domingo, 24 de marzo de 2024

Extractos de una novela

 


Lo escrito es fidedignamente extraído (como retazos) del capítulo 18 de mi novela “Ratones desnudos”. (Mérida, 2011)” … 


”Repase Ud. la productiva existencia signada por miles de problemas y tragedias del inventor del cuchillo de diamante… El doctor Fernández Morán…Todos sabemos que los políticos siempre regresan sin problemas, ellos pueden hacer desmanes, desastres, pero el pueblo siempre olvida y les recibe, los premia, hasta los vuelve a elegir con cariño. La amnesia política es una característica de nuestro pueblo. ¿Por qué entonces ella no se manifestó en el caso de Fernández Morán? Durante su triunfante y productivo exilio, aquí vivíamos años de democracia, de consumismo desquiciante, de la opulenta Venezuela Saudita. Durante casi 40 años le vimos acercarse, buscar nexos, avanzar y retroceder, tratando de regresar a su patria y ser escuchado como científico por sus compatriotas”…

 

…“Surgieron innumerables obstáculos, culpas por omisión y deleznables mezquindades, para impedírselo. Envidia, miedo e intrigas germinadas en la oscuridad y a sotto–vocce desde el alma de muchos. Especialmente de algunos quienes eran sus herederos directos, de su primer gran proyecto científico. Otros llegaron a publicar por la prensa remitidos de repudio. El sabio le donó a su Instituto de Investigaciones y al país la patente para la comercialización mundial de su gran invento, el cuchillo de diamante, pero a él le toco vivir la desesperanzadora angustia de las promesas fallidas y sus proyectos no cuajaron nunca. Sometido a las burlas, a las mentiras repetidas, a compromisos incumplidos, fue viviendo así, año tras año, sus decepciones… Como un Ulises parecía condenado a no poder llegar nunca a Itaca mientras su vida se le fue deshilachando, hilo a hilo hasta el final”…

 

…“Su tragedia había comenzado el 23 de enero del año 1958, cuando cayó el dictador Marcos Evangelista Pérez Jiménez. El sabio, a quien le habían endilgado, el remoquete de “El Brujo de Pipe”, se vio obligado a abandonar el país. Se decían horrores de él. Cuando salió fue invitado para ser profesor de la Universidad de Harvard y de inmediato creó en Boston los Laboratorios de Microscopía Electrónica del Instituto Tecnológico de Massachusetts donde describió la estructura de la membrana mitocondrial. Años más tarde, en 1963, viviendo en el exilio, brillaba en la Universidad de Chicago como una estrella rutilante ocupando el sitial del fallecido premio Nobel de Física, Enrico Fermi”…

 

…“En la primavera del año 1967, pasé un día entero en los increíbles laboratorios del Instituto Fermi de la Universidad de Chicago. Él había comenzado a trabajar para la NASA en la conquista del espacio extraterrestre y sus microscopios electrónicos con lentes superconductores que funcionaban con temperaturas subnormales eran un portento. En aquella entrevista le escuché por vez primera, hablar de “la entropía tropical”, expresión para la desorganización que nos caracteriza. Me habló de cómo era necesario luchar contra la entropía, esa tendencia a la desorganización de los sistemas que pareciera incrementarse en las latitudes del trópico. Acongojado me dijo sobre su paraíso perdido entre las neblinosas montañas plenas de eucaliptus en los Altos de Pipe, y me expresó su esperanzado deseo de poder servirle a su patria, nuevamente, y lograr de alguna manera regresar a su tierra. El 14 de julio de 1967, cumpliría seis años como profesor de la Universidad de Chicago y recibiría el Premio John Scott por su invento, el cuchillo de diamante. El mundo le confirió ese reconocimiento a nuestro genial compatriota, quien tenía que vivir en el exilio”...

 

…“Fernández Morán regresó a su patria durante los meses de junio y julio del año 1968. Dictó algunas conferencias en Caracas, en la Academia de Medicina del Zulia, en Mérida, San Cristóbal, Coro y en Cumaná. Desde ese año luchó para convencer a los gobiernos del país nacional sobre sus intenciones como hombre de ciencia, e insistió en la necesidad de crear un Complejo Politécnico de avanzada para la formación científica y tecnológica de nuestros jóvenes. Nos visitó en 1971… Persistiría en sus sueños señalando como durante 18 años había tratado por todos los medios a su alcance en interesar al gobierno nacional en proyectos de interés científico y tecnológico, sin obtener ninguna respuesta. Quizás presentía que los molinos de viento eran más reales que aquellos de Don Alonso Quijano”…


…“En 1973 cuando Carlos Andrés Pérez era el nuevo presidente, vivíamos a en un consumismo delirante y se multiplicaban los proyectos faraónicos. No obstante, los sueños del científico más importante que había existido en el país nacional estarían excluidos. Suena contradictorio. En 1974, Fernández Morán presentó un Proyecto Global ante la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, sin obtener respuesta alguna”…

 

…“Nuestro sabio Quijote estaba, como el Libertador, destinado a arar en el mar. Él estaba persuadido, y creo que me hablaba con toda sinceridad, de que a más tardar en dos años ya sus laboratorios estarían instalados en el occidente del país. A pesar de mi incredulidad callé sobre mis temores y acepté esperarle, tal vez uno o dos años. Serán suficientes, eso le dije. Pero internamente tenía el doloroso convencimiento de que otra vez le estaban engañando con falsas promesas”…

 

…“Cuatro años después, en 1978, él regresó al Primer Congreso de Neurociencias en su ciudad natal pero ya habíamos perdido las enseñanzas y la ilustración de aquel auténtico valor científico nacional. Como dijera Acosta Saignes del Libertador, él parecía ser en su tiempo “el hombre de las dificultades”. En Caracas, dictó conferencias de avanzada; habló sobre Virus Oncogénicos, Biología Molecular, Microscopía Electrónica, sobre los Bancos de datos, computadoras y satélites que habrían de venir. El genial investigador de la NASA, inventor del cuchillo de diamante, descubridor de las partículas elementales de las mitocondrias, persistía en sus sueños e insistía en que todo estaba en su patria ya casi dispuesto para él… Confundiendo la tristeza con la desesperación sentí furia contra quienes yo sabía que desde las sombras impedirían para siempre sus ilusionados proyectos”…

 

…“En el curso de los años que siguieron, sus planes nunca se materializaron. Siete años más tarde, en 1984 él de nuevo visitó a su ciudad natal, y habló ante los investigadores médicos de su Universidad. En 1986, regresó al país con nuevos proyectos. Un accidente cerebrovascular en diciembre del año 1988 había desvelado una malformación vascular en el cerebro medio y se temía por su vida. Sus compromisos en la Universidad de Chicago ya habían concluido y Fernández Morán había decidido regresar a Suecia con su mujer y sus hijas”...

 

…“El año 1992, a pesar de sus dolencias que progresivamente iban incapacitándole para cumplir algunas funciones, el Brujo sabio regresó al país, y en Mérida, durante el Primer Congreso Atlántico de Microscopía Electrónica conversaría sobre sus inquietudes de toda la vida pues a lo largo de cinco decenios, él había conocido a todos los protagonistas de la microscopía electrónica en el mundo, era un genio de la ciencia universal y jamás quiso nacionalizarse norteamericano. Algunos han dicho que fue un gran traicionado como lo fueron Miranda, Sucre y Bolívar… El 19 de julio de 1995, desde su casa en Suecia, le escribió una carta a Enrique Auvert, su condiscípulo de la infancia en el Colegio Alemán de Maracaibo. En aquella carta le contaba cómo los inviernos eran muy largos, oscuros y fríos y sobre sus dificultades para escribir a mano, cada vez mayores. En esa misiva el sabio se mostraba esperanzado y visionario sobre el futuro de la ciencia y de la humanidad.  Al final afirmaría… “El haber pasado por este valle de lágrimas, no me ha dejado confuso y desamparado, pues intuyo límites incandescentes donde otros ven barreras”. Palabras de optimismo expresadas en medio de tanta adversidad”...

 

…“El 17 de marzo del año 1999, fallecería en Estocolmo. Sus pertenencias, sus manuscritos, sus trabajos inéditos y hasta un par de microscopios electrónicos legados por él a su querida patria después de su muerte, fueron una herencia rechazada sistemáticamente. Nadie quería cargar con los costos, el gobierno le sacaba el cuerpo al problema, hasta que por fin pudieron llegar sus bienes a manos de su Universidad. En la aduana soportaron agua y sol en un par de “containers” ya abiertos, durante semanas y se perdió gran parte de su malquerida herencia”…

 

Maracaibo, domingo 24 de marzo de 2024

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