Conrad y Coppola
La literatura ha sido fuente de
inspiración inagotable para el cine. En 1899 el escritor polaco Joseph Conrad
escribió una sensacional novela El corazón de las tinieblas. La escribió en inglés, su tercer idioma, y en ella nos
cuenta la historia del viaje de Charlie Marlow remontando el río Congo y su
llegada a una estación comercial donde contempla las aberraciones que los
colonos cometen con los nativos en pleno colonialismo de África
y donde va en busca de Kurtz, persona
encargada de una estación de explotación de marfil en el interior de la selva, quien
parece haberse erigido en una especie de dios, pero que se encuentra
terriblemente enfermo y preso de la locura. Apocalypse
Now es una película
bélica dirigida por Francis
Ford Coppola en 1979, con
guión de John Milius y del propio Coppola, basado en gran parte
en la novela El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.
Apocalypse Now transcurre durante los años 60 y tiene como
escenario la guerra de Vietnam. En la película de Coppola, Benjamin Willard, interpretado por Martin
Sheen, obedeciendo órdenes de sus superiores, tiene que remontar el río Knong
para llegar hasta Camboya, donde el coronel Walter Kurtz, interpretado por
Marlon Brando, se ha convertido en una especie de semidiós para los nativos del
lugar. Pudiera decirse que Apocalypse
Now es la película cumbre de la guerra
en Vietnam y del Ejército de los Estados Unidos. Su argumento plantea como el capitán Willard es
enviado a llevar a cabo una misión que, oficialmente "no existe, ni nunca
existió" para buscar a un misterioso coronel boina verde, Walter Kurtz,
cuyo ejército ha cruzado la frontera hacia Camboya y está llevando a cabo misiones
contra el Vietcong.
Ambos personajes el de la novela y el de la
película, habían visto hasta qué punto puede llegar a degenerarse el corazón
del ser humano. Marlow vio la masacre llevada a cabo por el
imperialismo salvaje de Leopoldo II en el Congo, es el caso de la novela de Conrad,
y Willard, en el caso de la película de Coppola, nos narra los desastres de la
guerra de Vietnam y su influencia en los soldados que participaron en esa
contienda. Ambos personajes, Marlow y Willard hanbrían sido testigos de la más
baja degeneración del ser humano y al parecer se han contagiado de esa
oscuridad profunda, de esas tinieblas, que surgen en los corazones de los
hombres cuando el mal nos rodea por todas partes. El mal es algo innato en los
seres humanos, no es de carácter sobrenatural: “La
creencia en una fuente sobrenatural del mal no es necesaria; el hombre por sí
mismo es muy capaz de cualquier maldad”, como dice Marlow en un
momento de la novela.
El ejército en el filme, cree que Kurtz se ha vuelto completamente loco
y la misión de Willard es eliminarlo. Willard, enviado por el río Nung en un
barco patrulla de la Marina de los Estados Unidos, descubre que su destino es
uno de los oficiales más condecorados del Ejército... Después de algunos
encuentros espeluznantes, en los que varios de sus hombres son asesinados,
Willard, Lance y Chef, tienen al coronel Kurtz a su alcance. El
contenido de ambas historias, es casi el mismo, pero en Apocalipsis Now la muerte de Kurtz
se produce por motivos diferentes que en la novela de Conrad. Coppola, a partir
de la adaptación, crea algo totalmente nuevo, ya que en la obra de Conrad el
personaje de Kurtz muere de enfermedad, es decir, de muerte natural, mientras
en la película de Coppola, Kurtz es asesinado por Willard por orden de sus
superiores. Al final, la frase que el personaje de Brando le suelta a Willard
es: “He visto
horrores… horrores que usted ha visto. Pero no tiene derecho a llamarme
asesino, tiene derecho a matarme. Tiene derecho a hacerlo, pero no tiene ningún
derecho a juzgarme”.
Pero Willard no mata únicamente al Coronel Kurtz, un miembro del
ejército americano, sino que llevando a cabo tal gesto, Willard se convierte en
el asesino de un “Dios hecho hombre”, de una persona que los nativos
consideraban una deidad. De esta forma, al final de la película, cuando Willard
sale del templo donde acaba de dar muerte a Kurtz, los nativos se arrodillan a
su paso en señal de adoración dando a entender que los poderes divinos de Kurtz
han sido traspasados a Willard, convirtiéndose así en nuevo Dios para los
nativos. El
antropólogo inglés J.G. Frazer cuenta en su libro La Rama Dorada que a los reyes del fuego y
del agua en Camboya “no se les permite morir de muerte natural y por esto
cuando algunos de estos reyes míticos está seriamente enfermo y los jefes de la
familia piensan que no va a recuperar la salud lo apuñalan”. No es casualidad
que en la mesilla que había junto a la cama de Kurtz se pueda ver claramente un
ejemplar de este libro junto a otro de los Four
Quarters de T. S Eliot,
dejando bastante claro que Coppola
cambió el final conscientemente con respecto a la novela de Conrad para dejar
esa sensación de que todo en este mundo es capaz
de regenerarse, aunque
su germen esté en el mal más profundo. No es de extrañar que la
película empiece con los sonidos de helicópteros que incendian con Napalm la
selva vietnamita mientras de fondo suena como banda sonora el tema The End de Jim Morrison. La regeneración por el fuego,
el sentido cíclico de la vida, la destrucción da paso a un nuevo orden, el
final convirtiéndose en principio.
Mississauga, Ontario, el 17
de febrero del año 2019
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