Moses Smith
Este personaje fue un joven
norteamericano a quién le tocó vivir uno de los episodios más trágicos en la
vida del Generalísimo Francisco de Miranda, durante la fallida expedición de
1806. Moses al ser apresado por el gobierno español en aguas venezolanas
padecería en prisión con 56 compatriotas y verían morir ahorcados a diez de
ellos, la mayoría de quienes habían sido alistados bajo engaño para intervenir
en la empresa libertadora del precursor
Miranda.
El día 2 de febrero de 1806
zarparía la corbeta Leander con 200 hombres del puerto de NuevYork, cargada con
cañones y armas largas con rumbo al puerto de Jacquemed en la República
Dominicana. Es necesario destacar que un gran número de marineros se habían
embarcado reclutados bajo engaño, creyendo ir a proteger el correo de su país que
funcionaba entre Nueva Orleans y Washington. Estos jóvenes ilusionadas con la
aventura habían sido contratados por un personaje que era un carnicero de Nueva
York, Mr Fink, quien no aparecería en el barco para dar explicaciones y después
estando ya en Dominicana casi todos los marineros pasarían a ser la tripulación
de las dos goletas, el Bacus y el Bee, que acompañarían al Leander
en la supuesta invasión a Venezuela.
El 27 de abril, las goletas Bacus
y Bee,
fueron avistadas por un bergantín español armado con 20 cañones y una goleta
artillada con 18 quienes decidieron ordenar el abordaje. La tripulación del Bacus
y Bee
esperaban por el apoyo del Leander, pero este se retiró y todos
los tripulantes de las goletas fueron apresados y amarrados espalda con espalda
y muy maltratados y vejados serían trasladados a Puerto Cabello y enviados al
Castillo de San Felipe.
El conocimiento detallado de esta
fracasada expedición y las desdichadas peripecias de sus participantes se
conocen por la circunstancia de que seis de los jóvenes norteamericanos que
escaparon de la horca y padecerían los horrores de las prisiones del Caribe,
decidirían escribir el relato personal de sus sufrimientos durante varios años;
ellos se llamaban: James Biggs, Henry Ingersold, John Edsall, William
Armstrong, Jhon Sherman y Moses Smith. Biggs y Armstrong no estaban en las
goletas sino en el Leander y por eso se salvaron de caer prisioneros, pero los
otros describirían su terrible experiencia y en particular Moses Smith quien
publicaría en 1812 y reeditaría en 1814 y luego en 1815 su historia titulada “Las
aventuras y sufrimientos de Moses Smith”, libro traducido y publicado hace
unos años en Venezuela por José Alfredo Sabatino Pizolante.
Las goletas serían trasladadas a
Puerto Cabello y su tripulación fue sentenciada el 12 de Julio de 1806 por el
Capitán General de Venezuela, Guevara y Vasconcelos. Diez de ellos serían
ahorcados ante sus compañeros y luego con saña, decapitados, mientras los 45
restantes tras presenciar la ejecución, fueron condenados a trabajos forzados
en prisiones de Cartagena, Honduras y Puerto Rico.
Moses era un muchacho de 20 años
quien había ido a visitar a un tío en Nueva York y conversando con un compañero
de su escuela, este le contó que el correo entre Washignton y Nueva Orleans había sido robado y que podían enrolarse en un barco del gobierno que los llevaría a
defender y custodiar el correo; lucirían un hermoso uniforme, buena paga y
hasta un caballo les habían prometido; así se embarcarían en el Leander
creyendo hacer una escala en
Santo Domingo para abastecerse con café.
La descripción del juicio, de los
maltratos y vejaciones que padecieron, el horror de ver como ahorcaban y
decapitaban a su compañeros, seguido por el traslado en la sentina de un barco
hasta Cartagena de Indias, o más allá, en una travesía que duró diez días mal
alimentados, semidesnudos o en harapos, pasarían a celdas mezclados con
asesinos y soportando las inclemencias del clima y los zancudos, afectados por
fiebres palúdicas y disentería en calabozos inmundos donde les fueron colocados
pesados grilletes.
Tras 7 meses de rudo cautiverio,
arribaría a Cartagena un capitán norteamericano apellidado Barker quien supo de
los presos y pudo visitarlos y escuchar sus tristes historias. Supo de la
muerte de los 10 compañeros ahorcados y que 19 de los que estaban presos allí en Cartagena estaban
condenados a 8 años, así como 14 de ellos habían sido trasladados a Puerto Rico
con penas de 10 años y otros 14 destinados a Omoa, una prisión en México que
estaba situada en lo que ahora es Honduras. El capitán Barker llevó una
solicitud de ayuda a Nueva York. En Julio de 1807 algo recibirían los presos de
Cartagena como resultado de aquella gestión
Moses relataría como muchos meses
después, lograron perforar la pared de la prisión y algunos lograron escapar
hacia tierras cenagosas. En aquel pantano algunos morirían de hambre y penurias
hasta que el 12 de diciembre de 1807 él logró embarcarse en una goleta con
rumbo a Baltimore a donde llegaría en 27 de diciembre. El libro relata
detalladamente sus intentos de llevar a juicio a Mr Fink por haber sido el
causante de la muerte de tantos compatriotas, pero sus intentos en varias
oportunidades resultaron infructuosos. Mr Fink salió ileso del juicio en 1808.
Posiblemente la precaria situación de Moeses, no bastaba para ganar el proceso.
Finalmente por diversas gestiones hechas desde Norteamérica, en1810, diez de
los prisioneros que sobrevivían en Cartagena serían indultados.
Maracaibo
martes 18 de febrero, 2020.
1 comentario:
El conocimiento de la historia es esencial, para de esta manera saber de dónde venimos y como se formó nuestra idiosincracia.
Publicar un comentario