UN RETAZO del 2011…
El profesor
Arístides Sarmiento se levantó de su sillón forrado en semicuero y se acercó
hasta una cafetera eléctrica encendida. Todavía había suficiente café y su
aroma había invadido la habitación. Sirvió de nuevo dos tazas. Omar Yagüe
parecía ensimismado en sus pensamientos y permaneció sentado en su sillón.
Arístides le ofreció el café y le acercó la azucarera. El padre no rechazó su
sugerencia edulcorante y tras colocarle dos cucharaditas tomó la taza con un
ligero temblor de su mano, todavía sin decir una palabra. Tras sentarse de
nuevo y beber un sorbo, fue Arístides quien al remover algunas carpetas y tomar
unos infolios de la mesa que estaba a su lado, reinició a la conversación.
-Fíjate Omar, es
importante que hayas venido. Me interesa que estemos aquí para ser yo mismo
quien pueda demostrarte algunas cosas, con papeles de mis propios archivos,
para darte datos precisos que puede que te sirvan para que se te abra más la mente.
Te digo esto porque sé cuál es la base de tu preocupación. Estamos en un mundo
globalizado. Esto es un hecho incontrovertible y tú tienes que saber, por esta
misma sencilla razón, que existe un fenómeno que algunos denominan “el efecto
mariposa”. Lo sabes, ¿cierto? Lo que hagan en Rusia, en China, en California o
en Irán puede repercutir en tu pueblito. Esto es preciso. Entonces para antes
de comenzar, escúchame lo que te leo aquí: “Agentes
de la CIA que trabajaron como espías en Pakistán detectaron desde los inicios
del siglo XXI que fue un alemán, Mohsen Vanaki el espía que le vendió a los
iraníes la tecnología para desarrollar armas nucleares”. Los agentes de la CIA le dieron seguimiento
a las actividades de Abdul Qadeer Khan el cerebro del proyecto nuclear
iraní y descubrieron como desde el año 2003, este personaje le había ofrecido
tecnología nuclear a Corea del Norte y a Libia con la idea de crear potencias
nucleares para enfrentar el imperio norteamericano. ¿Me entiendes por qué esto
es algo que tú tienes que saber? Al menos, creo yo que tendrías que sopesar
este tipo de informes si estás en negocios con esta gente, digo con los
iraníes...
El cura Yagüe
apuró totalmente el café de su taza, frunció el rostro y haciendo un gesto de
rechazo interrumpió la perorata del profesor Sarmiento para decirle. -Sigo
creyendo estimado doctor, que a pesar de todas las cosas que le he relatado
inicialmente, yo insisto en que usted está exagerando. Entiéndame usted que
también la CIA está metida en estas cosas. La CIA está en todo, todo lo sabe,
créamelo profe, la CIA está al tanto de todo cuanto se hace en este país.
¿Acaso no ve usted que siempre el país ha estado sometido como a una
contraofensiva? Esto de que la CIA diga cosas, como las que usted me acaba de
leer, es un cuento. Yo se lo puedo garantizar, es que lo sé de fuentes muy
seguras, yo también he aprendido a tener buenas conexiones.
Arístides
Sarmiento parecía querer insistir en la repercusión que sobre el cura pudiesen
tener sus informes y sus datos sobre las negociaciones de los iraníes, por lo
que volvió a la carga. -Mire padre
Yagüe, puede que lo que me dice sobre la CIA sea cierto, pero el asunto de las
evidencias del comercio y de las ofertas de armas nucleares que le acabo de
leer, se supo en el mundo entero. Las denuncias sobre el señor Abdul Qadeer
fueron de tal magnitud que estuvo preso hasta el año 2005, y sin embargo, las
influencias le valieron y lo pusieron en libertad. Se ha dicho por la prensa
que el Premier ruso actual, Dimitri Medveded no está de acuerdo con el
desarrollo de pruebas misilísticas por parte del gobierno de Ahmadineyad. Él ha
firmado tratados hasta con el presidente Obama. Esto es algo que puede sonarle
lógico a cualquiera, nadie dice querer más armas nucleares, pero lo que nadie
sabe es hasta qué punto a Valdimir Putin, o al presidente de nuestro país, les
parezca adecuada esta opinión. Para el mundo no es un secreto la amistad muy
publicitada entre el presidente de nuestro país petrolero y caribeño con el
jerarca ruso Vladimir Putín. Todos conocemos de la participación de los rusos
en la faja petrolífera del Orinoco, ellos están en eso, y lo mismo sabemos
sobre el otro ruso, sobre Lukashenko. Las ofertas para que monten bases rusas
en el país las ha gritado nuestro presidente al mundo, y aunque fuese una
alharaca para contrarrestar lo de las bases militares en suelo colombiano, es
él mismo quien lo ha dicho. Además, sobre Ahmadineyad, los muchos convenios
firmados, los que se conocen y las manifestaciones públicas de cariño y
admiración entre ambos líderes que se las dan de revolucionarios han llenado
páginas de la prensa mundial. ¿Y el armamentismo de esta pseudorevolución?
¿Quiere que le hable también más sobre los intereses muy bien conocidos del
gobierno de Lukashenko? Fíjese padre que ni le he mencionado a Cuba, a Cubita
la bella…
El padre Yagüe
se veía bastante molesto por lo que replicó de inmediato. -No. No tiene que
decir mucho más. Muchas gracias. Lo que me dice usted, profesor, no es nada
nuevo. Para mí, todo esto puede también considerarse como la repetición de una
campaña de descrédito que montan el imperialismo yanqui y la CIA. Están todos,
especialmente la oligarquía, empeñados en acabar con una revolución que ha
beneficiado a quienes nunca tuvieron nada, ni poder, ni participación en las
ganancias del petróleo, nada…
-¿I ahora si lo
tienen?- Arístides replicó enfático poniéndose las manos en la cabeza mientras
parecía esperar una respuesta inmediata y sin embargo no dejó que el cura
replicara. - ¿A unas bolsas de comida y a dejar que los cubanos, con su G2
hayan penetrado todos los estamentos de este país, a eso es a lo que llamas tú
la participación del pueblo en las ganancias? ¡Carajo! ¿Estás ciego o te haces
el loco? ¿No sabes nada de la boliburguesía? ¿No consideras acaso que la
entrega de los estamentos militares a las directrices de los militares cubanos
es una vil traición a la patria?
Yagüe replicó
presto: -Creo que nos estamos desviando del tema y de porqué vine a verle
profesor. El cura al decir esto, pareció querer adoptar un tono más
conciliador, y sin dar tiempo a que Arístides replicara, agregó. -Le hablé
sobre alguna gente peligrosa y eso no pareció interesarle mucho. Usted se
caería deapatrás si le nombro a algunos personajes que están metidos hasta el
cuello en negocios muy turbios. Ellos son de los que usted podría creer que son
sus amigos, le digo que son aparentemente oposicionistas, y están podridos en
dinero pero son unos pillos… ¡Empresarios, comerciantes, banqueros
inescrupulosos! ¡Ojh!
El profesor
Sarmiento se adelantó entonces para preguntarle. -¿Cuántos presos tenemos por
delitos de opinión? ¿Cuántos periodistas están siendo perseguidos por decir lo
que piensan? ¿Cuántos están tras las rejas por corrupción?, ¡Ja!... El profesor
Sarmiento parecía haber cambiado el ritmo de la discusión, pero Omar haciendo
gestos negativos prosiguió su disertación.
-De esto, de las
intransigencias, no quiero saber, pero he venido a pedirle que me ilumine para
salir de un embrollo en el que estoy metido. Por esto es que he querido venir a
hablarle esta noche. Hablarle de mi isla. La isla de mi proyecto. Ahora creo
saber qué es lo que viene preparándose para mi isla, y le repito que esto que
sé, que recién conozco, no me gusta. Por eso es que he querido que conversemos
sobre lo que le he contado, lo que le he confiado, lo que me tiene muy
preocupado. No vine a hablar de vainas sobre presos políticos y de escuálidos
resentidos, menos aún deseo hablar sobre política internacional…
-Es que padre Yagüe, usted tiene
que saber bien que la revolución bolivariana prometió implantar aquí un modelo
que ya ha demostrado su inviabilidad y su fracaso en el mundo entero desde la
caída de la Unión Soviética y de los países detrás de la Cortina de Hierro.
Pero es ese, el modelo que obsesiona al presidente y su paradigma es el modelo
cubano; lo que él denomina “la isla de la felicidad”. Cuba, una isla que
necesita de nuestros generosos subsidios para subsistir. Los tuvo cuando los
rusos jugaban a la guerra fría. Este, el que se está planteando para nuestro
país, como otros sistemas autocráticos, son modelos políticos que persiguen a
la disidencia, donde no se respetan los derechos humanos, ni la propiedad
privada, donde no existe la alternabilidad republicana ni hay equilibrio de los
poderes del Estado; el juego de las ideas y la libertad de expresión están
conculcadas, y esto bien lo sabe usted. Cuanto le leí antes, sucede en el
mundo, y tiene que ver directamente con lo que nos ocurre aquí adentro. Esto
del mundo globalizado es un hecho. Estamos, aunque no nos agrade saberlo,
metidos en un lío internacional y ha sido ésta, nuestra República, quien así lo
ha decidido. Agentes de la CIA, que no son unos inocentes, han destapado
algunas claves sobre cosas que ahora todo el mundo conoce. Se ha publicado
bastante, también sobre Irán y sus proyectos sobre la energía nuclear. Cuando
el río suena, ya usted sabe. ¿Acaso no fueron agentes de la CIA quienes
acabaron con la revolución de Allende? Todos lo sabíamos y no fue hasta que el
gobierno militar de Pinochet cayó cuando todo lo sucedido se pudo hacer
público. Así han sido los gobiernos de militares en América. ¡La CIA no es el
Corazón de Jesús! ¿Quién no lo sabe? Es una verdad tan grande, casi como no
querer aceptar que este es un gobierno militarista, centralizado y autocrático que paso a paso nos está
conduciendo hacia una tragedia nacional.
El cura Yagüe se
levantó de su asiento y avanzó unos pasos por la habitación. Arístides
aprovechó el momento para retomar uno de los infolios que reposaban en la mesa,
y de nuevo insistió, presentándolo ante él.
-Permítame que le lea esta otra noticia. Escúcheme: “Se ha podido
demostrar fehacientemente que fue a través del Kurdistán iraquí como Teherán
logró obtener la tecnología necesaria para fabricar ojivas nucleares, misiles
como los que se creían que solo poseen los gobiernos de Gran Bretaña y de los
Estados Unidos”. Estas son noticias del año pasado. Esto no es nada nuevo
Omar… Ahora vienes tú, y me cuentas sobre tus socios iraníes y me hablas de
unos sótanos y de unos laboratorios en nuestras narices, aquí mismo frente a la
“ciudad de fuego” y… ¿Te parece que esto que te estoy leyendo es una bobada?
¡Medicamentos genéricos!
El padre Yagüe
se volvió hacia el profesor con un gesto de rabia o de dolor. De momento
pareció desesperar e hizo un ademán como de ponerse a llorar cuando compungido
expresó.
-¿Qué quiere que le diga?
¿Palabra de Dios?
Todo el texto anterior es extraído de mi novela “El
año de la lepra”. Editada el año 2012 por elotro@elmundo (Mérida), distribuida
por EdicVen; y destaco no haber percibido jamás, ni un céntimo por ella, y sin que
pueda tampoco dar información alguna de si todavía existen ejemplares editados…
Pero volviendo al tema: no creo sea premonitor lo que dije en la novela, pues tan
solo relata hechos precisos, conocidos de todos, acaecidos el año 2011 y hoy
día, en 2020, el país continúa viviendo en una narcotiranía, en total bancarrota
y controlado por los mismos malandros: (y,
de nuevo, cito) “aparentemente
oposicionistas, y están podridos en dinero pero son unos pillos… ¡Empresarios,
comerciantes, banqueros inescrupulosos! ¡Ojh!!”
Es como para repetir incesantemente… “que
vea quien tenga ojos y que oiga quien tenga oídos”…
Maracaibo, martes 4 de febrero, del
año 2020
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