miércoles, 10 de abril de 2019

Unión de dos especies humanas, distintas…


Unión de dos especies humanas, distintas…

Cuanto más se sabe sobre la cronología evolutiva del linaje humano, más se aparta la realidad del clásico dibujo que muestra una fila india de homínidos caminando mientras se yerguen y pierden el vello hasta llegar a un sapiens lampiño. Hace cerca de 50.000 años, por lo menos dos especies diferentes de homininos vivían en Eurasia: los neandertales en el oeste, ocupando la mayor parte de Europa occidental, y los denisovanos en el este. Desde hace años, los paleontólogos estaban convencidos de que ambas especies se cruzaron, dejando una descendencia común. Una parte del genoma de los humanos modernos, procede directamente de estas dos poblaciones humanas diferentes.

La secuenciación de un genoma hallado en 2012, en las cuevas de Denisova que son unas cavernas ubicadas en el macizo de Altái , en Siberia, cerca de la ciudad rusa de Chiorny Anui, ha revelado que se trata de un descendiente real de neandertales y denisovanos, lo que resultó ser la clave para reconstruir su evolución. Viviane Slon, palenteóloga y geneticista del Instituto Max Planck en Leipzig, Alemania, tres años atrás cuando las pruebas de ADN de un fragmento de hueso antiguo apuntaban a la unión de dos grupos humanos extintos, pensó que seguramente era un error. La mitad del genoma parecía de neandertal y la otra mitad, de denisovano, una especie encontrada una sola vez en Siberia. Los resultados eran tan sorprendentes que la científica tardó varios días en decírselo a sus colegas. Pero sí, Slon había encontrado a «Denny», una hembra adulta hija de una hembra neandertal y un macho denisovano que vivieron hace unos 90.000 años. Era la primera vez que se encontraba el fruto directo de un encuentro entre dos especies humanas distintas.

 ¡Los propios investigadores consideraron que había sido un inesperado golpe de suerte! Un equipo de expertos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva ha descubierto, al secuenciar el genoma de un antiguo hominino procedente de Siberia, que el individuo tuvo una madre neandertal y un padre denisovano. El hallazgo se publicó en Nature el año pasado (2018). Viviane Slon, investigadora del Instituto Max Planck y coautora del estudio, afirmó : «Sabíamos por estudios anteriores  que los Neandertales y los Denisovanos tuvieron que tener hijos, por lo menos ocasionalmente. Pero nunca pensé que seríamos tan afortunados como para encontrar a un descendiente real de los dos grupos». El individuo estudiado apenas si está representado por una única y pequeña muestra de hueso. «El fragmento -explica Bence Viola, otro de los miembros del equipo- es parte de un hueso largo, y hemos podido estimar que su propietario tenía por lo menos 13 años de edad». 

El fósil fue hallado en el año 2012 en el interior de la cueva de rusa de Denisova y fue llevado al Instituto Max Planck en Alemania, donde Svante Pääbo, es el director del Departamento de Genética Evolutiva, y autor principal de esta investigación. Pääbo, es también el científico que logró en 2010, secuenciar por primera vez el genoma de un Neandertal. Él explicó que se trataba de una nueva especie humana desconocida. Fabrizio Mafessoni, otro de los autores de la investigación, dijo:- «Un aspecto muy interesante de este genoma es que nos permite aprender cosas de ambas poblaciones, de los Neandertales por parte de madre y de los Denisovanos por parte de padre». Los investigadores determinaron que la madre estaba genéticamente más cerca de los Neandertales que vivían en Europa occidental que de otros miembros de la misma especia que vivieron antes en la misma cueva de Denisova. Lo cual demuestra que los Neandertales migraron entre Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su desaparición.

Se demostró que los Neandertales migraron entre Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su desaparición. Los investigadores determinaron que la madre estaba genéticamente más cerca de los Neandertales que vivían en Europa occidental que de otros miembros de la misma especia que vivieron antes en la misma cueva de Denisova. Svante Pääbo, aseguró que: el análisis del antiguo genoma también reveló que el padre Denisovano también tuvo, por lo menos, un ancestro neandertal en su árbol genealógico. «A partir de este único genoma  hemos podido descubrir múltiples interacciones entre Neandertales y Denisovanos»…«Resulta sorprendente que, entre los pocos individuos antiguos cuyos genomas han sido secuenciados, nos encontremos precisamente con este niño Neandertal/Denisovano. Neandertales y Denisovanos pueden no haber tenido muchas oportunidades de encontrarse. Pero cuando lo hicieron, debieron aparearse con frecuencia, mucho más de lo que pensábamos hasta ahora».

Mississauga,  Ontario, en Canadá el miércoles 9 de abril de  2016




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