Unión de dos especies humanas,
distintas…
Cuanto más se sabe sobre la cronología evolutiva
del linaje humano, más se aparta la realidad del clásico dibujo que muestra una
fila india de homínidos caminando mientras se yerguen y pierden el vello hasta llegar
a un sapiens lampiño. Hace cerca de 50.000 años, por lo menos dos especies
diferentes de homininos vivían en Eurasia: los
neandertales en el oeste, ocupando la mayor parte de Europa occidental, y los denisovanos en el este. Desde hace
años, los paleontólogos estaban
convencidos de que ambas especies se cruzaron, dejando una descendencia
común. Una parte del genoma de los humanos modernos, procede directamente de
estas dos poblaciones humanas diferentes.
La
secuenciación de un genoma hallado en 2012, en las cuevas de Denisova que son unas cavernas ubicadas en el macizo de Altái , en Siberia, cerca de la ciudad rusa de
Chiorny Anui, ha revelado que se trata de un descendiente real de
neandertales y denisovanos, lo que resultó ser la clave para reconstruir su
evolución.
Viviane Slon, palenteóloga y
geneticista del Instituto Max Planck en Leipzig, Alemania, tres años atrás cuando
las pruebas de ADN de un fragmento de hueso antiguo apuntaban a la unión de dos
grupos humanos extintos, pensó que seguramente era un error. La mitad del
genoma parecía de neandertal y la otra mitad, de denisovano, una especie
encontrada una sola vez en Siberia. Los resultados eran tan sorprendentes que
la científica tardó varios días en decírselo a sus colegas. Pero sí, Slon había
encontrado a «Denny», una hembra adulta
hija de una hembra neandertal y un macho denisovano que vivieron hace
unos 90.000 años. Era la primera vez que se encontraba el fruto directo de
un encuentro entre dos especies humanas distintas.
¡Los propios
investigadores consideraron que había sido un inesperado golpe de suerte! Un
equipo de expertos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva ha
descubierto, al secuenciar el genoma de un antiguo hominino procedente de
Siberia, que el individuo tuvo una
madre neandertal y un padre denisovano. El hallazgo se publicó en Nature el año pasado (2018). Viviane Slon, investigadora del Instituto Max Planck y coautora del
estudio, afirmó : «Sabíamos por estudios anteriores que los Neandertales y los Denisovanos
tuvieron que tener hijos, por lo menos ocasionalmente. Pero nunca pensé que seríamos tan afortunados como
para encontrar a un descendiente real de los dos grupos». El
individuo estudiado apenas si está representado por una única y pequeña muestra
de hueso. «El fragmento -explica Bence
Viola, otro de los miembros del equipo- es parte de un hueso largo, y
hemos podido estimar que su propietario tenía por lo menos 13 años de edad».
El fósil fue hallado en el año 2012 en el interior
de la cueva de rusa de Denisova y fue llevado al Instituto Max Planck en
Alemania, donde Svante Pääbo, es el director del Departamento de Genética
Evolutiva, y autor principal de esta investigación. Pääbo, es también el
científico que logró en 2010, secuenciar por primera vez el genoma de un
Neandertal. Él explicó
que se trataba de una nueva especie
humana desconocida. Fabrizio Mafessoni, otro de los autores de la
investigación, dijo:- «Un aspecto muy interesante de este genoma
es
que nos permite aprender cosas de ambas poblaciones, de los Neandertales por
parte de madre y de los Denisovanos por parte de padre». Los investigadores determinaron
que la madre estaba genéticamente más cerca de los Neandertales que vivían en
Europa occidental que de otros miembros de la misma especia que vivieron antes
en la misma cueva de Denisova. Lo cual demuestra que los Neandertales migraron
entre Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su
desaparición.
Se demostró que los Neandertales migraron entre
Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su
desaparición. Los investigadores determinaron que la madre estaba genéticamente
más cerca de los Neandertales que vivían en Europa occidental que de otros
miembros de la misma especia que vivieron antes en la misma cueva de Denisova. Svante
Pääbo, aseguró que: el análisis del antiguo genoma también reveló que el
padre Denisovano también tuvo, por lo menos, un ancestro neandertal en su árbol genealógico. «A
partir de este único genoma hemos
podido descubrir múltiples interacciones entre Neandertales y Denisovanos»…«Resulta
sorprendente que, entre los pocos individuos antiguos cuyos genomas han sido
secuenciados, nos encontremos precisamente con este niño Neandertal/Denisovano.
Neandertales y Denisovanos pueden no haber tenido muchas oportunidades de
encontrarse. Pero cuando lo hicieron, debieron
aparearse con frecuencia, mucho más de lo que pensábamos hasta ahora».
Mississauga, Ontario, en Canadá el miércoles 9 de abril
de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario