sábado, 5 de octubre de 2024

El trasplante fecal


La microbiota intestinal de menores ha demostrado poseer hasta un total de 31 marcadores biológicos asociados con el trastorno del espectro autista (TEA) que podrían tener valor diagnóstico. En este blog lapesteloca hemos discutido este tema previamente en 2021 (https://tinyurl.com/267ta7pc). Tener autismo o un trastorno de atención asociado a hiperactividad (TDAH) aumenta el riesgo de mortalidad.

 

La relación entre el microbioma intestinal y el TEA ha sido objeto de investigaciones previas, Una investigación que se publicó en 'Nature Microbiology' sugiere que un subconjunto específico de estos componentes podría ser efectivo para informar estudios diagnósticos y quizás tratamientos en el futuro. La microbiota intestinal incluye bacterias, virus, hongos y arqueas.

 

Es importante conocer la terminología. La microbiota y el microbioma son dos términos relacionados pero diferentes que se utilizan para describir el ecosistema microbiano que habita en nuestro cuerpo. La microbiota se refiere a la comunidad de microorganismos que viven en un determinado ambiente, como el tracto gastrointestinal, la piel, la boca o el tracto respiratorio. Estos microorganismos incluyen bacterias, virus, hongos y otros microorganismos. La microbiota es única para cada persona y puede variar según factores como la edad, la dieta, el estilo de vida y la salud en general.

 

Emicrobioma se refiere al conjunto completo de genes de todos los microorganismos que componen la microbiota. Es decir, el microbioma es el catálogo genético de los microorganismos presentes en un determinado hábitat, como el intestino. El microbioma incluye el ADN de las bacterias, virus y otros microorganismos presentes en el cuerpo.

 

Se ha descubierto que la microbiota tiene una influencia significativa en el neurodesarrollo, es decir, en el desarrollo del sistema nervioso y del cerebro. Existen múltiples vías a través de las cuales la microbiota puede afectar este proceso crucial en el desarrollo de cada persona. La microbiota desempeña un papel importante en la regulación del sistema inmunológico, y se sabe que la inflamación crónica o desregulada puede afectar negativamente el neurodesarrollo. La microbiota intestinal ayuda a modular la respuesta inmunológica, manteniendo un equilibrio entre tolerancia y respuesta inflamatoria. Esto es especialmente relevante durante los primeros años de vida, cuando el cerebro está en pleno desarrollo. Un desequilibrio en la microbiota puede llevar a una respuesta inmunológica anómala que puede tener consecuencias en el neurodesarrollo.

 

Por otra parte, la microbiota está involucrada en la producción y metabolismo de ciertos compuestos químicos, como los neurotransmisores, que son mensajeros químicos del cerebro. Por ejemplo, se ha demostrado que ciertas bacterias intestinales pueden producir neurotransmisores como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), que están implicados en la regulación del estado de ánimo y el comportamiento. Estos compuestos pueden influir en el desarrollo y la función del sistema nervioso.

 

La microbiota intestinal interactúa con el sistema nervioso a través del eje intestino-cerebro, que implica señales (https://tinyurl.com/267ta7pc) de ida y vuelta entre el intestino y el cerebro a través del sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico. Esta comunicación bidireccional puede afectar la función cerebral y el comportamiento. Alteraciones en la composición y diversidad de la microbiota pueden afectar la señalización a lo largo de este eje, lo que potencialmente puede influir en el neurodesarrollo.


Tras revisar información de múltiples bases de datos se ha logrado desarrollar un algoritmo para identificar vías metabólicas específicas del autismo asociadas con microbios intestinales humanos particulares. Es importante destacar que estas vías también se observaron en otros lugares en personas autistas, desde sus perfiles de expresión génica asociados al cerebro hasta sus dietas. Otro descubrimiento aún más sorprendente fue hallar una superposición entre los microbios asociados con el autismo y los identificados en un estudio reciente de trasplante de microbiota fecal a largo plazo dirigido por James Adams y Rosa Krajmalnik-Brown en el Centro de Biodiseño para la Salud a través de Microbiomas de la Universidad Estatal de Arizona.


Los microbiomas del TEA reflejan la mejora del comportamiento después del trasplante de materia fecal. Para probar esto, se volvieron a analizar los datos de un estudio abierto de trasplante de materia fecal (FMT) de 2 años de duración con 18 niños con TEA en 2019. El transplante fecal (término que parece algo muy serio, pero no es un procedimiento complicado en realidad) se hace ingiriendo unas cápsulas que son las que contienen las cepas de microbiota sana. En ese estudio, los niños fueron sometidos a un tratamiento antibiótico de 2 semanas y una limpieza intestinal, seguido de 2 días de tratamiento con FMT en dosis altas y 8 semanas de dosis diarias de mantenimiento de FMT. Basado en una de las escalas de evaluación más comunes, la Escala de Calificación de Autismo Infantil (CARS), se lograron mejoras significativas después del curso de tratamiento de 10 semanas. Dos meses más tarde, las mejoras iniciales se mantuvieron en gran medida y un seguimiento de 2 años mostró signos de mejoría adicional en la mayoría de los participantes. 

 

Es necesario conocer mejor los mecanismos que subyacen en el éxito del trasplante de microbiota fecal para mejorar su eficacia, según dos recientes revisiones publicadas en Cell Host and Microbe.[ Según un comunicado de prensa, los dos equipos de investigación coinciden en que es necesario saber más sobre cómo afectan al éxito del trasplante de microbiota fecal diversos factores poco explorados, como la dieta y los antecedentes genéticos del paciente, el grado de coincidencia de la composición microbiana del donante con el microbioma existente del paciente y la presencia de microflora intestinal no bacteriana, como virus y hongos.

 

El trasplante de microbiota fecal se utiliza sobre todo para tratar infecciones recurrentes por Clostridioides difficile, que no siempre responden a los antibióticos. Las tasas de éxito fluctúan de 60% a 90%, según la vía de administración y el diseño del estudio, señaló un equipo internacional de investigación dirigido por el Dr. Abbas Yadegar, bacteriólogo médico de la Universidad de Ciencias Médicas Shahid Beheshti de Teherán, en Irán.

 

El Dr. Yadegar y sus colaboradores apuntaron que aún no se sabe a ciencia cierta cómo funciona el trasplante de microbiota fecal y que no están claras las causas por las que algunos pacientes no obtienen beneficios. Se ha prestado poca atención al papel que desempeñan otros componentes del microbioma del paciente, al igual que los factores externos, en el éxito del tratamiento, añadieron. La revisión de más de 130 estudios realizada por el Dr. Yadegar y sus colaboradores resumió los datos recientes sobre los mecanismos que contribuyen al éxito del trasplante de microbiota fecal contra la infección recurrente por C. difficile, destacó las lagunas de conocimiento y propuso futuras líneas de investigación en este campo.

 

Un equipo de investigadores dirigido por la Dra. Serena Porcari, gastroenteróloga de la Fondazione Policlinico Universitario Gemelli y de la Università Cattolica del Sacro Cuore en Roma, Italia, ha revisado 149 estudios sobre los factores que influyen en la eficacia del trasplante de microbiota fecal y el potencial de este procedimiento para el tratamiento de otras enfermedades asociadas a la disbiosis intestinal. El Dr. Gianluca Ianiro opinaría que: "Nuestro principal objetivo no era solo desentrañar los distintos mecanismos de la eficacia del trasplante de microbiota fecal, sino también introducir algunos cambios de mentalidad necesarios para hacer avanzar el trasplante de microbiota fecal, cubriendo principalmente la brecha que existe entre las ciencias básicas y las clínicas", así comentó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Gianluca Ianiro, Ph. D., quien es el investigador principal en enfermedades digestivas que trabaja con la Dra. Porcari, autor principal de la revisión.

 

Maracaibo, sábado 5 de octubre de 2024

 

 

 

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