ha hablado de que las grandes novelas poseen en gran medida un carácter autobiográfico. Pareciera un diario íntimo de Proust “A la búsqueda del tiempo perdido”, en el “Ulyses” se perciben destiladas la infancia y juventud de Joyce, el don Juan de “Fortunata y Jacinta” de Galdós es sin duda un reflejo de sí mismo. ¿Qué decir de “Lord Jim” de Conrad o de “Moby Dick” de Melville?… En El Quijote, no puede dudar nadie que hay mucho de la azarosa vida de Miguel de Cervantes.

     Será en la cárcel donde Miguel de Cervantes comenzará a escribir El Quijote hasta concluirlo en 1604 y lograría publicarlo con un editor que lo estafaría y no le pagaría sus derechos. Todas estas situaciones, a pesar del  éxito de su famosa novela fueron insuficientes para que el autor y su familia pudiesen vivir de los ingresos recaudados por su obra. Cuando en 1614 apareció una segunda parte, apócrifa, Cervantes se vio conminado a acelerar la publicación del final de El Quijote que se dio en 1615 en Madrid. Miguel de Cervantes moriría el año 1616, el mismo año que falleció en Inglaterra William Shakespeare.

Escrito para lapesteloca.blogspot en Maracaibo,
a los 6 días del mes de febrero del año 2016

1 comentario:

Miguel Reyes-Múgica, M.D. dijo...

Felicidades, Jorge. Tu erudición nos educa a todos los que con gusto te leemos.
Un abrazo,
Miguel Reyes-Múgica