miércoles, 16 de agosto de 2023

El Pantanillo…


A veces me he preguntado de donde sale ese interés mío por Sábato y recuerdo a Eduardo Liendo quien en una oportunidad diría que, como Sábato, yo venía de la ciencia hacia la escritura pero que, a diferencia del argentino, yo alimentaba lo que escribía con mis conocimientos de ciencia; puede ser, pero desde hace años que he leído con interés su tres grandes obras y creo que fue gracias mi amigo Moisés que me hice “fan” de Ernesto Sábato…


Alberto Hernández, (Calabozo, 1952) es poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano de gran prestigio, quien publicó el sábado 15 del pasado mes de julio en “Letralia-tierra de letras” un artículo sobre el libro “El Pantanillo de Ernesto Sábato” (Corprens Ed. Argentina, 2023) que es en realidad un ensayo del poeta y escritor argentino Pedro Jorge Solans.
Explicaba Alberto Hernández que, el libro de Pedro Jorge Solans terminaba representando un encuentro porque tuvo Solans gran cercanía con Ernesto Sábato (1911-2011) y es a través de la labor de este cronista, frecuentador de la obra del narrador argentino, que regresamos al autor de El escritor y sus fantasmas quien tuviera la gentileza de corregir aportando precisión en ciertos datos de ese libro, El Pantanillo de Ernesto Sábato, de Pedro Jorge Solans.

El Pantanillo representa un paraíso donde Sábato (https://tinyurl.com/4rj2323y) se instaló para comenzar a escribir su primer libro, al renunciar a su carrera como científico. Sábato, al dejar a un lado su profesión de físico para activarse como hombre de letras, “nos encontramos -como afirma Solans-, ante un hombre que se valió de la ontología para recorrer el todo, y hallar en la región de El Pantanillo, la revelación para escribir: ese será el topo de la iniciación de Sábato.

Pedro Jorge Solans, se extiende en la geografía y la relaciona con el espíritu de búsqueda del futuro novelista. Sábato se desplazó de las grandes urbes, a un territorio en busca de silencio y de la tranquilidad, para poder iniciar su trabajo literario. El paraje serrano, y “el humedal más preciado de Villa Carlos Paz” se hizo realidad cuando Sábato sintió que podría iniciarse como escritor, y lo hizo refugiándose en el rancho La Tapera, en El Pantanillo, con su mujer Matilde Kusminsky Richter y su hijo. En una entrevista con Solans, Sábato confesó: "mi estadía en El Pantanillo fue por motivos de pobreza".

De aquella temporada en El Pentanillo, Pedro Jorge Solans destaca la presencia de los pintores Juan Batlle Planas y Ernesto Fariña, del escritor Leónidas Barletta o la poeta Alejandra Pizarnik (https://tinyurl.com/3txhpujh), y también de Federico Valle, cineasta autor de la película El apóstol, que en 1970 fue reconocida como el primer largometraje de dibujos animados del mundo. Existe un poema en prosa “En El Pantanillo”, dedicado a Federico Valle, publicado por Alejandra Pizarnik en su primer libro, La tierra más ajena (1955).

En el año 1945, ya destacaba Uno y el Universo, y Solans escribe: “La oscuridad existencial que atravesó Sábato en El Pantanillo probablemente fue la génesis de su mundo literario”. Esa “oscuridad existencial” lo ayudó a desilusionarse más del estalinismo y del surrealismo”. En opinión de Solans, será de esa condición que se desprenderá su “trilogía épica”: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador. Sábato pese a su alejamiento de la ciencia mantuvo un sesgo científico en su búsqueda, y en su afán, porque si en 1953 relaciona el cuerpo y el alma, en 1951 ya había un toque próximo al pensamiento científico la somatización del pensamiento, la dimensión física de la búsqueda como método, como develación hermenéutica, hasta biológica.

Sábato se adentra en la historia de América. El túnel es la novela pasional que mejor representa al escritor argentino; la más redonda, la más lograda. Es una pieza literaria que se puede considerar como el magma de una “neurosis metafísica” donde “la pasión obsesiva” califica la obra como una “novela nocturna”, según expresiones tomadas de la pieza de Solans. Sábato califica su novela como confidencial; y en tal sentido, asegura Solans, que “Castel le facilitó a Sábato la manufactura de su angustia…” Sábato se encontró con él mismo en el lugar donde lo esperaba su otro yo, el que estaba escondido en las futuras obras que lo descubrirían como un “núcleo objetivo de belleza”.

El escritor y editor argentino Pedro Jorge Solans (Quitilipi, Chaco, 1959) es un vivo exponente de la cualidad salvadora de la poesía y en su libro El extraño si bemol color sepia recoge su sensibilidad en torno al tema ambiental, la memoria de sus querencias y el homenaje a quienes admira. Solans publicó los poemarios Bostezo crepuscular, Solferino y La Carga; el libro de cuentos breves En manos de Él y el ensayo periodístico A cielo abierto. Pedro Jorge Solans dirigió el semanario Diario del Valle y las revistas Entorno y Nicandro, en la Provincia de Córdoba. Fundó y dirige actualmente El Diario de Carlos Paz, Córdoba y es el autor de la investigación periodística Los Gigantes no cesan de llorar (Premio Rodolfo Walsh 2002), y de Crímenes en Sangre, (2007), testimonio sobre la masacre de Napalpí ocurrida en 1924 en la provincia del Chaco. En narrativa, también publicó Isidro Velázquez, retrato de un rebelde, El Sur Negro, y Los milagros del Gauchito Gil.

Alberto Hernández (Calabozo, 1952) reside en Maracay, Aragua y es miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua, tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado, entre otros títulos, unos 20 poemarios desde 1980 y libros de ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981) y Notas a la liebre (1999) y libros de cuentos: Fragmentos de la misma memoria (1994), Cortoletraje (1999), Virginidades y otros desafíos (2000) y Relatos fascistas (2012). Ha publicado una novela La única hora (2016) y los libros de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999) y Cambio de sombras (2001).

Maracaibo, miércoles 16 de agosto del año 2023.

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