Opus
nigrum, la novela de Zenón
Opus nigrum (en el original francés, L'oeuvre au
noir) Es una novela de la escritora Marguerite Yourcenar,
donde describe la vida y pesares de Zenón, un médico y alquimista en Europa, entre
la Edad Media
y el Renacimiento.
Sobre esta novela,
ya algo había señalado en una oportunidad previa, en enero del 2017(https://bit.ly/2l5GeTo). Zenón,
el protagonista, es un personaje ficticio quien, según propia confesión de
Yourcenar, ella comenzó a concebir en su mente desde los 18 años, y no vio la
luz ante el público hasta más de 40 años después, en 1968. Según su autora, Opus nigrum tuvo como punto de
partida, tres relatos breves titulados A
la manera de Durero, A la manera de El Greco y A la manera de Rembrandt, que fueron
publicados en 1934 con el título de La Mort conduit l´Attelage (La muerte conduce la carreta). En 1955, ya acabada la
redacción de Memorias de Adriano,
Yourcenar volvió a retocar los tres relatos, pero el personaje del médico
filósofo y alquimista del siglo XVI, se le impuso otra vez a la autora,
resultando en el capítulo Conversación
en Innsbruck, escrito durante 1956. El resto de la
obra fue redactado entre 1958 y 1965.
El título, “L´oeuvre au noir”(El trabajo negro), se refiere a lo que buscaba La Gran Obra de la
Alquimia, que no era otra cosa sino la
piedra filosofal, con la que los alquimistas
creían se podía transmutar los metales en oro. La novela está dividida en tres partes La vida errante, La
vida inmóvil y La prisión, donde el lector asiste, a los sucesos
culturales, religiosos y políticos de la época y a la evolución del
protagonista, desde su juventud hasta su vejez y su muerte en la cárcel de la
ciudad de Brujas. Opus
nigrum es considerada, junto con Memorias de Adriano, también de
Yourcenar, una de las grandes novelas del siglo XX.
Para Marguerite
Yourcenar, Opus nigrum
resultaría ser una especie de espejo que refleja la condición del hombre a
través de los acontecimientos que llamamos historia. Al caer Roma en manos de los
mercenarios de Carlos V, en 1525, el desaliento
reemplazó a las esperanzas creadas ante las diferencias crecientes entre la
Europa católica y la Europa protestante. La novela muestra el drama de los que
no pertenecían a ninguna de las dos, y el de los que huían de una y de la otra.
La belleza espiritual de Zenón radica en que nunca llega a caer en el cinismo,
porque él ha comprendido que no puede esperarse de la Humanidad más de lo que
ésta está dispuesta a otorgar, y es capaz de entender que los ideales son sólo
eso… ideales. El personaje
creado por Yourcenar tiene del filósofo Campanella, de Giordano Bruno, y
también de Paracelso y de Miguel de Servet, todos ellos mártires de la lucha
entre el Catolicismo y la reforma luterana. Es una creación propia que reúne
caracteres de personajes de la historia medieval que padecieron persecución y
muerte por motivos religiosos o de poder terrenal.
En el final de su
vida, Zenón, se siente en posesión de su ser interior, y asistido por los
ejemplos de la historia, ha terminado por asimilar la idea de que la
indiferencia por la propia individualidad alimenta el fuego de la totalidad
humana; un fuego necesario para ese Opus
nigrum, esa Obra negra, sea
el primer paso de un proceso mediante el cual la alquimia histórica conseguirá
el oro de una humanidad renovada. Siendo un clérigo de adopción, Zenón niega la
acción de la Providencia divina y se hará sospechoso de herejía y ateísmo. A
causa de ello muere por mano propia para evitar el suplicio. Opta por el suicidio, forma legítima de la libertad, preferible a la
muerte ígnea “mors ígnea” que lo
esperaba, “apenas diferente de la
agonía de un alquimista que prende por descuido sus ropas en el atanor”.
Si hubiese sido sacrificado en la hoguera, su carne habría padecido lo que en
lenguaje de la alquimia designa la fase de disolución y de calcinación de las
formas: el Opus Nigrum, que es la parte más difícil de la Gran Obra. Zenón muere así,
como víctima de la superstición y la intolerancia.
Existe un único intento de llevar “Opus
nigrum” al cine, en un filme dirigido por André
Delvaux que fue estrenado
en Cannes el año 1988. Opus nigrum (“L´oeuvre au noir”), protagonizado por Gian Maria Volonté, con Sami Frey, Jacques Lippe, Anna Karina, Philippe Léotard y Herbert Flack como actores principales, y se
dijo resultó ser simplemente una película clásica
del cine europeo. El director belga André Delvaux, conocido por su
excelente filme de 1965 El hombre
del cráneo rasurado (De man die zijn haar kort liet
knippen), en “L´oeuvre au noir” demostró pronunciados rasgos
que identifican su estilo de gran cineasta, más sin embargo, la fortísima deuda
literaria de la famosa novela de
Marguerite Yourcenar, le pesará al filme de Delvaux. Su mitad inicial es mejor
que buena, y de haber podido sostenerla, Delvaux hubiera conseguido una
película notable. Pero no resultó así. En la zona terminal de Opus nigrum, la fuerza
del origen literario detuvo la cadencia cinematográfica, que Delvaux le
imprimió a la parte inicial, y bastó el brusco giro argumental para
desequilibrar el movimiento interior del filme que derivaría entonces hacia lo
discursivo y lo estático. Esto es lo que ha dicho la crítica sobre este único intento de llevar
la famosa novela de Margarita Yourcenar
al cine.
Mississauga,
Ontario, 3 de abril, 2019
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