El escritor Javier Cercas ha
publicado un libro en el que se acerca sin filtros a algunas de las figuras más
importantes del Vaticano y viaja a Mongolia con el Papa. Cercas, de quien
hablamos ayer en este blog lapesteloca,
dedicó la obra más importante de su vida, Anatomía
de un instante, a explicar el pensamiento de la generación de su padre
cuando este moría, y ahora, ha dedicado este viaje a responder la pregunta
esencial en la vida de su madre: si se reunirá o no con su marido al fallecer.
Estaba Javier Cercas firmando
libros en Turín cuando su editora italiana le dijo que un señor del Vaticano quería hablar con él. Se
trataba de Lorenzo Fazzini,
director de la editorial de la Santa Sede y tenía una propuesta de lo más
insólita que hacerle: que acompañara
al Papa Francisco en su visita a Mongolia e hiciera un libro con el
material que él creyera conveniente.
Sería,
según sus palabras, la primera vez
que el Vaticano abriría las puertas a un escritor y le prometían
tener una absoluta libertad. El escritor todavía dice no saber por qué le
propusieron a él semejante encargo. Se considera a sí mismo ateo, anticlerical,
laicista militante y racionalista contumaz, aunque sí sabía que no podía rechazar esta proposición.
Para la confección
de su nuevo libro, El loco de Dios en el fin del mundo (Random House), el escritor
(ateo) Javier Cercas tuvo acceso libre al
Vaticano donde analizaría la figura del Pontífice,
fallecido este 21 de abril, y se transforma en el personaje quien protagoniza
su última novela de no ficción, ‘El loco
de Dios en el fin del mundo’. En su nueva novela, Cercas nos acerca a la figura
del recién fallecido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica desde una
perspectiva poliédrica, a medio camino entre el ensayo y la crónica.
Javier Cercas emprendió ese curioso viaje al fin
del mundo, o lo que es lo mismo, a Mongolia, para asistir en persona a una de
esas visitas oficiales que
caracterizaron el mandato del
Santo Pontífice a lugares del planetas alejados del núcleo del cristianismo, en este caso, un país en el
que el budismo es la religión más
practicada y en la que el catolicismo se restringe a un 2,4% de la población.
El libro se
habría de transformar en una novela policial en la que se investiga si hay vida
después de la muerte. En realidad, había una cosa que al escritor le interesaba
investigar: qué ocurre hoy en la
Iglesia, en el Vaticano, y por qué una institución determinante en la
historia ha dejado de tener su centro en Europa, donde se gestó… Además, una cosa
más, de carácter personal, Cercas quería preguntarle al Papa Francisco, como
figura autorizada si su madre se
reuniría con su padre tras la muerte, ya que era una cuestión que
siempre había querido saber su progenitora.
“Aunque
esta sea una obra muy diferente al resto de mis libros, sí que tiene algo en
común: todas ellas son novelas
policiales camufladas, porque en todas hay un enigma y alguien que
intenta descifrarlo”. Esto
lo ha comentado Javier Cercas en
una rueda de prensa que se celebraría en el Instituto Cervantes de Madrid. “Y aquí es evidente que nos enfrentamos a
un misterio colosal, el más
grande de toda nuestra civilización:la resurrección
de la carne. La creencia de si hay vida después de la muerte y que es la base de todo el
cristianismo”.
¿Quién es ‘el loco de Dios’ y quien es ‘el loco sin
Dios’? Eso, preguntaría Cercas, y
dice, es lo que quería preguntarle al
Papa Francisco. Pues, eso es lo que hizo…
Pero, además de esta cuestión, El
loco de Dios en el fin del mundo (Random House) trata de muchos
otros temas en torno a la religión, a las creencias, a la historia pasada,
presente y futura y, sobre todo, trata del fallecido sumo pontífice, el primer jefe de la Iglesia jesuita, y
latinoamericano quien tomó al
ser elegido Papa, su nombre de San Francisco de Asís, que se
llamaba así mismo como “el loco de Dios”.
De ahí viene el nombre de la novela, de cómo ‘el
loco de Dios’, o lo que es lo mismo, el Papa Francisco, se fue al fin
del mundo, a Mongolia, para seguir reivindicando aquello que transmitió en su
primera locución cuando fue elegido, que había que acercarse a los márgenes de la Iglesia para
reencontrar el espíritu primigenio de esta.
Esta no novela, o novela sin ficción, solo podría
haberla escrito Javier Cercas. Termina trazando la más entusiasta hagiografía
que de un Papa podría haber sido escrita por nadie. Descrito como un libro
singularmente espléndido. Este
es un libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre
otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus
puertas a un escritor.
Además
de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una
propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor
misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier
Cercas vuelve a su línea más personal, en la que logra enlazar sus obsesiones
íntimas con una de las preocupaciones fundamentales de la sociedad actual: el
papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella
de la religión y el ansia de inmortalidad.
La crítica ha dicho:- “No ficción narrada
con un talento literario indiscutible”. -“Javier Cercas lo ha vuelto a hacer.
La última evolución sofisticada de este género único metaliterario que
podríamos bautizar como “género Cercas”, en el que el proceso de escritura
llega a ser tan importante y adictivo como el propio libro”.-”La inmersión
dialógica en la Iglesia romana y en la de los pobres, en los principios
doctrinales y en la esclerosis institucional hace del libro un reportaje tan
dinámico como poliédrico que, al mismo tiempo, delinea un retrato agónico de Bergoglio”.
-“Sencillamente Magnífico”. -“Un libro que sublevará tanto a la derecha como a
la izquierda, demostrando por qué Cercas es un escritor indómito, inconveniente
e inclasificable. Con toda seguridad”.
El libro se transforma en viaje a
través de la fe, donde el autor, quien es ateo, escucha a cardenales, en altos cargos del
Vaticano y a misioneros anónimos para reflexionar sobre la fe y la importancia
de la Iglesia católica en la cultura de Occidente mientras él acabaría en
Mongolia con el jesuita Pontífice Francisco
Cercas afirma que no pudo rechazar
una oferta que ningún escritor había tenido de entrar sin restricciones en el
Vaticano. “Se trataba de que un loco sin
Dios como yo, nietzscheano, ateo y anticlerical, intentaría entender la Iglesia
con la excusa de entender lo que mueve a irse al fin del mundo al loco de Dios
por excelencia, a Bergoglio”.
Así consiguió Javier Cercas, ser el
autor, de “un libro distinto, tan
extravagante como fuera posible, una mezcla de crónica y ensayo y biografía y
autobiografía”. Que termina en “el fin del mundo”, en la Mongolia. Un
viaje en el que Cercas, además de preguntarle sobre la vida eterna, pudo
descubrir todos los Bergoglio que han llegado a convivir dentro del papa
Francisco.
Lo que respondió el Pontífice se
puede descubrir tan solo viajando a través de sus páginas. La novela de Javier Cercas titulada «El loco de Dios en el fin del mundo» y en el libro, la conversación
del autor, ateo y racionalista, con el Papa gira en torno a la cuestión de la
promesa de la vida eterna. “Con la
resurrección de Cristo”, explicaba el Pontífice en respuesta al escritor
español, “se plantó la semilla de la
resurrección de toda la humanidad”.
El libro contiene la pregunta
esencial del cristianismo: la de la vida eterna. Nadie se la había planteado al
Papa". 'Después de este libro', explicó irónicamente Javier Cercas durante
la presentación, “no puedo decir si he vuelto a encontrar mi fe, de lo
contrario no venderé ni un ejemplar de la novela...”. El centro del libro es el
loco de Dios, el Papa. Otro protagonista soy yo, el loco sin Dios. La realidad
me regaló un milagro para el epílogo de la novela".
Maracaibo, jueves 24 de abril, del año 2025
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