lunes, 8 de febrero de 2016

Microcefalia de ZIKA y necrosis cerebral de EEV: se parecen?




LA MICROCEFALIA DEL ZIKA Y LA NECROSIS CEREBRAL POR EEV:
¿TIENEN ALGO EN COMÚN?

    Comenzando la década de los años 70 iniciamos nuestros trabajos de investigación con la intención de buscar un modelo experimental que reprodujese lo que con preocupación habíamos visto en el hospital Universitario de Maracaibo(HUM) el año mismo de nuestra graduación como médico-cirujano de la Universidad del Zulia(LUZ): 1963. Las madres guajiras que habían padecido de encefalitis equina venezolana en la epidemia del 62 y de ese mismo año 63, tenían hijos mortinatos o nacían vivos y fallecían mostrando necrosis cerebral masiva, como lo describiera el Dr. Franz Wenger, jefe del Servicio de Patología en la Revista de LUZ,  Investigación Clínica 21: 13-31, 1967. Con las Dras Ryder en el Instituto de Investigación Clínica y la colaboración de Luis Carbonell y Gernot Bergold del IVIC, publicamos varios trabajos sobre la ultraestructura del virus de la EEV. (Acid Phosphatase activity in mouse brain infected with Venezuelan equine encephalomielitis virus. J Virology 8: 232-241, 1971; Venezuelan equine encephalomyelitis virus in the heart of  newborn mice. Arch Pathol (USA) 96: 294-297, 1973; García Tamayo J, Ryder S, Ryder E. Venezuelan equine encephalomyelitis virus: structural components. Invest Clin (Ven) 15: 56-61, 1974).

    Trabajamos con ratones recién nacidos y entendimos que la cepa Guajira era letal para los animales de experimentación; conejos, cobayos, y ratas morían pocos días después de ser inoculados. Con la colaboración de José Esparza quien dirigía Virología en el IVIC y de Gabriel Carreño un estudiante de postgrado logramos que algunas ratas Sprague Dawley(SD) sobrevivieran a la inoculación viral. Carreño se hizo cargo de una verdadera unidad de cuidados intensivos para ratas y el SNC de los animales fue examinado histológica y ultraestructuralmente un mes después de haber sufrido la encefalitis. Estas lesiones cerebrales en las ratas sobrevivientes fueron publicadas en una revista inglesa, así como otros trabajos sobre el mismo tema, como fue investigar en el tejido linfoide los cambios del sistema inmune o mirar la reactivación de toxoplasmosis en algunas ratas provocada por la inoculación de EEV. (García Tamayo J, Esparza J. Importancia de la respuesta celular en el fenómeno encefalítico inducido por el virus de la EEV. Patología (Mex) 4: 215-225, 1978; García Tamayo J, Carreño G, Esparza J. Central Nervous System alterationes as sequelae of Venezuelan equine encephalomyelitis virus infection in the rat. J Pathology (GrBr) 28: 87-91, 1979; García Tamayo J. Encefalitis equina venezolana experimental. Estudio histológico, histoquímico y ultraestructural. Invest Clin (Ven) 21: 227-371,1980; García Tamayo J, Esparza J. Reactivación de la toxoplasmosis cerebral inducida en ratas por el virus de la encefalitis equina venezolana.  Rev Fund José M. Vargas 13: 3-7, 1980).

    Habíamos llegado a un punto donde sabíamos que el modelo experimental para nuestros propósitos podía ser la rata (SD) y entramos a la tarea de examinar citológicamente su ciclo menstrual y de cómo lograr el apareamiento y poder calcular la edad de los fetos en las 3 semanas de gestación. Examinar las crías, peso y talla, en fin, estos trabajos nos llevaron a interactuar con grupos de jovencitas entusiastas quienes hicieron sus tesis de bachillerato y desarrollaron con nosotros varios trabajos colaterales, el más sofisticado de ellos seguramente fue uno intitulado “Efecto del etanol in útero sobre el desarrollo pondo estatural y de la ultraestructura del cerebelo en las ratas”. Paralelamente fuimos conociendo las diversas etapas histológicas de la embriogénesis y el desarrollo de los fetos de las ratas en las 3 semanas hasta el nacimiento. Llegó entonces el momento de inocular las madres con la cepa Guajira y tuvimos nuevamente que recurrir a la Virología del IVIC. Los resultados están en diversas publicaciones que complementamos usando la cepa TC83 que se usa como vacuna y no es letal y mostrando los cambios histopatológicos en las ratas SD.

    El modelo experimental lo presentamos y fue aceptado y publicado en 1981 en la Revista Boletin de Patología Comparada de Instituto de Las Fuerzas Armadas de EUA.( García Tamayo J, Esparza J, Martinez AJ. Venezuelan equine encephalitis. Animal model of human disease. Comp Pathol Bull. The Registry of Comp.Pathol (AFIP-USA) 13: (2): 2-5, 1981). Las evidencias histológicas, ultraestructurales e inmuhistoquímicas nos señalaron que las lesiones eran similares a las descritas en el síndrome post-rubeola, donde el papel de los vasos placentarios parecía ser determinante en la patogenia de ellas. Para nuestra sorpresa, se planteaba la controversia de si podía el virus de la Rubeola ser un Arbovirus (Is rubela an arbovirus?The Lancet 290, 1967)  ya que no era transmitido por ningún artrópodo vector. Pero Rubeola fue clasificado como un Arbovirus de la familia Togaviridae, del género Alfavirus y del grupo Rubivrius, muy similar a EEV. (García Tamayo J, Esparza J, Martinez AJ. Placental and fetal alterations due to Venezuelan equine encephalitis virus i rats. Infect & Immun (USA) 32: 813-821, 1981; García Tamayo J, de García S, Esparza J. Alteraciones iniciales inducidas en los vasos placentarios de la rata por el virus de la encefalitis equina venezolana. Invest Clin (Ven) 24: 3-15, 1983; García Tamayo J. Efecto teratogénico del virus de la encefalomielitis equina venezolana: una revisión del problema. Invest Clin (Ven) 33: 81-86, 1992; de Freites F, Garcés A, García Tamayo J.  Alteraciones fetoplacentarias inducidas en ratas por la cepa TC-(3 del virus de la Encefalitis equina Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 36, Supl 2: 475-495, 1995).

    El año, 1995, cuando publicamos los resultados del trabajo con la cepa TC83, también hicimos una revisión del problema de EEV y sus efectos teratogénicos (García Tamayo J. Desarrollo del virus de la EEV en el  tejido nervioso de ratones recién nacidos.   Ultraestructura e histoquímica.  Investigación Clinica (Ven)  36: Supl 2: 97-144, 1995). Curiosamente, ese mismo año de la publicación del Suplemento de la Revista Investigación Clínica dedicado a los estudios con EEV, se desató una epizootia y epidemia de EEV en el occidente del país con más de 10.000 personas afectadas; desde ese entonces no se han vuelto a producir epidemias de EEV en la región. En una última publicación nuestra sobre la epidemia del año 1995, enfatizábamos la importancia de la ultraestrucutura que fue utilizada para examinar el virus en los casos humanos descritos. Extraoficialmente supimos de casos de fetos con lesiones cerebrales como consecuencia de la epidemia de ese año, pero no tenemos confirmación de los mismos (Valero de Fuenmayor N; García Tamayo J; E de García S; Caleiras E; Parada D.Importancia de la Microscopía Electrónica de Transmisión en el diagnóstico de la Epidemia de Encefalitis equina Venezolana de 1995 en la Guajira Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 38: 73-82,1997).

    Toda esta historia viene a reactivarse por la epidemia que estamos viviendo con el virus Zika transmitido por Aedes Aegipty y la presencia de niños con microcefalia en Brasil y del síndrome de Guillain Barré. Todo, de nuevo, por la sencilla razón que el virus ZIKA es también un Arbovirus de la familia Falvoviridae y del género Flavivirus que con Dengue, Fiebre Amarilla, y otros virus encefalíticos menos conocidos, como de la Encefalitis japonesa, WestNile, del valle Murray, del bosque Kyasanur y de las garrapatas, son muy parecidos a Chinkungunya y a EEV.  Lo publicado vale para enfatizar por esta vía lo ya señalado por tweeter el pasado mes de diciembre; Jorge Garcia Tamayo ‏@novapath1( 27 Dec 2015 ) Se repitió -necrosis cerebral en fetos- en la epidemia del 2005 en Maracaibo, pero como que nadie se ha percatado de lo que se hace en LUZ. ‏@novapath1 ( 27 Dec 2015).  Recomendamos ir a Rev Invest Clin 38:73-83,1997 y revisar las referencias 3, 10, y de la 26 a la 30. ZIKA como Chinkungunya y EEV están aquí… ‏@novapath1 ( 27 Dec 2015) Por eso es que mi blog se denomina lapesteloca.blogspot.com, nombre de la encefalitis equina venezolana, estudiada en LUZ  (vol 36, Supl 2) 1995).

Maracaibo, 8 de febrero de 2016

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