Aunque quizá algunos se conozcan ciertas
rutas como las líneas de la palma de su
mano, cualquier recorrido palidece al lado de la que fue la ruta más
importante de la Antigüedad, que consiguió unir tantos pueblos a través del comercio
como la Ruta de la Seda. El viaje por aquella “ruta”, a nuestros ojos y
oídos contemporáneos podría parecer una canción de misterio, peligros y
aventuras que solo les eran permitidos a los comerciantes nómadas más
valientes.
Probablemente, todo comenzó cuando se abrió el comercio entre Europa y el Lejano Oriente
durante la dinastía Han (la segunda dinastía imperial de
China desde el año 206 a.C, que dejó un gran legado cultural para su pueblo y
una época dorada), aunque el transporte de bienes y servicios podría haber
sido, según algunos expertos, incluso anterior.
Es difícil establecer
cuántos kilómetros abarcaba exactamente, aunque el consenso general es que la
original recorría un total de 8.000, y no hay dudas de que La Ruta de la Seda unió China con Occidente, trasportando durante el camino no solamente bienes, sino también ideas,
cultura, arte, ciencia o incluso religión entre dos grandes civilizaciones como
fueron Roma y China. La seda partió hacia el oeste, mientras que la lana, el
oro y la plata lo hicieron hacia el este.
China conoció el
cristianismo y el nestorianismo a través de esta ruta que tenía origen en Siam
(y, de la misma manera, también se difundió el budismo). Por supuesto, los
valientes que la recorrían (podían pasar en ella meses) también debían
enfrentarse a ciertos peligros, como los bandidos que asolaban ciertas partes del
camino. La seda le dio el nombre porque era el producto que se consideraba de
mayor valor y un secreto elaborado únicamente en la exótica China y la
aristocracia romana se aficionó a ella…
Se ha propuesto que el término "Ruta de la Seda" fue creado por el geógrafo alemán Ferdinand Freiherr von
Richthofen, quien lo introdujo en el tomo 1 de su
obra China. Ergebnisse eigener Reisen und darauf gegründeter Studien (China. Resultados de mis viajes y estudios
basados en ellos), publicado en 1877, pero un estudio reciente descubrió que
el término se podía encontrar en textos anteriores y debe su nombre a la
mercancía más prestigiosa que circulaba por ella, la seda, cuya elaboración era un
secreto que solo los chinos conocían. Muchos productos transitaban estas rutas:
piedras y metales preciosos(desde diamantes, rubies traídos de Birmania, el
jade de la China y las perlas del Golfo Persico, telas de lana o de lino, ámbar, marfil, laca, especias, porcelana, coral, y
materiales manufacturados…
En realidad “la ruta” se trataba de un tramo de caravanas que, conforme pasaba el tiempo, tuvieron que recorrer más parte del mundo. Por ello, es difícil establecer cuántos kilómetros abarcaba exactamente, aunque el consenso general sobre la original es que recorría un total de 8.000 kilometros que iban desde Xian (entonces llamada Chang'an), pasaba por el imponente desierto de Takla Maklan, escalaba el Pamir que se extiende por Afganistán, China, Kirguistán y Pakistán, continuaba por el Levante y atravesaba el Mar Mediterráneo y finalmente debía llegar hasta Constantinopla, que hoy es Estambul.
Pocas personas lograban atravesar
la ruta entera, que en general se movía desde el este hacia el oeste y
convergía en casi todos los posibles caminos en Uzbekistán (famoso
en la actualidad, justamente, por haber formado parte de la misma). Aunque la
seda le dio el nombre porque era el producto que se consideraba de mayor valor
y un secreto elaborado únicamente
en la exótica China (la aristocracia romana pronto se aficionó a
este fino hilo de las telas con las que cubrían sus cuerpos) también circulaban
piedras y metales preciosos, especias o porcelana, entre otros productos.
Fueron muchos los que ampliaron
este camino para incluir otras rutas, y por ello hablar de una única ruta de la
Seda no sería correcto, pues se incluían una gran red de mercados, zonas de
paso o vías públicas ubicadas para agilizar el transporte, el intercambio y el
almacenamiento de las mercancías. Antioquía, Palmira, Seleucia los ríos Tigris
y Éufrates, Zagros, el actual Afganistán, Mongolia y posteriormente
China... la ruta conectó, por primera vez, todo el mundo conocido.
Los persas crearon rutas pequeñas (https://tinyurl.com/5arayfd4
) que conectaban Mesopotamia con el norte de África a través de Egipto, Darío I había
conectado mediante el Camino Real Susa (en el actual Irán) con Sardes (en la
actual Turquía), y en esos tiempos, unos 300 años antes de que llegara la Ruta
de la Seda, Alejandro Magno (https://tinyurl.com/m3nxjxf4 )
amplió este camino expandiendo su dominio persa.
Después de la conquista romana
sobre Egipto (año 30 a.C) el comercio floreció a una escala sin
precedentes. El Imperio Romano heredó las rutas comerciales orientales que
formaban parte de esta Ruta de la Seda, fruto de las potencias helenísticas
anteriores y de los árabes. Con el control de estas rutas, los ciudadanos del
Imperio Romano consiguieron no solo seda u otros lujos inimaginables, también
mayor prosperidad.
Pero, la ruta que durante tanto tiempo trajo
prosperidad y conectó países diferentes y lejanos, también
iniciaría su periodo de decadencia. La fragmentación del imperio Mongol aflojó
la unidad política y económica de la Ruta de la Seda, donde habían confluido
tantas culturas y se habían influenciado unas a otras. La construcción de la Gran Muralla china,
que acabó fragmentando la relación que China había establecido con el resto del
mundo, también tuvo gran importancia.
Complementare
toda esta información con datos sobre un pariente de un famoso aviador… En realidad el
nombre de 'Ruta de la seda' no fue
acuñado hasta 1877, por el geógrafo e historiador alemán Ferdinand von Richthofen (1833 - 1905), también conocido como
el Barón von Richthofen,
fue un geógrafo y geólogo alemán que entre los años 1856 y 1859
hizo investigaciones sobre la geología de Tirol y
luego de Transilvania;
en 1860 participó en una expedición
a China y entonces, el Barón estudiaria por
primera vez la geología de la región.
En 1872 Richthofen regresa a Asia, y
visita de nuevo China, viaja a Japón, Borneo y Java.
interesado por los yacimientos de carbón
y hace estudios geográficos, geológicos, económicos y etnográficos publicados en tres volúmenes y un
atlas. En una serie de cartas a la Cámara de comercio de Shanghái, destaca la importancia de los
yacimientos de carbón de Shandong,
y en otros tres volúmenes póstumos editados en 1911 y 1912. Como una curiosidad
Ferdinand
von Richthofen fue el tío de Manfred von Richthofen, piloto de la Primera Guerra Mundial, más conocido como el Barón
Rojo.
Es difícil restaurar el pasado tal y
como fue, por lo que a veces solo se puede vivir de la memoria. En “Seda”, un
libro de Alessandro Baricco donde él
nos dice:"Es un dolor
extraño, morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca".
Maracaibo, viernes 29 de marzo
del año 2024
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