La
conjetura de Maldacena
La Teoría Cuántica explica la interacción a escala
microscópica, de las fuerzas electromagnéticas que atraen o
repelen las partículas y que hacen que haya flujo de electrones. Por otra
parte, la gravedad, es la responsable de la caída de los cuerpos en la tierra y
de los movimientos a gran escala que se observan en el universo. A escala
cósmica es posible, según la teoría de la relatividad, explicar la gravedad;
sin embargo, a escala cuántica resulta imposible. La Teoría de la
relatividad se encarga de una explicación de esta interacción a escala macro,
lo que genera un grave problema en la física moderna: parece que no hay teoría
que unifique todas las ideas que tenemos sobre el comportamiento del universo a
escala micro ni macro. La Teoría cuántica y la Teoría de la relatividad no
habían podido ponerse de acuerdo, y desde 1930, los físicos han intentado
unificar los postulados de la mecánica cuántica y de la relatividad. En 1968
empezó a surgir una nueva concepción del Universo, más completa que podría unificar
las ideas sobre el comportamiento de todas las fuerzas de la naturaleza. Es la teoría de cuerdas.
Ya comentábamos (http://bit.ly/2yCKOkB ) como de
acuerdo con la teoría de cuerdas, las
partículas fundamentales no son puntos, sino que son objetos extensos,
vibratorios, parecidos a cuerdas y que esa caracterización aplica para
electrones, protones, neutrones, quarks, bariones y fotones, entre otros. Cada
partícula sería una cuerda abierta, como un hilo corto y dos cuerdas podrían
uniese para dar lugar a otra, o unir sus puntas
para formar círculo, y así crear
una cuerda cerrada. La gravedad sería una cuerda cerrada, lo que explicaría que al unirse dos o más cuerdas
abiertas, se formarían Gravitones, que son las partículas que producen la
gravedad, tanto a escala cósmica, como a escala cuántica. Comentábamos que en
las teorías actuales se acepta que hay solo tres dimensiones en el universo,
más sin embargo, en la teoría de cuerdas habría 9 dimensiones o más, lo que
también explicaría la existencia de universos paralelos.
Existe otro elemento que
explicaría el comportamiento de las cuerdas y son las branas, entendidas como paredes a las que se unirían cada uno
de los extremos de las cuerdas. De ellas dependerían las propiedades de las
partículas como por ejemplo la carga eléctrica, el movimiento, el color, la
vibración, la masa y en general, en el comportamiento de la partícula. Así, el
comportamiento de la cuerda dependería de la brana a la que esté unida. La
estructura de las branas, junto con la compactación determinarían las leyes del
universo porque unifican los planteamientos de la Relatividad y de la mecánica
cuántica.
Juan Martín Maldacena (1968) es un físico
teórico argentino, quien en 1998,
fue mencionado en The New York Times por la
conmoción causada cuando presentó la conjetura Maldacena
relacionada con su campo de estudio, la teoría de cuerdas.
Presentaría una hipótesis que intentó zanjar inconsistencias que existen entre
la teoría de la relatividad general y la mecánica cuántica. La
denominada «conjetura de Maldacena» propone
la equivalencia entre teorías de gravedad cuántica y teorías de campos que
satisfacen el principio holográfico. Maldacena
ha propuesto una relación sorprendente entre dos sistemas aparentemente
diferentes que permite en principio estudiar la descripción microscópica, la
dinámica de un agujero negro, y la Paradoja de la pérdida de información en agujeros
negros, utilizando el punto de vista dual de un proceso en una teoría
cuántica de campos. La idea de Maldacena entusiasmó a los físicos,
porque al sugerir que cierta versión del principio holográfico era aplicable a
su modelo, resolvía aparentes inconsistencias entre la física cuántica y la
teoría de la gravedad de Einstein, como la pérdida de información en agujeros negros. Este
trabajo proporcionó, una "dualidad" que les permitía resolver
problemas de un modelo que parecían no tener respuesta en el otro, y viceversa.
Un artículo de Yoshifumi Hyakutake de Universidad de Ibaraki, Japón, publicado en la revista
científica Nature (2013) ha proporcionado, una prueba empírica, o al
menos una justificación convincente de que la conjetura de Maldacena es cierta.
En otro artículo Hyakutake y sus colaboradores calcularon la energía interna
del correspondiente universo de dimensión inferior sin gravedad, y los dos
cálculos coinciden. Maldacena expresó que “parece
que es un cálculo correcto”. Igualmente Leonard Susskind, físico teórico de la Universidad de Stanford, en
California, añadió que sobre los trabajos de Hyakutake y Maldacena… Numéricamente
han confirmado, tal vez por primera vez, algo de lo que estábamos bastante
seguros pero era todavía una conjetura: que la termodinámica de ciertos
agujeros negros puede ser reproducida desde un universo dimensional inferior.
Lo esperanzador de estas teorías
es que se ha demostrado que las cinco variantes son aspectos de una sola teoría, a la que Stephen Hawking llama Teoría M
y la anteriormente descrita supergravedad es otro aspecto de esa misma teoría.
Si se consigue llegar a esa teoría final, pudiese suceder que alguien plantee algún experimento que ayude a
comprobarla, para lo que podría servir de ayuda el nuevo acelerador de partículas (LHC)
construido en el Centro Europeo de Investigación Nuclear.
Maracaibo
2 de noviembre 2018
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