La
reciente publicación en Amazon de mi libro de “historietas” o “comics” “La historia del mundo en la Edad Media”,
me lleva a conversar hoy sobre sobre un admirado famoso actor de cine que brilló
durante la Nouvelle Vague del cine
francés y quien, en
la escena cinematográfica, será siempre recordado; él tiene una curiosa
relación con el “comic”. Me refiero a Jean-Paul Belmondo, icono del cine que
encarnó al “magnífico” y más famoso agente secreto del mundo.
Belmondo
se destacó en el cine por varias décadas,
interpretando a menudo a policías y criminales en películas de acción y
suspenso. Entre sus créditos más conocidos se encuentran "Breathless"
(1960), "That Man from Rio" (1964), "Pierrot le Fou"
(1965), "Borsalino" (1970) y "The Professional"
(1981). El
conocido actor falleció el 6 de septiembre de 2021, a los 88 años de edad.
De un aspecto
poco convencional, con su nariz achatada, labios carnosos y una
privilegiada presencia física, combinado con el estilo irónico, chulesco y despreocupado del que hizo gala
durante toda su vida, convertían a Jean Paul Belmondo en un personaje perfecto para adaptar a los héroes
del cómic de los años 60 a 80 del siglo pasado. Era una especie
de caricatura viva de
referenciado fácil.
Conocido
de casi todo buen aficionado al cómic en Francia, desde que, en 1965, Jean Giraud se inspiró en
la características de la cara de Jean-Paul Belmondo para crear al
personaje del teniente Mike Blueberry. Los rasgos y el carácter
enérgico del actor, influyeron en el desarrollo de muchos personajes del cómic franco-belga, también en el manga (https://tinyurl.com/cc5z9v52) y
en varios personajes procedentes también del fumetto. Gran parte de la información sobre este curioso tópico la
obtuve de un trabajo de Francisco Javier Illescas Díaz.
Los rasgos faciales y las
demás características de la gran estrella del cine francés, atraparían la imaginación de los
grandes creadores de cómic europeo: puso a cabalgar al Teniente Blueberry, en “Fort Navajo” en 1965 siguiendo la historia de Jean-Michel Charlier, cuando comenzó a publicarse en la
revista Pilote. En 1964, Jean-Paul Belmondo interpretó
el papel protagonista en la película “El hombre de Río”, un clásico de aventuras
inspirado por los cómics de Tintín de Hergé y el encanto de James Bond, de manera que fue interpretando a
un Tintín que no lo era, en una de las películas favoritas de Steven
Spielberg, que según confesó el director la había visto hasta en nueve
ocasiones.
El director de la película, Philippe de Broca, recibió en 1961 el encargo de dirigir la primera película de Tintín por parte del productor Alain Barret: Tintín y el misterio del Toisón de oro y aunque la preproducción se comenzó en su momento, el director declinó la oferta al descubrir que el producto final sería peor que el de los cómics.
Caballerosamente,
y dado que Philippe de Broca era un grandísimo aficionado a la obra de Hergé (Tintín), ayudó a su sucesor y le
propuso al productor la alternativa
de dirigir una película que fuese una adaptación viva de los cómics pero sin usar sus personajes,
y fue así como nació El hombre de Río,
con un argumento que
cuadra bastante con las aventuras del
personaje creado por Hergé, y toma
elementos de obras como La oreja rota o Tintín en América. La importancia que tiene todo
este contexto es que fue el primer
momento en el que Jean Paul Belmondo comenzó a tejer vínculos entre
su carrera y el cómic.
Para crear a Blueberry, Giraud se inspiró
en la apariencia física de Jean-Paul Belmondo. Al sacar adelante el proyecto, Giraud –como todos los jóvenes de su generación–
sentía gran admiración por el
actor francés que venía siendo la punta de lanza de la Nouvelle
Vague, quien traía aires de renovación al séptimo arte. Era el
simbolismo ligado al amante de la
libertad en el corazón de la Francia de los años 60 del siglo
pasado, todavía sujeta a las limitaciones del De Gaullismo.
Así que Belmondo era el personaje peleón, indisciplinado, jugador, insolente,
de carácter sanguíneo pero relajado y manteniendo siempre la
cabeza fría, conservaría el aura aventurera del actor. Y, aunque su publicación
ha venido produciéndose durante décadas, el teniente Blueberry seguiria
conservando ese ADN de su padre cinematográfico. El sostenimiento de
ese carácter después de que Christophe Blain y Joann Sfar se hiciesen cargo del personaje en “Rencor apache”.
La historieta o cómic
italiano es una de las tradiciones de historieta más
importantes a nivel europeo. Se la denomina fumetto (plural, fumetti),
que traduce literalmente “bocanada de humo”(lo breve del dialogo). Existen dos
ejemplos bastante patentes dentro del mundo del fumetto: por un lado y volveremos
a los fumetti en
blanco y negro de 1966: Sandro Angiolini dibuja un personaje
que resultaría ser una especie de
versión erótica de James Bond: Goldrake, un agente secreto de la
CIA, más tarde investigador privado, inspirado en James Bond pero con el rostro de Jean-Paul Belmondo,
personaje que vive aventuras
sexies y violentas.
Siempre Jen
Paul Belmondo estará luchando contra comunistas y afines en China, Sudamérica,
o en Cuba, y sin embargo, tiene una aliada y pareja sexual en una bella agente del KGB, disidente
de la línea soviética oficial, llamada Úrsula, que tiene los rasgos de Ursula Andress y que,
además, le ayuda a derrotar y asesinar a sus enemigos. Hugo Pratt tampoco fue inmune a la influencia de Jean-Paul
Belmondo: aunque oficialmente la persona que inspiró el diseño del Corto Maltés fue Ruggero, un tío de Hugo Pratt de carácter rebelde y libertario, es innegable
que el personaje recibió ese
carácter seductor e irónico, así como muchos de sus gestos y posturas, de Belmondo.
Pero no sólo influyó en la BD y el fumetto: el manga también bebe de la
influencia de Belmondo. En 1978, Buichi Terasawa creó las aventuras del
“Súper Agente Cobra”,
un pirata espacial que, harto de su peligrosa vida de aventuras, decide
ocultarse de los ojos del mundo y que, perseguido por su pasado, regresa a su peligroso estilo
de vida.
Buichi Terasawa reconocería su inspiración en Jean-Paul Belmondo y los
personajes de sus películas para diseñar y caracterizar al agente Cobra, y el
diseño de muchas de las portadas de sus aventuras son una referencia a los afiches de las películas protagonizadas
por el actor.
La cara burlona de
Belmondo también inspiró al diseñador japonés Monkey Punch para su famoso personaje de Lupin III, un
caballero ladrón maquiavélico y erotomaníaco que heredó también
el aura varonil y relajada de
Belmondo. Todo ello es debido a la
personalidad que imprime en sus personajes, su actitud impasible, su descaro o
la forma en que actúa como si la muerte fuera un tema irrelevante para él.
Maracaibo, jueves 12 de septiembre del año 2024
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