miércoles, 17 de agosto de 2016

Ignacio Felipe Semmelweis y la fiebre puerperal



IGNACIO FELIPE SEMMELWEIS Y LA FIEBRE PUERPERAL

Ignác Fülöp Semmelweis nació el 1 de julio de 1818 en Taban, un barrio de Buda que actualmente forma parte de Budapest, Hungría. Fue el cuarto de los diez hijos de Josef Semmelweis y Teresia Müller, una próspera familia de comerciantes de alimentos.   Comenzó estudiando derecho en la Universidad de Viena en 1837, pero en 1838 después de asistir a la demostración de una necropsia efectuada por el profesor Rokitansky, se cambió a medicina. Semmelweis terminó su doctorado en medicina en 1844. Entre sus profesores estaban Carl vo Rokitansky, Josef Skoda y Ferdinand Ritter von Hebra. A los 28 años Ignác Semmelweis obtuvo un doctorado en Obstetricia y fue nombrado en 1846, asistente del profesor Johann Klein en una de las maternidades del Hospicio General de Viena. En la década de 1840, la fiebre puerperal diezmaba las salas de hospitales mediocres manejado por comadronas expertas, algunas menos arrogantes que los médicos atacando en algunos casos de manera simultánea a todas las mujeres de una hilera de camas de los grandes pabellones. Las mujeres eran examinadas por estudiantes de medicina que no se lavaban las manos al abandonar las salas de autopsia, mostraban una tasa de mortalidad mucho más elevada. Semmelweis no comprendía por que las mujeres que daban a luz en la Clínica Primera sufrían una tasa de mortalidad mucho más alta que las que daban a luz en la Clínica Segunda, dado que en ambas se usaban los mismos procedimientos. La diferencia la encontró en el tipo de personal que trabajaba en las Clínicas. En la Primera practicaban los estudiantes de medicina, mientras la Clínica Segunda estaba destinada a la enseñanza de matronas. Semmelweis se encontraba fuera de Viena en viaje turístico a Venecia cuando su amigo, el profesor de medicina forense Jakob Kolletschka murió a consecuencia de una punción o un corte en la piel en el curso de una autopsia, con síntomas y alteraciones patológicas detectadas en su autopsia, similares a las que se encontraban en las mujeres que fallecían de fiebre puerperal. Semmelweis llegó a la conclusión de que la enfermedad que había provocado su muerte era idéntica a la que causaba la muerte de tantas parturientas entendiendo que la fiebre puerperal era séptica y contagiosa. Ordenó entonces a los estudiantes se lavasen las manos con agua de cal clorada y consiguió en dos años, reducir la tasa de mortalidad post parto del 12,24 al 1,27 %. A pesar de haber introducido estos procedimientos de antisepsia y de haber logrado reducir la tasa de mortalidad por fiebre puerperal a un 0,85 %, los descubrimientos y publicaciones de Semmelweis se enfrentaron a la oposición de las autoridades sanitarias, tanto en Hungría como en el extranjero. Algunos médicos se sintieron ultrajados por la sugerencia de que ellos podían ser responsables de la muerte de las embarazadas por no lavarse adecuadamente las manos antes de atender a sus pacientes. Semmelweis fue despedido del hospital y despreciado por la comunidad médica de Viena, finalmente sintiéndose ultrajado y despreciado por la indiferencia de sus colegas comenzó a escribir duras y airadas cartas a los obstetras más importantes de Europa denunciándolos como asesinos irresponsables. En 1850 se trasladó a la Universidad de Pest, donde fue catedrático de obstetricia del hospital universitario. Casi veinte años después de su descubrimiento fue internado en una institución para enfermos mentales. El 30 de julio de 1865, el médico vienés Ferdinand von Hebra, quien había sido su maestro, 
lo condujo a un sórdido manicomio vienés  vecino al hospital general. Semmelweis  trató de escaparse pero los guardianes le propinaron una brutal paliza y con una camisa de fuerza fue encerrado en una celda. El 13 de agosto de 1865, a los 47 años  Ignác Fülöp Semmelweis murió en el manicomio por una septicemia, posiblemente como resultado de los maltratos provocados por los guardias.

Toda esta triste pero importante historia, siento que debe ser del conocimiento de toda la gente, y viene a cuento a propósito del deterioro de la salud pública y de los pacientes en nuestras instituciones, así como del lógico desencanto que provoca en quienes ante tantas crueles irregularidades no creen ver luz al final del túnel.

Las recomendaciones de Semmelweis solo serían aceptadas después de su muerte, cuando Louis Pasteur confirmó la teoría de los gérmenes como los causantes de las infecciones y Joseph Lister siguiendo las investigaciones de Pasteur implementó el uso de los métodos de asepsia y antisepsia en cirugía.

Maracaibo, 17 de agosto de 2016

No hay comentarios: