Los hermanos Karamázov
Sinopsis de la novela: los tres hijos
protagonistas del drama en la casa de Fyodor Paulovich, son Dimitri, el mayor;
Iván, el segundo, y Aleksiey Fiodorovich (Alioscha), el último. Iván y Alioscha
son hijos del segundo matrimonio de Fyodor Paulovich Karamazov. Su primera mujer,
Adelaida Mivsolva, sólo le dio un hijo antes de morir: Dimitri. La pequeña
ciudad donde viven, es Skotoprigonyevsk, y ha sido testigo de los desmanes de
Dimitri, el primogénito, fuerte, camorrista y borracho; corpulento pero con
sentimientos nobles. Iván, el segundo, es un intelectual austero, silencioso,
cínico y calculador. Alioscha, el menor, es reservado y cándido, naturalmente
casto y de espíritu sensible. La novela inicia cuando Dimitri de 29 años se
acaba de retirar como oficial del ejército; Iván es un estudiante de 28 años y
Alioscha de 19 años quien ha decidido dedicar sui vida a la religión está en un
convento. Dimitri e Iván guardan un profundo rencor hacia su padre. Ambos
justifican sus sentimientos y el secreto deseo de verlo muerto. Alioscha, lo
trata con distancia en los preceptos que la religión le impone. Dimitri arde en
dos amores por Katerina Ivanovna, hija de un militar, y por Gruschenka, mujer
humilde pero atractiva y exuberante, tras cuyos favores está también Fiodor
Paulovich, su padre. Usando el chantaje, Dimitri logra comprometerse con
Katerina Ivanovna, quién está enamorada de Iván y él le corresponde. El
primogénito continúa obsesionado por Gruschenka, hasta que los dos hermanos
terminan por descubrirse el doble juego. Hay un cuarto hermano Karamazov que se
desliza por todos los rincones de la casa, limpia y sirve sin chistar a su
padre e incluso a los muchachos; se trata de Smerdiakov, hijo natural del viejo
Fyodor Paulovich y una retrasada mental a la que siguiendo sus bajos instintos,
violó una noche. Fruto de la agresión y el desprecio, Smerdiakov, es demente
como su madre relegada por Karamazov al servicio doméstico. Será este cuarto
Karamazov, Smerdiakov, quien cometerá el asesinato de su padre, pero el autor
intelectual del parricidio es Iván, quien va a confundir y envolver más la
atrofiada mente del pobre hermano loco. Las sospechas del asesinato de Fyodor
Paulovich Karamazov recaen sobre Dimitri quién no disimula el odio que sentía
hacia su padre. Las circunstancias lo acusan, ya que la noche del crimen
ingresó furtivamente a la casa de su padre buscando descubrir a Gruschenka en
sus brazos, hecho que no ocurriría. Dimitri es acusado y detenido. Smerdiakov
le confiesa a Iván su culpa y se suicida sin que el asesinato se descubra. Iván
calla y Dimitri es condenado a perpetuidad en Liberia a donde Gruschenka lo
acompañará a purgar su pena de trabajos forzados. Así en suspenso quedará el
desenlace de la vida de los hermanos Karamazov.
Los hermanos Karamázov
ha sido considerada como una “novela filosófica”. Ambientada en la Rusia
del siglo XIX, penetra en debates éticos
sobre Dios, la moralidad y el libre albedrío. Es un drama espiritual de luchas
morales relacionadas con la fe, la duda, el juicio y la razón, con una trama que gira en torno al tema del
parricidio. Una
experiencia personal influyó en la decisión de Dostoyevski sobre este crimen dominará la acción de la
novela. En 1850, cuando Dostoyevski
cumplía su sentencia de trabajos forzados en Siberia por hacer circular textos
subversivos, conoció a un joven llamado Ilinski, preso por parricidio. Muchas
de las características físicas y emocionales de Dmitri Karamázov el personaje, serán
parecidas a las de Ilinski. Dostoyevski se enteró unos 10 años después de que el
joven condenado por asesinar a su padre para convertirse en su heredero, había
sido condenado injustamente y más tarde fue exonerado cuando el verdadero
asesino confesó su crimen.
Los hermanos Karamázov resulta ser un libro con una variedad de
técnicas literarias muy particulares que llevaron a muchos de sus críticos a
considerarlo “descuidado”. Una técnica que Dostoyevski emplea en su obra es el
tratamiento del lenguaje, donde cada personaje tiene una manera particular de
hablar y esta dice mucho de su personalidad. Dostoyevski utiliza
la narración omnisciente, donde el narrador evita mezclarse con los
pensamientos y sentimientos de los protagonistas, mas sin embargo se
autoproclama escritor, y caracteriza sus propios manierismos de forma tal, que
él mismo se transforma en un personaje. A través de sus descripciones, la voz
del narrador emerge imperceptiblemente en la de las personas que describe. Así,
no existe una voz autoritaria en la historia. En determinados puntos, la novela
se aparta de la trama para penetrar en la historia y la personalidad de otros personajes
que, en un principio, no podrían ser considerados importantes. Mijail Bajtín,
uno de los más estudiosos de la obra dostoievskiana ha señalado al personaje de
Iván, propuesto como un héroe, y gracias
al encuentro dialógico de varias conciencias: la del propio Iván con
Smerdiákov, con el diablo, con Dmitri y Aliosha, Bajtín concluye que cada
personaje ha corrido su suerte en función del diálogo con las ideas de Iván
Karamázov.
Los hermanos Karamázov ha influido enormemente a algunos de los
mayores escritores y filósofos. Sigmund
Freud la llamó “la más magnífica
novela jamás escrita” y se mostró fascinado por su temática edípica y parricida. En su
ensayo "Dostoyevski y el parricidio",
publicado en 1928, Freud analizó las neurosis de Dostoyevski y cómo
éstas influyeron en su obra. Sostuvo que la epilepsia del escritor no era
una condición natural sino una manifestación física de la culpa escondida por
la muerte de su padre, citando como evidencia los ataques de epilepsia de
Dostoyevski que comenzaron a los dieciocho años, después de la muerte de su
padre. Según Freud, Dostoyevski –así como todos los hijos– deseaba la muerte de
su padre a causa de un deseo latente por su madre. Como evidencia literaria de
su teoría, Freud menciona la temática del parricidio y la culpa, especialmente
en la forma de culpa moral representada por Iván Karamázov. Franz Kafka reconoció la
influencia de Dostoyevski y Los hermanos Karamázov y se consideró el mismo un “pariente de sangre” del autor ruso. Kafka también luchó con su
propia enfermedad debilitante, la tuberculosis. Otro paralelo
interesante entre los dos autores son las relaciones conflictivas con sus
padres. Kafka se sintió inmensamente atraído por el odio que los hijos de
Fiódor demuestran en Los hermanos Karamázov y trató el tema de la
relación entre padre e hijo en muchas de sus obras, especialmente en el cuento
"El juicio".
Maracaibo, 17 de octubre 2018
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