miércoles, 11 de octubre de 2023

Literatura de la Contrarreforma


A finales del Siglo XV el libro más popularizado en España era “La imitación de Cristo” de Tomas de Kempis y en 1521, leyendo aquella pesimista visión de la religiosidad, como también “La vida de Cristo” de Ludolfo de Sajonia, se produciría la conversión del espíritu guerrero de Ignacio de Loyola. Mientras en la Universidad de Padua el aristotelismo tomista se iba a declarar el leguaje oficial de la teología católica, en Manresa Iñigo iría elaborando sus ejercicios espirituales entre 1526 y 1541.

Pero todas estas cuestiones que por escrito culminarían en las diferencias entre jesuitas y dominicos, ya entrando en el siglo XVI seria cuando los franciscanos iniciarían su aporte con los “Ejercicios de la vida espiritual” de un abad benedictino de Montserrat. Ese “examen de conciencia”, antes de pasar al dolor de corazón para consolidar propósitos de enmienda seria el esquema utilizado siglos más tarde por un exalumno de los jesuitas, James Joyce para su “Ulises” con esa estructura lingüística que subyugaría a Roland Barthes admirando su dolor de corazón sin muchos propósitos de enmienda y olvidándose un tanto de “el libre albedrio”.

Estos detalles crearían precisamente las diferencias entre dominicos y jesuitas frente al predestinacionismo luterano y particularmente el calvinista, donde los dominicos, mas medievalistas que los jesuitas, quienes parecían algo más racionalistas, tanto que llegarían a parecerse más a los calvinistas en su seriedad y eficiencia. No se puede olvidar que Saulo iba dispuesto a aniquilar a los cristianos cuando camino de Damasco seria derribado del caballo y cegado por la gracia divina se convertiría en el apóstol San Pablo...

Un examen de la literatura en la Contrarreforma nos lleva inicialmente al dominico Fray Luis de Granada(1504-1588) con su “Libro de la oración y meditación” y especialmente su “Introducción al símbolo de la fe” donde se combina lo dominico con lo franciscano y su complacencia con los pequeños animales llega hasta solazarse con las hormigas. Así vemos que lo literario puede llegar a privar sobre lo religioso, como en “De los nombres de Cristo” de Fray Luis de León, o “La conversión de la Magdalena” del agustino Pedro Malon de Chaide y vendrán siendo los franciscanos quienes dominarán la “literatura espiritual”.

San Pedro de Alcantara (1499-1582) fue el maestro de Santa Teresa, según lo describe ella misma “hecho de raíces”. Santa Teresa de Jesús (1515-1582) la monja, mística y escritora española, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos en la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Conocida como Santa Teresa de Ávila, fue beatificada en 1614, canonizada en 1622 y proclamada doctora de la Iglesia católica en 1970.

Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, era Teresa de Jesús. Fue llamada así por su abuela, Teresa de las Cuevas, con un origen de hidalgos empobrecidos y judíos conversos, desde su Ávila natal, Teresa fue amiga de las letras, libros de caballería y lecturas piadosas como “El abedecedario espiritual” (1525) de Osuna.  Santa Teresa empezará a escribir cuando ya tiene más de 40 años y ya ha puesto en marcha su reforma de la Orden del Carmelo Descalzos frente a los calzados.

Los Carmelitas, orden religiosa de vida contemplativa fundada a mediados del siglo XII por ermitaños en la Capilla de Santa María del Monte Carmelo, en Tierra Santa. La Virgen del Carmen se caracteriza por el escapulario y es la patrona de los marineros (https://tinyurl.com/puy3tn2h). En el convento de carmelitas de Ávila fundado en 1512 Teresa comenzó su noviciado el 2 de noviembre de 1536, y profesó como monja el día 3 de noviembre de 1537.

El Camino de Perfección el libro escrito por Santa Teresa de Ávila entre los años 1564 y 1567 para las monjas carmelitas del Monasterio de San José en Ávila del que era priora. Aquel grupo de mujeres que había comenzado en el verano de 1562 y se había ido engrosando durante tres o cuatro años.

Camino de Perfección es un libro de formación espiritual escrito por Santa Teresa donde cuenta en el Prólogo cómo nació la obra, en su primer Carmelo de San José de Ávila. Consta del prólogo y 42 capítulos. En los primeros 26 capítulos entrega varios consejos para el progreso en la vida contemplativa, (la pobreza, el amor al prójimo, la humildad, la oración) y en los últimos 16 capítulos hace una meditación sobre las palabras del Padrenuestro.

El Camino de Perfección de Santa Teresa habla de “como la pobreza, honra y dineros casi siempre andan juntos”. “La pobreza no es carencia ni pertenencia sino afirmación de la libertad”. La prosa de Santa Teresa es sencilla y abierta al pueblo, evitando las suspicacias de confesores e inquisidores. Su Camino de Perfecion fue retenido por los inquisidores durante años. Sus escritos no estaban destinados a la imprenta y seria Fray Luis de León quien editaría sus obras póstumamente.

Escrito con absoluta espontaneidad, como una carta íntima o una conversación, sus páginas están a la vez cargadas de pasión. Entre los méritos literarios y pedagógicos de la obra, ante todo destaca el estilo coloquial adoptado por Teresa. Ella escribe “hablando” con las lectoras. Dialogando con ellas, les escribe, desde la experiencia de lo vivido. “No diré cosa que no sepa por experiencia”, asegura en el prólogo.

En 1588, "el Camino" formó parte de la edición de las Obras completas de la Santa por fray Luis de León. El maestro salmantino introdujo en el texto del libro numerosos pasajes de la primera redacción, que habían sido descartados por la autora en la elaboración definitiva de la obra.

Camino de Perfección está considerada como la Carta Magna de las Comunidades Carmelitas Descalzas, un tratado sobre la obediencia. Santa Teresa de Jesús lo escribió para resumir a las hermanas religiosas el ideal de la descalcez. Sin embargo, los censores de la época se asustaron al ver la libertad de espíritu que reflejaban algunos pasajes, sobre todo los que se referían a la penosa situación de la mujer en aquel momento, y las múltiples tachaduras que hicieron en el original obligaron a Teresa de Ávila a reescribir el libro.

Pedro Ibáñez le recomendó a Teresa escribir su autobiografía​ hacia 1560. La redacción de la misma debió tener lugar entre 1561 y junio de 1562. En este libro Teresa no solamente habla de su vida. Tiene un total de 40 capítulos. Se realizaron algunas copias de la obra, que fue muy solicitada por conventos y académicos. En 1587 le entregaron el manuscrito a fray Luis de León. Como santa Teresa no le había puesto un título, fray Luis de León la tituló: La vida de la Madre Teresa de Jesús y algunas de las mercedes que Dios le hizo, escrita por ella misma por mandado de su confesor, a quien envía y dirige. Felipe II pidió que el manuscrito original con la vida de la santa fuese guardado en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde está guardado actualmente.

Maracaibo, miércoles 11 de octubre del año 2023

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