sábado, 19 de marzo de 2016

Chismes y serendipia, en la vida disipada de Voltaire





CHISMES Y SERENDIPIA, EN LA VIDA DISIPADA DE VOLTAIRE


Voltaire, es el seudónimo de François-Marie Arouet, (1694-1778), quien fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés considerado uno de los principales representantes de “La Ilustración” (Lumières en francés, Enlightenment en inglés, Illuminismo en italiano; Aufklärung en alemán), un movimiento que se desarrolló desde finales del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, denominado así porque estaba destinado a disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. “La Ilustración” pretendía atacar la incapacidad de usar la propia razón sin ser la necesidad de guiados por otras personas; “no por falta de inteligencia, sino por fallas en el valor para pensar sin la ayuda ajena”.

François-Marie Arouet, fue alumno de una escuela regida por jesuitas, se dice que allí estuvo hasta cuando su padrino, el Abad de Châteauneuf, lo introdujo en La Sociedad del Temple una sociedad libertina. Desde entonces, Voltaire, popularmente hablando, “se echaría a perder”. Esto y más aprenderíamos sobre Voltaire quienes estudiamos en colegios religiosos, en particular en colegios de jesuitas, donde escuchamos cualquier cantidad de horrores sobre el personaje, hasta quedar grabado su nombre en la memoria como el paradigma de la inmoralidad y el libertinaje, un ser que intentaría destruir a la Iglesia sin lograrlo, evidentemente. De él aprendimos frases que serían originales o no, como “Calumnia, calumnia, que algo queda”, (una expresión original del filósofo y escritor inglés Francis Bacon en su obra ‘De la dignidad y el crecimiento de la ciencia’ 1625), que atribuida a Voltaire, nos mostraba el pensamiento de un ser malvado y ruin. Sobre este tópico, Sergio Ramírez Mercado el escritor nicaragüense cuenta que cuando estudió en el Instituto Pedagógico de los hermanos de La Salle en Managua, aprendería que “Voltaire por su grave pecado del ateísmo, moriría ahogados en su propios excrementos”. (“El rey Voltaire”, 2010. Historias para ser contadas, UANI, 2012)  

Voltaire, estudiaría Derecho de 1711 a 1713, tiempo cuando recibió una cuantiosa herencia de la cortesana Ninon de Lenclos para “que se comprase libros". En 1713 obtuvo el cargo de secretario de la embajada francesa en La Haya, de donde fue expulsado por sostener un idilio con una refugiada francesa. Durante esa época empezó a escribir su tragedia Edipo, que no se publicó hasta 1718. A la muerte de Luis XIV en 1715, escribió una sátira contra él y su hija, por la que estuvo preso durante un año en la Bastilla (1717), tiempo que dedicó a estudiar literatura. Una vez liberado, fue desterrado a Châtenay-Malabry, donde adoptó el seudónimo de Voltaire. En 1718 su tragedia Edipo sería todo un éxito, como sucedería en 1723 con su epopeya La Henriade. En competencia por una dama con el noble De Rohan fue apaleado y volvió a estar preso por 5 meses en la Bastilla hasta que fue liberado y desterrado a Gran Bretaña donde permanecería entre 1726 y 1729. En Londres, Voltaire recibió una influencia determinante en la orientación de su pensamiento, conocería un mundo que le permitía reflexionar, aprender, sintetizar y organizar sus sentimientos. Su obra teatral Bruto, fue un éxito, y escribió Historia de Carlos XII y La Henriade. Sus Cartas filosóficas sobre Inglaterra, publicadas en 1734, como Cartas inglesas, criticando al gobierno francés, serían quemadas públicamente como un libro “escandaloso, contrario a la religión, a la moral”. Tras el escándalo, Voltaire escaparía a Lorena, donde viviría cinco años en casa de su amante Mme. de Chatelet. En 1746, tras el éxito de su tragedia Mahomed, fue admitido en la Academia Francesa con el asiento número 33, aunque la sociedad conservadora y piadosa protestaría con panfletos y libelos. Buscaría refugio en el castillo de la duquesa de Maine, Sceaux; donde estuvo durante meses encerrado en una habitación y escribió Zadig o el destino, considerado su mejor cuento en prosa. Su obra más conocida es Cándido o el optimismo. La pérdida de prestigio en la corte y la muerte de Madame du Châtelet en 1749, llevaron a Voltaire a aceptar la invitación de Federico II y decidió romper con la sociedad francesa y radicarse en Prusia (1750-1753). El rey de Francia, le relevó de su puesto como historiador. Sus Anales del Imperio, tendría que imprimirlo él mismo años después en Colmar. Muy conocidas son sus discrepancias con Montesquieu acerca del derecho de los pueblos a la guerra, y el despiadado modo que tenía de referirse a Rousseau, achacándole sensiblería e hipocresía. Se residenciaría en diferentes ciudades europeas hasta los 61 años, cuando fijaría su residencia en Ferney en la frontera con Suiza donde viviría como un rey veinte años más. Voltaire fallecería el 30 de mayo de 1778, a la edad de 83 años y en 1791, sus restos serían trasladados al Panteón de Hombres Ilustres, en París.

Jonathan Swift (1667-1745) escritor irlandés, autor de “Los viajes de Gulliver, que ha sido considerado como una de las críticas más amargas y satíricas, publicadas contra la sociedad y la condición humana. Swift había descrito en “Los viajes de Gulliver” las dos lunas de Marte más de ciento cincuenta años antes de que fuesen descubiertas (Fobos y Deimos) por Asaph Hall el año 1877, desde el Observatorio Naval de los Estados Unidos, cerca de Washington; una serendipia literaria impresionante (ver lapesteloca.blogspot.com  bit.ly/1RgxFfT). Voltaire, quien era lector y admirador de Swift, escribió en 1752 una novela titulada “Micromegas” donde describiría a un ser originario de un planeta de la estrella Sirio, y a su compañero originario del planeta Saturno, y en esa novela, mencionará los dos satélites del planeta Marte diciendo : el planeta Marte, el cual, como todos saben es cinco veces más pequeño que nuestro glóbulo, y vieron dos lunas que sirven a este planeta y no han podido descubrir nuestros astrónomos”. Estas ideas de Swift y de Voltaire, sin duda surgían de las opiniones iniciales del astrónomo Johannes Kepler basadas a su vez en su teoría relacionada con los sólidos perfectos. Sus datos y cálculos que estarían apoyados en la ley de la Gravitación Universal calculando el período de rotación y distancia a Marte de un supuesto cuerpo que orbitaría en torno a dicho planeta. Voltaire estaría escribiendo otra serendipia, ya que la óptica que existía para la época, no permitía ver esos cuerpos celestes tan pequeños que se separan tan poco del planeta Marte. Estas fortuitas coincidencias, hicieron que los  dos mayores cráteres (de unos 3 km. de diámetro cada uno) en Deimos uno de los dos satélites de Marte, fuesen bautizados con los nombres de "Swift" y "Voltaire".

Maracaibo 19 de marzo del año 2016

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