Emilio Salgari
Emilio
Salgari fue un escritor y periodista italiano, quien nació en Verona el 21
de agosto de 1861 estudió en la Escuela Técnica y el Instituto Naútico de
Venecia, sin terminar sus estudios. Al regresar a Verona se hizo periodista de
la Nuova Arena, donde publicaría por entregas las novelas El tigre de la Malasia y La favorita del Madhi. En 1892 se casó
con Ida Peruzzi y le daría a sus hijos el nombre de sus personajes: Fátima,
Nadir, Romero y Omar. Escribió principalmente novelas de aventuras ambientadas
en los más variados lugares como Malasia, el Océano Pacífico, el mar de las
Antillas, la selva en la India, el desierto y territorios salvajes de África,
el oeste de Estados Unidos, las selvas de Australia e incluso los mares árticos.
Creó personajes que alimentaron la imaginación de millones de lectores, tal vez
el más conocido de ellos sea el pirata Sandokán.
En los países de habla hispana su obra fue particularmente popular, al menos
hasta las décadas de 1970 y 1980.
Emilio
Salgari nació en el seno de una familia de pequeños comerciantes. Comenzó
sus estudios en 1878 en el Real Instituto Técnico Naval «Paolo Sarpi», de
Venecia, sin embargo no llegó a obtener el título para ser como deseaba, un capitan
de navíos de gran cabotaje. Su experiencia como marino se vio limitada a
algunos viajes en un navío escuela y un viaje, probablemente como pasajero, en
el barco mercante Italia Una, donde navegó durante tres meses por el
Adriático. No se conoce que realizase más viajes, aunque el propio autor afirmó
en su autobiografía que muchos de sus personajes están basados en personas
reales que él conoció en su vida como marino. Salgari se daba a sí mismo el
título de «capitán» e incluso así se firmó en algunas de sus obras.
La primera
publicación de Salgari fue el relato breve I selvaggi della Papuasia, que apareció por entregas en un
periódico de Milán a partir de
julio de 1883. Ese año se inició en el periódico veronés La Nuova Arena
con la publicación de su primera novela, Tay-See,
que vería después la luz con el título de La
rosa del Dong-Giang. En octubre del mismo año comenzó a publicarse El tigre de Malasia, primera
versión de la novela inaugural del ciclo de Sandokán, que se editaría
posteriormente titulada Los tigres de Mompracem. La primera
novela en publicarse independientemente fue La favorita del Mahdi, en 1887.
En su prolífica carrera como escritor, Salgari
escribió, ochenta y cuatro novelas y un número de relatos cortos imposible de
determinar. Son novelas de aventuras ambientadas en lugares exóticos. El
Corsario Negro es probablemente la más perfecta de las novelas de
Salgari. En ella, el caballero Emilio di Roccanera, el Corsario Negro, vive la
acción y las aventuras en una magnífica novela de piratas, donde se encuentra
la fascinación del mar, de la jungla, de los combates entre barcos con el
abordaje de los piratas, y del amor. En la novela Salgari pretendió mostrar su
agradecimiento a la Casa de Saboya reinante entonces en Italia, la que en 1897,
le había nombrado caballero. El protagonista de la novela, el Corsario Negro es
italiano, es el señor de Ventimiglia emparentado con los Saboya. Los otros
corsarios, el Verde y el Rojo lucen los dos, colores, relacionados con la
bandera italiana. Resumidamente, relata como Carmaux y Wan Stiller al escapar
de la horca se encuentran con el barco del Corsario Negro en alta mar. Carmaux le
cuenta que el Corsario Rojo (su hermano) ha muerto valientemente por una traición;
el Corsario Rojo se dirigía a vengar la muerte de el Corsario Verde cuando cayó
en una emboscada que les tendió el gobernador de Maracaibo Wan Guld. El
Corsario Negro decidió rescatar el cuerpo de su hermano y vengarse matando a
Wan Guld y a toda su familia. Así arribarían a Maracaibo y desde allí,
perseguirán al gobernador por la selva y por el lago, con la ayuda del famoso
pirata El Olonés lucharán contra los indios y las fieras, contra la fortaleza
que defiende la ciudad de Maracaibo y terminarán en Gibraltar, y otros en La
Tortuga isla de refugio para los piratas. Al final, el Corsario Negro terminará enamorado
de una joven quien resultará ser hija del odiado gobernador de
Maracaibo. Otro protagonista de un ciclo de once novelas,
el más extenso de Salgari, es el pirata Sandokán,
llamado «el tigre de la Malasia». Sandokán es un príncipe de Borneo
desposeído de su trono por el colonialismo británico. Los británicos y el «rajá
blanco» son los principales enemigos del héroe. El ciclo mezcla dos líneas
narrativas: la protagonizada por Sandokán y Yáñez con otra, que comienza en la
India, protagonizada por el indio Tremal-Naik y el mahrato Kammamuri Los
misterios de la jungla negra en su lucha contra los thugs, adoradores de la
diosa Kali. Ambas novelas confluyen en otra novela Los piratas de Malasia,
donde Tremal-Naik y Kammamuri ese hacen amigos y seguidores de Sandokán y de
Yáñez.
En enero
de 1892 Emilio Salgari contrajo matrimonio con la actriz de teatro Ida
Peruzzi. Ese mismo año nació la primera hija del matrimonio, Fátima, a la que
siguieron tres varones, Nadir (1894), Romero (1898) y Omar (1900). También en
1892 el escritor trasladó su residencia a Turín donde trabajó para la editorial
Speirani, especializada en novelas juveniles. Gracias al éxito de sus obras,
consiguió un puesto como redactor fijo en La Nuova Arena, posición que mantuvo
hasta 1893. En ese entonces ofendido por haber sido llamado «mozo» por el
periodista Giuseppe Biasioli, lo desafió a duelo y como resultado, Biasioli
tuvo que ser hospitalizado y Salgari pasó seis meses en la cárcel. En 1898 el
editor Donath convenció a Salgari para que se mudase a Génova donde trabó
amistad con quien sería el más destacado ilustrador de su obra, Giuseppe Gamba.
En 1900 Salgari regresará a Turín. Las circunstancias económicas de la familia
se complicarían rescindieron el contrato para la Editorial para la cual
escribíría hasta su muerte en 1911, un total de diecinueve novelas. No obstante
su éxito entre el público juvenil fue creciendo, llegando algunas de sus
novelas a alcanzar tiradas de 100.000 ejemplares. Sin embargo, su desequilibrio
psíquico y la locura de su esposa, quien tuvo que ser internada en un
psiquiátrico cerca de Turín, hechos estos que terminarían llevándolo a un estado depresivo. En 1889 se suicidó el padre de Salgari,
siendo el primero de una impresionante cadena de suicidios familiares que
incluye el del propio escritor (1911), el de su hijo Romero (1931) y el de su
otro hijo Omar (1963). Salgari, después de un intento fallido en 1909, se
quitará la vida unos días después de saber de la muerte de su esposa, abriéndose el vientre con un cuchillo según el rito japonés
conocido como harakiri, en
abril de 1911. Dejó escritas tres cartas, dirigidas, respectivamente, a sus
hijos, a sus editores y a los directores de los periódicos de Turín. La carta a
sus editores era elocuente. “A vosotros,
que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una
continua semimiseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias
que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo
rompiendo la pluma. Emilio Salgari.
Hay quien ha descrito a
Salgari como un fallido "capitán de gran cabotaje” mentiroso,
despilfarrador, un alcohólico hosco, perverso y quizás sifilítico (Di Carlo R. La Jornada semanal, octubre 2002), se ha
dicho que en 1909 Salgari intentaría suicidarse arrojándose sobre una espada. Mis recuerdos de Emilio Salgari se remontan a El
Corsario Negro, la conexión de la novela con Maracaibo lo hacía
especial, y a Sandokán el tigre de la Malasia, por eso. No hace mucho tiempo
cuando por vez primera leí sobre la tragedia que en vida parecía haber padecido
este famoso escritor. Fue leyendo a Rosa Montero en La loca de
la casa, donde ella señalaba como Salgari “escribió decenas de novelas llenas de trepidantes aventuras exóticas,
de mares bravíos y saingladuras épicas pero fue un pobre hombre que quiso ser
marino y no pudo… tuvo una existencia tristísima, estaba comido por las deudas,
su mujer enloqueció y él era un depresivo” Las circunstancias económicas de la familia
se fueron haciendo más difíciles, y a pesar de su incansable trabajo, en 1907
cesó su contrato con Donath y pasó a trabajar para la editorial Bemporad, con tiradas
de 100.000 ejemplares en algunas de sus novelas. Sin embargo, su desequilibrio
psíquico y la locura de su esposa, quien tuvo que ser internada en el
psiquiátrico de Collegno, lo llevarían en 1911, seis días
después de la muerte de Ida, al suicidio dándose de navajazos. Como sus
héroes llenos de vida incluso en las desventuras, los estudiosos salgarianos, han
podido tener acceso a su historia clínica y a la de su esposa. Hay quienes ven a este Salgari como un
escritor maldito, que pareciera estar más cerca de Baudelaire que de Verne. La
escritora Patrizia Finucci Gallo, escribió un libro “99 suicidi eccetto uno, il mio”, sobre diez escritores suicidas;
Klaus Mann y Cesare Pavese, Antonia Pozzi y Guido Morselli, Jack London y Stig
Dagerman, Attila Jòzsef y Bruno Bettelheim, Jan Améry, quien dedicó un libro
entero a su inminente suicidio y Emilio Salgari, quien pareció despistarnos a
todos, era el escritor de novelas para jóvenes, que amaba profundamente a su
esposa a quien llamaba Aida como la de la ópera de Verdi. Ida Peruzzi, bonita, morena, acaudalada joven
quien se había casado a los veintitrés años, de quien la periodista Patrizia Finucci
Gallo, diría: “ambos escindidos,
enamorados pero viciosos, alcohólicos, pero padres de cuatro hijos; pareja muy
famosa pero sin status social; él, muy bien pagado, pero siempre sin un
centavo". Hay quienes, fieles a Salgari, continúan sosteniendo la escisión
entre el hombre y el escritor, e insisten en que "Ida no era sólo la Perla de Labuán, Ida era todos los héroes de
Salgari. La relación entre ellos era muy fuerte y estaba inmersa en la ficción;
para ellos, la fantasía en la que escogieron vivir se había vuelto realidad.
Con el internamiento de Ida, quedaría el
hombre, que no pudo más y al encontrarse que ya no sabía narrar: se mata."
Maracaibo
12 de abril del 2016
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