sábado, 9 de abril de 2016

Robert Louis Stevenson



Robert Louis Stevenson

Robert Louis Balfour Stevenson, novelista, poeta y ensayista escocés quien vivió en tiempos de rancio puritanismo, nació en Edimburgo y fue un joven rebelde, hijo único de su padre Thomas Stevenson, un ingeniero constructor de faros, y de su madre Margaret Isabella Balfour de Stevenson, ambos presbiterianos de la iglesia de Escocia. La madre de Robert tenía problemas de salud por lo que se le asignó al niño una niñera calvinista apodada “Cumy” quien le relataba historias terroríficas que le quitaban el sueño pero que él disfrutaba y siempre la recordó con cariño. Después de estudiar en escuelas públicas y privadas de su ciudad, comenzó a estudiar Ingeniería Náutica, pero finalmente, más interesado por las letras y el derecho se graduaría de abogado en la Universidad de Edimburgo en 1875. Sortearía en su vida dos graves problemas, los conflictos familiares y una salud precaria. Stevenson será un viajero incansable y su obra especialmente novelística tendrá mucho que ver con sus viajes por el mundo. En 1876, a los veintiséis años, en Francia conoció a Fanny Osbourne, una dama estadounidense, que estaba separada de su marido y de quien Robert se enamoraría. Él publicó su primer libro en 1878. Ella partió a California, para tramitar su divorcio, y Stevenson la siguió y un año después, en 1879, se casó con Fanny a los treinta años. En los Estados Unidos, Stevenson conoció el salvaje oeste norteamericano, vivirían en el Valle de Napa haciendo trabajos de minería, él todo el tiempo padeció de mala salud por problemas pulmonares, posiblemente tuberculosis. De vuelta a Europa se radicarían en Davos, Suiza,  y luego en La Riviera francesa antes de regresar a Inglaterra en 1884. Tres años más tarde partieron a Nueva York, donde Stevenson conocería a Mark Twain, y regresarían a California. Desde San Francisco, decidieron viajar a las islas del Pacífico Sur, inicialmente en Hawái donde hizo amistad con el Rey Kalākaua, finalmente viajaría toda la familia, estarían en Australia y se establecieron en Samoa. Robert con los dos hijos de Fanny, y la de ellos, Belle, y también con su señora madre viuda de Stevenson. Los aborígenes de la isla lo bautizaron como Tusitala "el que cuenta historias". Stevenson, por otra parte, se implicó en la política local y tomó partido por uno de los jefes locales contra la dominación alemana del archipiélago. En la prensa británica escribiría sobre la penosa situación samoana. Robert Louis Stevenson falleció a los 44 años por un accidente vascular cerebral en su hogar en Vailima, Samoa, el 3 de diciembre  de 1894. Su tumba está en un monte que mira al mar. En esa época, Lloyd el hijo de Fanny fue nombrado vice cónsul de los Estados Unidos en Samoa.

Sus novelas más conocidas, La isla del tesoro y El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde que fueron escritas entre 1883 y 1886.  En esta época Lloyd, el hijo mayor de Fanny tenía 12 años y para su disfrute, se dice que Stevenson escribió para su hijo adoptivo la historia sobre los piratas y el tesoro de una isla imaginaria. Otras obras serían El príncipe Otón en 1885. Secuestrado en 1886. La flecha negra, El señor de Ballantrae, El muerto vivo. La isla de la aventura. Sus cuentos serían numerosos. Nuevas noches árabes, Cuentos de los Mares del Sur, Janet la torcida, El club de los suicidas, Los ladrones de cadáveres, Markheim, Jardín de versos para niños, Olalla, Aventuras de un cadáver, El diablo de la botella.
 
Yo he querido escribir sobre Stevenson porque fui un entusiasta lector de este escritor y tuve la oportunidad en mi infancia y juventud de leer muchas de sus obras, novelas de aventuras en tierras de Escocia, en el oeste norteamericano, en las islas de Pacífico Sur, con una prosa siempre brillante y un estilo de aparente sencillez donde lo imaginario y fantasioso se fundía con el pasado y con lo insólito y lo sobrenatural. Para muestra, he aquí los títulos de las novelas y cuentos publicados en español y en cual año fueron escritas. De 1876 Un viaje al continente, en 1876 Apología de los ociosos y otras ociosidades,1881 Estudios familiares del hombre y los libros,1881 Janet la torcida, 1882 Las nuevas noches árabes, 1882 El club de los suicidas, 1883 La isla del tesoro, 1884 El ladrón de cadáveres,1885 El dinamitero,1885 Markheim,1885 Olalla,1886 Las aventuras de David Balfour,1886 El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde,1887 Los hombres del mundo alegre,1888 La flecha negra,1889 El Señor de Ballantrae,1889 Aventuras de un cadáver,1891 El diablo de la botella,1892 La resaca, 1893 Noches en la isla,1893 Cuentos de los mares del sur,1894 La isla de la aventura.

La prosa de Stevenson pareciera encerrar un mensaje oculto, un algo que pareciera residir en la cotidianidad, algo que flota en sus ambientaciones o que nace y aflora de los mismos personajes creados por el autor. El mismo Stevenson decía sobre la estructura narrativa “Cada cosa debe ir en su lugar correspondiente en una narración, todos los detalles deben complementarse mutuamente, como las notas musicales”. Ya Flaubert había dicho algo parecido; “Una frase verdaderamente buena en prosa debe ser como un verso logrado en poesía, algo que no se puede cambiar, e igual de rítmico y sonoro”. En otra ocasión dijo Flaubert refiriéndose a una parte de su novela Madame Bovary, “Si alguna vez se han trasladao lo valores de una sinfonía a la literatura, habrá sido en este capítulo de mi novela”. En realidad ya lo mencionaba Vladimir Nabokov en sus lecciones de literatura, que “sin Flaubert no habría habido un Marcel Proust en Francia, ni un James Joyce en Irlanda y Chejov en Rusia no habría sido del todo Chejov”. 

Hay algo en la muerte de Stevenson en Samoa que nos transporta a vivencias de su novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde donde se bebe vino añejo con frecuencia y se repara un brebaje maléfico que transforma al médico en su otro yo… Bajó Stevenson al sótano de su casa donde tenía una bodega para seleccionar una botella de vino de Borgoña y ascendió, la descorchó en la cocina y de repente llamó a su mujer. Él creyó percibir algo extraño, y angustiado le preguntó qué era lo que le acontecía y ¿por qué le estaba cambiando la cara de esa manera?... “Como me ha cambiado la cara”, eso le dijo y cayó al suelo. Moriría un par de horas después. Este final es relatado por Nabokov, el autor de la novela Lolita en un análisis sobre la literatura de varios escritores ingleses. Stevenson escribiría su novela sobre Mr. Hyde y el Dr. Jekyll durante una temporada que estuvo en cama por sus episodios de hemorragias pulmonares, viviendo en Bournemonth a orillas del Canal de La Mancha en Inglaterra. Se ha dicho que sin poder olvidar al Don Quijote de Cervantes en el siglo XVI ni a los viajes de Gulliver de Swift, o el Cándido de Voltaire en el siglo XVIII, bastaría con mirar a los novelistas franceses del siglo XIX Víctor Hugo, Dumas, Balzac, Flaubert, Stendall y Zola, todos como Dickens en Inglaterra, imbuidos en la idea de escribir mostrando un realismo de contenido social que mostrara la comedia humana para revelar las miserias y convencionalismos de aquella época. Sin duda alguna que la revolución industrial y el colonialismo iban a influir directamente en la novelística inglesa y francesa del siglo XIX. Pero de estos detalles podemos conversar algo más en otra oportunidad.

Maracaibo, 9 de abril de 2016

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