… el ratón del queso?
Hace un
par de años dije algo sobre las ideas de escritor español Javier Cercas a
propósito de lo que uno piensa que debería esperar, cuando la gente lee lo que
uno ha escrito, y hablaba entonces en aquel momento de “el lector soñado” (https://bit.ly/2gtCY2Y)... Pero, ¿qué tal si al leerte no te entienden?, o
si leen las cosas que escribes y las creen, pero al revés, o las leen
correctamente pero las interpretan sin un elemental sentido común… ¿Es que
acaso esto puede ser posible? Hace días que he vuelto sobre esta idea y se me
ocurre que puede suceder, hasta con amigos y al pensarlo, siempre viene mi mente una muy antigua viñeta de El
Nacional que decía: “Amigo, el ratón del queso”…
Tengo amigos, quienes para colmo,
dicen ser amigos de verdad, al menos ante mí. Así se autodenominan ellos, son
pocos, ciertamente, pero son amigos, que al leer noticias, prefieren usar
gríngolas para solamente entender o interpretar lo que leen en una sola
dirección. Impresionan como si mantuviesen mentes unidireccionales, ¿aleccionadas?
Vale pensar en inteligencia emocional, en “chips” insertados en el cerebro, en
replicantes y hasta en hipnotismo. No son brutos, puedo garantizarlo… Son
capaces de desafiar la lógica más elemental, esa que se imagina uno que es
capaz de imponerse con una limitada inteligencia, e insisto, no son brutos. Pongo
un ejemplo, creo que será fácil de entender. Uno de estos amigos, ante una
imagen nocturna de “Google-earth”, admirando una península rutilante en el sur me
decía… “Fíjate como apagan todas las luces en Corea del Norte, ellos lo hacen para
ahorrar energía, ese si es un país soberano, esos chinitos sí que saben”…
Piensa uno, que bastaría poseer una mente medianamente clara, adquirida quizás
gratuitamente desde sus genes, o posiblemente, hasta ganada tras el curso de
generaciones enteras para ser capaz de pensar y decir otra cosa, algo diferente.
Ese lector soñado, que solo entiende
lo que lee, pero va en contra de toda lógica, posiblemente no cree en la
historia, sino en lo que le han venido contando, o la él ha ido asumiendo o
consumiendo con el tiempo. Lo entiendo, porque es mi amigo, y lo quiero excusar
diciéndome que en el fondo no es tan culpable de sus mediatizados razonamientos.
Recuerdo que Chávez llegó a la presidencia con el 56% de los votos en el año
1998 y la población electoral en
el 99 aprobó la nueva constitución con el 79% de los votos. El país se suponía
habría de comenzar a cambiar y en realidad los ingresos petroleros se
quintuplicarían y no obstante tenemos el país que vivimos actualmente. Estos
dizque amigos, son capaces de hablar y hasta de escribir favoreciendo los
desmanes de nuestra narcodictadura, ésta que 20 años después nos obliga a vivir
en un país destruido…
Es como el cuento que les decía sobre la visión
nocturna de Corea del Norte. El gusanillo del fanatismo de éstos panas, priva
en el fondo de sus mentes y las consignas antimperialistas los descontrolan. Los he visto, y repito que estos amigos no son
brutos, creo que si entienden lo que sucede, pero se sienten obligados a adoptar
sus consabidas poses para sentirse solidarios con ideologías que tempranamente les
fueron insertadas, aunque sean trasnochadas y aunque por demás, les conste que históricamente
han demostrado llevar a millares de seres humanos a la ruina y a la muerte. A
pesar del conocimiento de ello, mis soñados lectores, impávidos, ¡persisten!
Los veo, y me digo, sé que no son brutos, pero a ellos pareciera no
interesarles aceptar la verdad, les importa más sus dogmas y ante la miseria
humana, permanecen impávidos, cual si no fuese con ellos.
Se han dejado persuadir y se han
fanatizado, y ya así es más difícil que puedan recuperarse... Una vez le dije a
uno de ellos que yo con fanáticos no llegaba ni a la esquina, y creo que ni me
entendió. Pero, ¡carrizo!, me digo, que algunos son bastante inteligentes… Esto
termina siempre provocándome una profunda tristeza. Estamos viviendo una larga
noche en la historia universal. En nuestro país, el de nosotros, sí, donde las
bienhechurías derivadas del aura blanca de la cocaína no se quedan atrás, hemos
venido escuchando durante dos décadas constantes
emisiones mediáticas, consignas populistas engañosas sembradoras de odio
divisionista que han minado a toda una población pobre, logrando hacerla
dependiente, ahora totalmente depauperada. Nada hay peor que el fanatismo. Basta
con el actual ejemplo del llamado “Estado Islámico” para aceptar que estamos
viviendo tiempos difíciles. Puede que tal vez sea en la oscuridad del fondo de la caja de Pandora
donde esté la esperanza depositada, y quién sabe si será hasta allá donde
habrán de llegar nuestros soñados lectores inteligentes, ya que de su probable
capacidad de razonar normalizándose y regenerar sus ideas, siento que dependerá
que podamos vislumbrar un esperanzador futuro.
Mississauga, Ontario, un 25 de
febrero del año 2019
2 comentarios:
Excelente comentarios profesor. Lamentablemente todos tenemos amigos asi.
Puro cierto don Jorgito desafortunadamente el humanismo brilla por su ausencia. Prevalece “don interés cuanto vales” y por eso nuestro mundo es progresivamente decadente.
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