viernes, 16 de septiembre de 2022

Un gran novelista


Hace ya muchos años, en noviembre 2015 (https://bit.ly/2MtGblo) a propósito de la novela “Soldados de Salamina”; conversaba en este blog, de cómo Javier Cercas afirmativamente insistía en, que: “en las novelas no deben existir respuestas claras sino preguntas contundentes, y que esas son como un punto ciego. ¿Don Quijote estaba loco? ¿Qué buscaba Ahab al perseguir a Moby Dick? ¿De qué se le acusa realmente a K en El Proceso? Las respuestas las debe soñar el lector”.

En noviembre del 2016 (https://bit.ly/2z82wMN) citaba nuevamente a Javier Cercas para enfatizar que: “la literatura no existe por sí misma aislada del lector; aislado del lector, un libro es apenas letra muerta, y sólo cuando el lector lo abre y empieza a leerlo, es decir, a interpretarlo, empieza a operar la magia de la literatura”“Es la verdad: un libro es sólo una partitura, y es el lector quien la interpreta; si no hay lector, no hay libro”... En una entrevista lograda en 2016, Javier Cercas afirmaba que: Me siento más a gusto en la novela. Creo que el relato corto es más difícil que la novela, pero me siento más cómodo en la narración un poco más larga, una mezcla de todo, es realidad, es crónica, es novela, es ensayo, es todo”…

El 14 de agosto de 2019 el escritor argentino Sergio G. Colautti sobre Javier Cercas regresaría a su novela inicial “El inquilino” y nos invitaba a releer este, su segundo libro de narrativa donde ya podemos aproximarnos a las claves que nos llevan a entender su estrategia narrativa de duplicación y de los espejismos, una presencia inquietante en los límites de lo real y lo imaginario. Cercas se refiere a esos espacios virtuales, que son como puntos ciegos invisibles y que le permitirán al lector apropiarse de la ficción.

En varias oportunidades he intentado destacar lo interesante que puede ser, hacer el intento de penetrar los mecanismos del inconsciente literario que subyacen en la novelística de un escritot. Javier Cercas utiliza una prosa que según señalaba Efi Cubero, es “el perfeccionismo llevado al límite que logra un desdoblamiento infinito de sí mismo, manejando el lenguaje con soltura,”. Leer sus novelas puede llevarnos a pensar en Borges, o quizás en Pierre Menard, y el lector ideal, aquel que consigue la nunca alcanzada comprensión total del texto, hasta intentar verse reflejado en espejos, cristal y azogue, luz y sombra. Quizás y posiblemente exprofeso, sombras ocultas sirven para complicar el discurso que arropa la novelística que parece surgir desde el inconsciente, de ese fantasma que puede habitar en un espacio ajeno, pero que en ocasiones, freudianamente resulta ser más siniestro aún por ser parte de él mismo.

En octubre del año 2019 regresé nuevamente a las novelas de Javier Cercas, (https://bit.ly/2MtGblo) y en aquella ocasión por haber sido el ganador de la LXVIII edición del Premio Planeta 2019. Ese año, se impuso para ganar el premio, entre 564 originales presentados con el título de “Cristales rotos”. «He querido reinventarme con esta novela, es un libro radicalmente distinto», lo dijo Cercas, el escritor extremeño de nacimiento y catalán de adopción, que ha sido especialmente crítico con el independentismo. «La novela no trata sobre el procés, de lo que ha ocurrido en Cataluña desde 2012, y más concretamente desde 2017 hasta aquí…». Melchor Marín, el protagonista, no es un investigador privado, sino un policía, un mosso d'esquadra que se enfrenta a la resolución de varios crímenes, dos de los cuales acaban “resolviéndose”. El título de la novela sería “Terra Alta”.

“Un hecho histórico importante es mencionado en esa novela y fue el atentado en la rambla de Barcelona ocurrido en 2017. Esa misma noche, también cerca de Terra Alta, donde transcurre la novela, hubo otro intento de ataque, pero un policía liquidó a cuatro terroristas y lo impidió. Cuando suceden estos hechos ya Javier Cercas venía trabajando sobre el personaje de Melchor Marín, el policía que habría ejecutado a los terroristas, y que debería sobrellevar ese secreto”.

“Todos los libros que a mí me importan funcionan de esa manera. Hay un enigma superficial, por ejemplo, ¿Don Quijote está loco o no está loco? ¿Por que Ahab está obsesionado con la ballena blanca? ¿De qué acusan a Joseph K? Y ese enigma superficial siempre esconde enigmas más profundos. Javier Cercas es uno de los más grandes autores contemporáneos en lengua española, cuando en 2019 recibió el premio Planeta, según él le confió a la prensa, era la primera vez que se presentaba a un premio literario. En un nuevo libro, el autor culmina su trilogía policiaca retomando temas y personajes de sus relatos anteriores: “Terra Alta” (premio Planeta 2019), “Independencia” y ``El castillo de Barbazul”(2022), es el último título de su trilogía de Terra Alta.

Cercas es sin duda, uno de los más grandes narradores en español. Sus novelas son bienvenidas por la crítica y también por los lectores, que esperan cada nuevo libro con expectativas renovadas. En “El monarca de las sombras”, cuenta la historia de un tío abuelo franquista que murió siendo poco más que un adolescente. Siendo presentada en Buenos Aires este mes, de septiembre 2022, sobre esta novela Cercas diría que: … “me ha costado la vida, la verdad, porque este libro lo he querido escribir desde siempre; es el primer libro que tuve en la cabeza, incluso antes de ser escritor porque es la primera pregunta seria que yo me hecho y tiene que ver con la guerra civil, que es nuestra herencia de violencia. La pregunta era muy sencilla y muy complicada a la vez. Tiene que ver con un tío de mi madre, de un pueblo muy humilde, un chaval con inquietudes, casi es el primero del pueblo que estudia y que cuando estalla la guerra civil se alista en el ejército de Franco y muere dos años después en la batalla del Ebro, la más cruenta de la guerra y de la historia de España. Mi madre me hablaba mucho de él y la pregunta era por qué un chico de esas características se alista para defender una causa injusta y muere en el lado equivocado de la historia…

También Cercas afirmaría que: …todas mis novelas, en el fondo, son westerns, tienen ese ímpetu épico, de aventura. Esto lo explicó muy bien Borges, quien dijo que en el siglo XX la novela dejó de ser épica, y la épica se refugió en el western. Y yo he crecido viendo westerns en la televisión, y si tengo que elegir diez películas favoritas, siete son de John Ford. Además la novela tiene un escenario típico del género: el protagonista es un tipo solitario que viene de la ciudad con un pasado a cuestas, un pasado de violencia.
Javier Cercas recientemente también opinaría: ”Creo que estamos en un momento de pesimismo respecto a la democracia. Es algo que define nuestro tiempo. Un pesimismo injustificado, pero que es lógico sobre todo en Occidente, a partir de la crisis de 2008, que fue de una dimensión brutal, solo comparable con la de 1929, que provocó el nacimiento o la consolidación de los totalitarismos, que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. Luego del 2008, aquellos totalitarismos vuelven enmascarados en lo que llamo nacional-populismo, que ya no tiene a la violencia como elemento capital. La cabeza del nacional-populismo era Trump, el Brexit, Le Pen en Francia, el secesionismo catalán. En Latinoamérica, quizás Bolsonaro sea un ejemplo. Y la invasión de Ucrania es la manifestación más violenta de este nacional-populismo”.

Hace ya unos días que falleció otro gran escritor español, Javier Marías, laureado, cinéfilo, galardonado novelista, de quien espero conversar sobre su obra en unos días. Como ya antes había escrito esta crónica sobre otro Javier, también gran novelista español,, apoyándome en todas estas galimatías, he querido ofrecer de momento ciertos detalles sobre los secretos de las novelas planificadas por el escritor, Javier Cercas.

En Londres, el viernes 16 de septiembre del año 2022

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