domingo, 3 de febrero de 2019

Brueghel y Andrés Vesalio


Brueghel y Andrés Vesalio

Pieter Bruegel (Brueghel) el viejo (1525-1530) fue el artista más importante de la pintura del Renacimiento Holandés y Flamenco. Pintor e impresor de Brabante, muy conocido por sus paisajes y escenas de personas de la época, marcó su influencia en la Era Dorada de la pintura Holandesa donde fue determinante. Perteneció a la primera generación de artistas que cesaron de trabajar primariamente temas religiosos. Después de viajar por Italia en 1555 se establecería en Antwerp donde trabajó intensamente en pinturas y grabados. En mi última novela publicada “Vesalio el anatomista”(2011), después de naufragar en el mar Egeo y reposando en una choza de la isla de Zakynthos, Andrés Vesalio recuerdaría al pintor flamenco y su relación de amistad con él. Aquí les regalo un fragmento del texto de la novela.

“Ahora llueve copiosamente sobre Zakynthos. Él había recordado las escenas de aquella pintura que había visto en el taller de Pieter Brueghel, cuando había tenido la oportunidad de conocer al pintor en Amberes. Pieter nacido en un pueblo de Brabante y más joven que Andrés, era reconocido ya desde el año 1551 como maestro del gremio de pintores de Amberes. La gran amistad y las conexiones que el pintor tenía con los expertos maestros del grabado e impresores de aquella ciudad, había sido determinante para que Pieter Coecke van Aelst, considerado el decano del gremio de artistas, pintores y arquitectos, le fuese presentado en una especial ocasión. El recuerdo de Breughel, el discípulo preferido de Pieter Coeck, lo asociaba con Mayke la hija del maestro Coeck. Pieter siempre estuvo enamorado de Mayk, y terminaría casándose con ella y Andrés conocía la historia de cómo el pintor la amaba desde cuando siendo una niña, la había llevado en sus brazos. Recordó Andrés cuando Pieter vivía en una casa con tejados escalonados de estilo medieval flamenco en el número 132 de la principal rue Haute. Se había trasladado al barrio de Marolles en Bruselas, en el mismo vecindario donde Andrés había vivido con Anne y con su hija durante muchos años. Pieter Brueghel se casaría, en 1563, con Mayken Coecke, la hija de su maestro Pieter Coecke van Aelst en la iglesia de Notre-Dame de la Chapelle, y Andrés Vesalio, recordó su suerte, al haber podido intimar con el pintor… Andrés siente la lluvia repiqueteando sobre el tejado de la choza que lo alberga. A pesar de que el sueño lo embarga, todas aquellas remembranzas lo llevaban hacia los lienzos con las pinturas que él había visto personalmente… Sin duda alguna por sus contactos en Amberes… Entonces Andrés pensó en Cornelia y en sus viajes, para verse con ella a la ciudad de los canales… De cierta manera, en los momentos que atravesaba el anatomista, al pensar en Cornelia le remordió la conciencia, más prefirió agitar su cabeza para desterrar culpas y regresar a detallar las pinturas. En los días cuando tuvo la oportunidad de visitar al pintor en su casa de Bruselas, él había visto detalladamente algunas de sus obras. Pieter estaba trabajando en La torre de Babel, y Andrés admiraría en su taller, igualmente los lienzos de “El triunfo de la muerte” y el de “La caída de los Ángeles Rebeldes”. Se estremeció pensando en unas pinturas de Hyeronimus Bosch, otro artista flamenco ya fallecido. Andrés recordó como varias de las obras pictóricas de Hyeronimus a quien los españoles apodaban El Bosco, a pesar de sus apocalípticas escenas, eran muy apreciadas por el rey Felipe II. Él las había visto en el Escorial”…










Mississauga, Ontario, 3 de enero, 2019

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