domingo, 4 de febrero de 2024

Eclipse total de sol


El próximo 8 de abril, la Luna se interpondrá entre el Sol y la Tierra, dando lugar a un eclipse total de sol que será visible en México, Estados Unidos y Canadá y habrá de ser uno de los espectáculos naturales más impresionantes. Pero hasta hace no tanto tiempo, el eclipse era recibido con profundo temor y desataba las reacciones más inesperadas.

En la historia de la astronomía de varias culturas hay una serie de fenómenos naturales que siempre fueron temidos: los cometas, los meteoros, los eclipses lunares y los eclipses solares. Antes de la era moderna, estos cuatro fenómenos tenían algo en común: eran impredecibles.

Bradley Schaefer, profesor de astronomía y astrofísica en la Universidad Estatal de Luisiana (EUA.), declararía en 2017: "en todas las sociedades alrededor del mundo, los eclipses y cometas eran los fenómenos más temidos". Según el astrofísico, "se interpretaba como el augurio de la muerte del rey, del emperador o incluso como el fin de la humanidad".

La palabra "eclipse" deriva de una antigua expresión griega que significa "abandono"y hace referencia a la desaparición momentánea de la luz. Durante los segundos o minutos que dura un eclipse solar total y la Luna bloquea por completo al Sol, la perspectiva desde la Tierra es dramática y por eso se vivía como un mal presagio que anunciaba sucesos negativos.

Es fascinante la narrativa de cómo diferentes culturas han desarrollado historias únicas para explicar fenómenos astronómicos aparentemente inexplicables como los eclipses solares. Algunos ejemplos de cómo reaccionaron distintas civilizaciones a lo largo de la historia ante los eclipses totales de Sol, podría iniciarse con Babilonia donde ocurrió el eclipse más antiguo que se ha logrado fechar con exactitud, el llamado eclipse de Babilonia. "Se transformó el día en la noche el 26 del mes de Sivan, en el séptimo año del reino y hubo un fuego en medio del cielo", narran las escrituras. El eclipse se observó en el sur de Babilonia el 31 de julio del año 1062 a.C.

En el libro del Apocalipsis en la Biblia, se relacionan los eclipses de Sol y de Luna con los terremotos: "Y vi, cuando abrió el sexto sello sobrevenir un gran terremoto, y el Sol se volvió negro como un tejido de crin, y la Luna toda ella se volvió de sangre". En China se interpretaba que el Sol era devorado por dragones, mientras que en Vietnam, por una rana o sapo. En algunas regiones al oeste de África el eclipse era un momento en que el Sol (masculino) y la Luna (femenina) apagaban la luz para tener un romance, mientras que en la antigua Grecia los astrónomos fueron grandes observadores del fenómeno y eso ha dejado varios registros históricos.

En el clásico de Homero, La Odisea, hay una referencia a un eclipse probablemente observado en el año 1178 a.C. en Ítaca: …"Y el Sol ha muerto en el cielo y una maligna niebla todo lo cubre". En la América precolombina también existen mitos y leyendas relativos al cosmos y los eclipses. En algunas tradiciones indígenas americanas, el eclipse solar es considerado un momento sagrado en el que se conectan con sus ancestros y espíritus protectores. Se cree que durante estas ocasiones especiales hay una mayor comunicación entre el mundo terrenal y el espiritual, permitiendo recibir mensajes importantes o revelaciones trascendentales.

En la mitología nórdica, se cree que los eclipses solares son causados por el lobo gigante Fenrir, hijo del dios Loki. Según la leyenda, Fenrir fue encadenado por los dioses para evitar su destrucción y el fin del mundo conocido como Ragnarök. Sin embargo, durante un eclipse solar, Fenrir logra liberarse temporalmente y muerde al Sol, oscureciéndolo momentáneamente. En la antigua China, se creía que durante un eclipse solar un dragón celestial estaba devorando el Sol. Para ahuyentar al dragón y evitar su derrota del astro rey, las personas realizaban todo tipo de ruidos como golpear utensilios de cocina o lanzar fuegos artificiales para asustarlo

En la cultura maya, el eclipse solar era interpretado como un enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal. Se creía que durante este evento cósmico se presentaba una lucha entre los dioses celestiales, lo cual podía traer consecuencias desastrosas para la humanidad si no se actuaba adecuadamente. Por ello, los mayas realizaban rituales específicos para garantizar la victoria de las fuerzas benéficas. Tanto los mayas como los aztecas dejaron narraciones sobre combates estelares entre dioses por obtener los mejores sitios en el universo. Los mapuches, por su parte, llaman a este fenómeno Lai antu o Lan antu, que hace referencia a "la muerte del Sol".

Las tribus aborígenes en Australia tienen su propia visión sobre los eclipses solares. Según sus relatos orales transmitidos entre generaciones, creen en un ser mítico llamado Wati-kutjara quien es conocido como “El Devorador del Sol”. La historia cuenta cómo Wati-kutjara intenta devorar al Sol, causando la oscuridad momentánea que experimentamos durante un eclipse solar. Para evitar este desastre, los aborígenes realizan danzas y cantos rituales para distraer a Wati-kutjara y proteger al Sol de ser comido.

En la mitología japonesa, se cree que durante un eclipse solar, los zorros (kitsune) tienen una mayor influencia y poderes sobrenaturales. Según esta creencia popular, los zorros son seres místicos capaces de cambiar su forma a voluntad y manipular la energía cósmica durante estos eventos astronómicos. Se dice que si alguien ve a un zorro durante un eclipse solar en Japón, puede recibir bendiciones o tener sus deseos cumplidos. Sin embargo, también existe la advertencia de tener cuidado con los engaños de los kitsune, ya que podrían aprovecharse de la ocasión para jugar malas pasadas o llevar a cabo travesuras.

En la mitología coreana, se cuenta una leyenda sobre el origen de los eclipses solares protagonizada por un perro celestial llamado Gae-ttong-i, quien persigue incansablemente al sol en el cielo para atraparlo y morderlo. La creencia es que cuando Gae-ttong-i finalmente alcanza al Sol durante un eclipse solar, lo muerde temporalmente, causando así la oscuridad momentánea en la Tierra. Los coreanos creen que ofreciendo alimentos o golpeando tambores ruidosamente pueden asustarlo y evitar que dañe al Sol durante el eclipse.

Dentro de las tradiciones africanas existen diversas historias relacionadas con los eclipses solares. Una de ellas es conocida como “El Cazador Lunar”. Según esta creencia, un cazador llamado Lelapa está en constante búsqueda de la luna. Durante los eclipses solares, se cree que finalmente encuentra a la luna y dispara una flecha para liberarla del cautiverio temporal del Sol. Para celebrar este evento celestial, las comunidades africanas realizan danzas rituales y cantos para honrar al cazador lunar y dar gracias por el regreso seguro de la luna. Esta tradición refuerza la conexión entre los seres humanos y los astros celestiales presentes en diferentes mitologías africanas.

La sociedad moderna ya se despojó del miedo al eclipse. Ahora, en “los medios” y hasta en revistas y libros populares se explica el fenómeno, y se enseña en las escuelas. Ya el eclipse ya no se ve como el fin del mundo, la muerte de un dios o de un rey, sino como un fenómeno con explicación científica. Además, ya los eclipses pasaron a ser predecibles.

Tuvimos un eclipse solar desde América Latina el 14 de octubre de 2023 y fue anular. Incluso se sabe que el 16 de julio de 2186 se podrá ver desde Venezuela un eclipse total de Sol que durará 7 minutos con 29 segundos, "convirtiéndose en el más largo desde el 4000 a.C. y lo será, al menos, hasta el año 6000 d. C.", En definitiva el eclipse no es más que "una coincidencia celestial", como dice la NASA. "Si te paras a pensarlo, es solo una sombra y, ¿quién tiene miedo de una sombra?". "Una vez que tienes un evento ya predecible ya no supone la ruptura de la armonía de la naturaleza".

En Miami, Florida, el lunes 5 de febrero del año 2024

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