LA MICROCEFALIA DEL ZIKA Y LA NECROSIS
CEREBRAL POR EEV:
¿TIENEN ALGO EN COMÚN?
Comenzando la década de los años 70 iniciamos nuestros trabajos de
investigación con la intención de buscar un modelo experimental que reprodujese
lo que con preocupación habíamos visto en el hospital Universitario de
Maracaibo(HUM) el año mismo de nuestra graduación como médico-cirujano de la
Universidad del Zulia(LUZ): 1963. Las madres guajiras que habían padecido de
encefalitis equina venezolana en la epidemia del 62 y de ese mismo año 63,
tenían hijos mortinatos o nacían vivos y fallecían mostrando necrosis cerebral
masiva, como lo describiera el Dr. Franz Wenger, jefe del Servicio de Patología
en la Revista de LUZ, Investigación
Clínica 21: 13-31, 1967. Con las Dras Ryder en el Instituto de Investigación
Clínica y la colaboración de Luis Carbonell y Gernot Bergold del IVIC,
publicamos varios trabajos sobre la ultraestructura del virus de la EEV. (Acid Phosphatase activity in
mouse brain infected with Venezuelan equine encephalomielitis virus. J Virology
8: 232-241, 1971; Venezuelan equine encephalomyelitis virus in the heart
of newborn mice. Arch Pathol (USA) 96: 294-297, 1973; García
Tamayo J, Ryder S, Ryder E. Venezuelan equine encephalomyelitis virus:
structural components. Invest Clin (Ven) 15: 56-61, 1974).
Trabajamos con ratones recién nacidos y entendimos que la cepa Guajira
era letal para los animales de experimentación; conejos, cobayos, y ratas
morían pocos días después de ser inoculados. Con la colaboración de José
Esparza quien dirigía Virología en el IVIC y de Gabriel Carreño un estudiante
de postgrado logramos que algunas ratas Sprague Dawley(SD) sobrevivieran a la inoculación
viral. Carreño se hizo cargo de una verdadera unidad de cuidados intensivos
para ratas y el SNC de los animales fue examinado histológica y
ultraestructuralmente un mes después de haber sufrido la encefalitis. Estas
lesiones cerebrales en las ratas sobrevivientes fueron publicadas en una
revista inglesa, así como otros trabajos sobre el mismo tema, como fue
investigar en el tejido linfoide los cambios del sistema inmune o mirar la
reactivación de toxoplasmosis en algunas ratas provocada por la inoculación de
EEV. (García Tamayo J, Esparza J. Importancia de la respuesta celular en el
fenómeno encefalítico inducido por el virus de la EEV. Patología (Mex) 4:
215-225, 1978; García Tamayo J, Carreño G, Esparza J. Central Nervous System
alterationes as sequelae of Venezuelan equine encephalomyelitis virus infection
in the rat. J Pathology (GrBr) 28: 87-91, 1979; García Tamayo J. Encefalitis
equina venezolana experimental. Estudio histológico, histoquímico y
ultraestructural. Invest Clin (Ven) 21: 227-371,1980; García Tamayo J, Esparza
J. Reactivación de la toxoplasmosis cerebral inducida en ratas por el virus de
la encefalitis equina venezolana. Rev
Fund José M. Vargas 13: 3-7, 1980).
Habíamos llegado a un punto donde sabíamos que el modelo experimental para
nuestros propósitos podía ser la rata (SD) y entramos a la tarea de examinar citológicamente
su ciclo menstrual y de cómo lograr el apareamiento y poder calcular la edad de
los fetos en las 3 semanas de gestación. Examinar las crías, peso y talla, en
fin, estos trabajos nos llevaron a interactuar con grupos de jovencitas entusiastas
quienes hicieron sus tesis de bachillerato y desarrollaron con nosotros varios trabajos
colaterales, el más sofisticado de ellos seguramente fue uno intitulado “Efecto
del etanol in útero sobre el desarrollo pondo estatural y de la ultraestructura
del cerebelo en las ratas”.
Paralelamente fuimos conociendo las diversas etapas histológicas de la
embriogénesis y el desarrollo de los fetos de las ratas en las 3 semanas hasta el
nacimiento. Llegó entonces el momento de inocular las madres con la cepa
Guajira y tuvimos nuevamente que recurrir a la Virología del IVIC. Los
resultados están en diversas publicaciones que complementamos usando la cepa
TC83 que se usa como vacuna y no es letal y mostrando los cambios
histopatológicos en las ratas SD.
El modelo experimental lo presentamos y fue aceptado y publicado en 1981 en
la Revista Boletin de Patología Comparada de Instituto de Las Fuerzas Armadas
de EUA.( García Tamayo J, Esparza J,
Martinez AJ. Venezuelan equine encephalitis. Animal model of human disease. Comp
Pathol Bull. The
Registry of Comp.Pathol (AFIP-USA) 13: (2): 2-5, 1981). Las evidencias histológicas,
ultraestructurales e inmuhistoquímicas nos señalaron que las lesiones eran
similares a las descritas en el síndrome post-rubeola, donde el papel de los
vasos placentarios parecía ser determinante en la patogenia de ellas. Para
nuestra sorpresa, se planteaba la controversia de si podía el virus de la
Rubeola ser un Arbovirus (Is rubela an arbovirus?The Lancet 290, 1967)
ya que no era transmitido por ningún
artrópodo vector. Pero Rubeola fue clasificado como un Arbovirus de la familia
Togaviridae, del género Alfavirus y del grupo Rubivrius, muy similar a EEV. (García Tamayo J, Esparza J, Martinez
AJ. Placental and fetal alterations due to Venezuelan equine encephalitis virus
i rats. Infect
& Immun (USA) 32: 813-821, 1981; García Tamayo J, de García S, Esparza J. Alteraciones iniciales
inducidas en los vasos placentarios de la rata por el virus de la encefalitis
equina venezolana. Invest Clin (Ven) 24: 3-15, 1983; García Tamayo J. Efecto
teratogénico del virus de la encefalomielitis equina venezolana: una revisión
del problema. Invest Clin (Ven) 33: 81-86, 1992; de Freites F, Garcés A, García
Tamayo J. Alteraciones fetoplacentarias
inducidas en ratas por la cepa TC-(3 del virus de la Encefalitis equina
Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 36, Supl 2: 475-495, 1995).
El año, 1995, cuando publicamos los resultados del trabajo con la cepa
TC83, también hicimos una revisión del problema de EEV y sus efectos
teratogénicos (García Tamayo J. Desarrollo del virus de la EEV en el tejido nervioso de ratones recién
nacidos. Ultraestructura e
histoquímica. Investigación Clinica
(Ven) 36: Supl 2: 97-144, 1995).
Curiosamente, ese mismo año de la publicación del Suplemento de la Revista Investigación
Clínica dedicado a los estudios con EEV, se desató una epizootia y epidemia de
EEV en el occidente del país con más de 10.000 personas afectadas; desde ese
entonces no se han vuelto a producir epidemias de EEV en la región. En una
última publicación nuestra sobre la epidemia del año 1995, enfatizábamos la
importancia de la ultraestrucutura que fue utilizada para examinar el virus en
los casos humanos descritos. Extraoficialmente supimos de casos de fetos con
lesiones cerebrales como consecuencia de la epidemia de ese año, pero no
tenemos confirmación de los mismos (Valero de Fuenmayor N; García Tamayo J; E de
García S; Caleiras E; Parada D.Importancia de la Microscopía Electrónica de
Transmisión en el diagnóstico de la Epidemia de Encefalitis equina Venezolana
de 1995 en la Guajira Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 38: 73-82,1997).
Toda esta historia viene a reactivarse por la epidemia que estamos
viviendo con el virus Zika transmitido por Aedes Aegipty y la presencia de niños
con microcefalia en Brasil y del síndrome de Guillain Barré. Todo, de nuevo,
por la sencilla razón que el virus ZIKA es también un Arbovirus de la familia Falvoviridae
y del género Flavivirus que con Dengue, Fiebre Amarilla, y otros virus
encefalíticos menos conocidos, como de la Encefalitis japonesa, WestNile, del
valle Murray, del bosque Kyasanur y de las garrapatas, son muy parecidos a
Chinkungunya y a EEV. Lo publicado vale
para enfatizar por esta vía lo ya señalado por tweeter el pasado mes de
diciembre; Jorge Garcia Tamayo
@novapath1( 27 Dec 2015 ) Se repitió -necrosis cerebral en fetos- en la
epidemia del 2005 en Maracaibo, pero como que nadie se ha percatado de lo que
se hace en LUZ. @novapath1
( 27 Dec 2015). Recomendamos ir a Rev
Invest Clin 38:73-83,1997 y revisar las referencias 3, 10, y de la 26 a la 30. ZIKA
como Chinkungunya y EEV están aquí… @novapath1 ( 27 Dec 2015) Por eso es que
mi blog se denomina lapesteloca.blogspot.com, nombre de la encefalitis equina
venezolana, estudiada en LUZ (vol 36, Supl
2) 1995).
Maracaibo, 8 de febrero
de 2016
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