miércoles, 16 de marzo de 2016

"La Historia", cíclica y repetitiva ...




“LA HISTORIA”,  CÍCLICA  Y  REPETITIVA…

Se cuenta que en una entrevista que un reportero le hiciera en Bucarest al dictador Nicolás Ceaucescu, se le ocurrió al entrevistador preguntarle al señor presidente por el legendario príncipe Vlad, el cruel “empalador” que la historia de Rumania reconoce como un héroe de la resistencia contra los turcos. Supuestamente a Ceaucescu se le iluminó el rostro y comenzaría a conversar entusiasmado sobre las hazañas patrióticas de Vlad hasta dar la impresión de estar hablando de sí mismo. Era, según el periodista, como si quisiese encarnar al príncipe que en 1897 daría origen a la conocida novela de Bram Stoker.

El conde Drácula, estaba inspirado en el sanguinario príncipe Vlad de quien se decía que tras empalar a sus víctimas recogía en un cuenco su sangre para remojar el pan que se iba comiendo, cual diablo sediento de sangre humana, quizás por esto sabemos que Drácula significa diablo.       En el cine, ya en los tiempos de Bela Lugosi y Boris Karloff, las películas de vampiros existían, desde Nosferatu el vampiro, película muda del cine alemán de 1922, dirigida por F.W.Murnau, seguida muchos años después en 1979 por Nosferatu, el vampiro de la noche de Werner Herzog con Klaus Kinski, Isabelle Adjani y Bruno Ganz. El año 2000, E.Elias Merhige dirigió La sombra del vampiro, reviviendo la aventura de FW Murnau en un filme de humor negro protagonizado por John Malkovich y Willem Dafoe. Los vampiros del cine, tienen sus reconocidos actores y productores, recordemos el film de 1948, Abbott y Costello contra los fantasmas. (Ver en lapesteloca.blogspot.com, del viernes 13 de noviembre 2015 “Frankenstein: Abbot y Costello y William Ospina) y los filmes sobre Drácula con Cristopher Lee y Peter Cushing, y los vampiros de Roman Polanski en 1967, sin olvidar el Bram Stoker's Dracula de Francis Ford Coppola (1992). Tras el reconocimiento de la novela de Stoker la literatura sobre vampiros ha sido fructífera, especialmente para Stefenie Meyer la escritora estadounidense, y productora de cine quien escribió la saga “Crepúsculo” de gran éxito en el público juvenil con las novelas Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse y Amanecer, de las que se han vendido más de 100 millones de copias, traducidas a 37 idiomas, siendo Meyer la autora más vendida en los Estados Unidos, con más de 29 millones de libros en el año 2008, y 26,500 millones en el año 2009.

Pero debo regresar a Nicolás Ceaucescu, ya que unos veinte años después de la conversación con su entrevistador sobre Vlad, el 25 de diciembre de 1989, bajo el cargo de genocidio, daños a la economía nacional y enriquecimiento ilícito, Nicolás y su esposa Elena Petrescu tras un juicio sumario fueron fusilados. Ese año, Nicolás y Elena estaban en la cúspide del poder. Habían venido desde muy abajo, él había sido electricista y ella era obrero textil lo que no le impidió recibir el título honorario de Doctora en Ciencias Químicas en la Universidad. Se habían conocido en 1940 y se casaron en el 46. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzaba la influencia soviética, Ceaușescu fue secretario de la Juventud Comunista en Rumania. En 1947, ya era ministro de Agricultura y pasó a ser viceministro de las Fuerzas Armadas nombrado mayor general en 1950. En 1954 era un líder en Rumania, en 1967 llegó a la presidencia del Consejo del Estado y en 1974, Ceaușescu se convirtió en presidente de la República. Nicolás hizo popular su mandato gracias a una política independentista que desafiaba a la URSS. Empeñado en construir una “sociedad socialista multilateral” ideó un programa de demolición, intentando remodelar la ciudad de Bucarest, dañada por un terremoto. Durante la construcción del Palacio del Pueblo en Bucarest, el segundo edificio más grande del mundo, murió mucha gente. Provocó la demolición de localidades trasladando a sus habitantes a edificios de bloques en las ciudades y arrasó varios pueblos húngaros en Transilvania pretendiendo homogeneizar la población. El endeudamiento externo provocó como resultado la escasez de comida, de energía y de medicamentos, transformando la vida diaria de muchos rumanos en una lucha por la supervivencia. Entretanto, Elena y Nicolás Ceaucescu eran dueños absolutos con total control del partido comunista, manejaban a su antojo el sistema judicial, el ejército, los sindicatos, la juventud comunista y sus fuerzas de choque. Ella se hacía llamar, La Madre de la Nación. En la navidad de 1989, ambos convocaron una manifestación de apoyo en la que como siempre, en autobuses llegaría mucha gente de todas las regiones de Rumania, con cientos de pancartas que mostraban la imagen de la pareja, y en las filas de los jóvenes comunistas que estaban al frente de aquella gran manifestación, comenzaron a abuchear a la pareja que no entendía lo que estaba sucediendo y sorprendido, el dictador detuvo su discurso (se puede buscar en youtube) y Elena ordenó que disparan sobre la muchedumbre, pero no les obedecieron y tras rebelarse igualmente el ejército, a pesar de haber escapado en un helicóptero serían capturados, sometidos a juicio y serían condenados a muerte.

Sergio Ramirez, brillante escritor nicaragüense, galardonado en noviembre de 2014 con el Premio Carlos Fuentes a la creación literaria en la lengua española, desde su pueblo Matasepe en julio del año 2019 escribió un artículo donde se refirió al caso de Nicolás Ceaucescu y recordaba a Vlad, las estacas de madera para los vampiros y la exhumación de los cadáveres de la pareja dictatorial rumana. Señalaba el escritor, que la exhumación de los mismos, se hizo a solicitud de los familiares pues habían sido enterrados en secreto por temor a que la muchedumbre enardecida profanase los cadáveres. Con el recuerdo de la exhumación Sergio Ramirez, finalizaba su artículo diciendo que dicha exhumación “pasó bastante desapercibida, pues resonó más la que el presidente Chávez hizo de los huesos del Libertador Simón Bolívar cuya calavera alcanzó a tener entre sus manos, y pudo interrogarla. Pero esa es otra historia”. Con esta reflexión, finalizaba Sergio Ramirez su artículo titulado “La estaca en el corazón”. La otra historia, que dejaría pendiente, la estamos padeciendo dolorosamente todos los venezolanos…

Maracaibo, 16 de marzo de 2016

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