viernes, 1 de septiembre de 2023

Serenata


Con el título de “Apuntes de viajero en tierras lejanas: VII - otro viaje a Budapest”, y dedicado con cariño a Clarita Finlay, (https://tinyurl.com/4rkcm5uj) el miércoles 13 de enero del año 2016, -¡Hace ya 7 años!- estando lejos y con frio en Missisagua-Canadá, publique en este blog (lapesteloca) un relato que reafirmaba mi convicción de que (https://tinyurl.com/2ct2h8ut): “el cantar tiene sentido”, tanto que en diciembre del año siguiente, en 2020, insistí y después de haberme quejado por mi mortificante tinitus, ratificaría esta aseveración y repetí mi artículo, o sea: estaba insistiendo en que “el cantar tiene sentido” (https://tinyurl.com/3tkzk8t7), frase que resume una sabia conclusión en palabras de un conocido polo margariteño…

Finalizaba aquel artículo del 2020 rememorando como, varios años atrás en un Congreso centroamericano y ante una nutrida audiencia de patólogos acepté el reto de cantar en público y aplaudieron mi versión de “Motivos” de Italo Pizolante. Recordando con nostalgia al maestro MarioArmandoLuna, canté rancheras hasta enronquecer con mi amigo Memo Juárez, en Guadalajara, pero fue en uno de aquellos mis viajes a Congresos, cuando canté con mi amigo Hernando sobre el Danubio, flotando desde Viena hacia Budapest y es esta, la circunstancia a la que quiero referirme hoy, pues en aquella oportunidad entonaría la muy venezolana “Serenata”, recuerdo fue que primera que cantaba en el viaje, seguramente recordando el acompañamiento con el cuatro de mi gran amigo y colega músico, Benjamín Trujillo, mi dermatólogo favorito.

Reitero que es necesario cantar para alegrar el espíritu y ratifico que hacerlo es efectivo, lo puedo asegurar, y repito que esto lo creo tanto como creo en la vitamina C para alejar las gripes o para protegernos contra el coronavirus…

Manuel Enrique Pérez Díaz (1911-1984) (https://tinyurl.com/567bcrww) era un músico nacido en Puerto Cabello, Edo. Carabobo, y fue el compositor de la hermosa canción venezolana, que tiene el título poco conocido de “Serenata pueblerina” pues siempre la escuchamos sencillamente como “Serenata”, una melodía que ha sido cantada por numerosos artistas venezolanos, la estrenaría Alfredo Sadel y es esta, la que habla de, como… “La luna en el azul, oyendo está mi ardiente serenata / Y, de la noche de tul rasgando va con su puñal de plata./ Para bañarte de luz cuando, asomada a tu balcón florido/ escuchas a tu amado, cantor enamorado/ que tu sueño turbó, con su gemido”.

Manuel Enrique Pérez Díaz con los guitarristas Antonio Lauro (1917-1986), Eduardo Serrano (1911-2008) y Marco Tulio Maristaniy (1916-2008) formó el trío Los Cantores del Trópico, que realizaron giras por Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Manuel Enrique contrajo nupcias en 1940 en el Perú con la actriz de cine, teatro y televisión de origen chileno, Amalia Muñoz Davagnino (1923-2003), nacida en Valparaíso. Manuel Enrique y Amalia Pérez Díaz ya residenciados en Venezuela desde 1952, seguirían trabajando en sus áreas; él ejerció la docencia en la Escuela de Música y Declamación, impartiendo clases de guitarra clásica y Amalia fue una actriz muy importante, inolvidable señora de la interpretación en el teatro, el cine y la televisión durante muchos años.

Traigo para el recuerdo, el inicio de “Serenata”, la canción que en varias ocasiones entonamos coreando en la Sala E del Instituto Anatomopatológico de la UCV, rasgando el cuatro nuestro admirado músico, Benjamín, el esposo de Ángela, una de nuestras muy brillantes residentes de post grado… “Mi canción de amor, viene a turbar la calma y el silencio./ Y mi pobre voz, alzándose en la noche te despierta.// Debes perdonar, y comprender mi corazón tan necio,/ que por arrullar el sueño de tus ojos te desvela…

En 2021 en este blog insistiría en que la felicidad como entidad real, no existe. Recientemente repetía, que la felicidad total es una ilusión, y así he dicho que existen momentos felices en la vida de las personas y sabemos que estos se pueden revivir a través de la memoria, gracias a los recuerdos, a los buenos recuerdos, y este criterio tan elemental es el que traigo de nuevo a propósito de las canciones, la música, como la lectura y algunas otras posibilidades para sostenernos sanos en este difícil mundo donde estamos.

Hace unos días, escuchando hablar a mi amigo y colega Rafito Molina Vílchez sobre la contradanza, y las habaneras, y con el respaldo musical surgiría de nuevo la inconfundible voz de “el tenor favorito de Venezuela” cantando la “Serenata” de Manuel Enrique Pérez Díaz y fue una indescriptible sensación de paz y alegría facilitar y permitir el regreso de los recuerdos, con esta canción venezolana que hoy he traído de nuevo a este blog lapesteloca.

Maracaibo, sábado 2  de septiembre del año 2023

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