Manuel Puig, Argentina, y el beso de la mujer araña
Manuel
Puig nació diciembre de 1932 y en
1946 se trasladó a Buenos Aires. En 1951 estudió en la Facultad de Filosofía y
Letras. En 1956, viajó a Roma, al Centro Sperimentale di Cinematografía. En
Londres y Estocolmo, enseñó español e italiano, y escribió sus primeros guiones
para películas. En 1961-1962 trabajó como asistente de dirección fílmica en
Buenos Aires y Roma. En 1963 en New York, comenzó a escribir su primera novela La traición de Rita Hayworth, terminada
en 1965 y el diario "Le Monde"
dijo era la mejor novela 1968-1969. En 1967 en Buenos Aires comenzó a enfrentar
sus problemas con la censura. Después de publicar Boquitas pintadas, convertida inmediatamente en "best-seller",
apareció en 1973 su tercera novela: The
Buenos Aires Affair. Después de repetidas amenazas telefónicas, Puig
abandonó la Argentina para establecerse en México, donde terminó El beso de la mujer araña en el año 1976
Sinopsis de la novela Dos prisioneros comparten una
celda, en la Argentina durante el tercer gobierno de Juan
Domingo Perón (1973-1974); Valentín Arregui, de 26 años perteneciente a un
movimiento revolucionario, encarcelado en una manifestación y Luis Molina,
de 37
años, un homosexual encarcelado por corrupción de menores. Molina le cuenta
películas a Valentín para distraerlo. Valentín estaba enamorado de una mujer
llamada Marte y Molina de un joven llamado Gabriel, ambos presos se toman
confianza entre sí y llegarán a tener relaciones sexuales. Molina
siente un gran afecto por Valentín y para tratar de ayudarlo le promete hablar con el grupo revolucionario al quedar
libre. Molina liberado será seguido de cerca por sus captores y cuando trata de
hacer contacto con los guerrilleros, estos no aparecen. Al ver a Molina con la
policía se imaginan que los está delatando y lo matan a tiros, mientras que Valentín
salvajemente torturado, morirá también.
Perón después de la muerte de Evita: Durante su segunda presidencia, después de la
muerte de su esposa María Eva Duarte (Evita) en 1952, Perón tuvo un duro
enfrentamiento con la Iglesia y con sectores militares que condenaban su
autoritarismo y la falta de libertades públicas. Durante su mandato el pueblo
trabajador, los “descamisados” amaban al General Perón y le seguían
incondicionalmente. Un golpe militar en 1955 lo derrocó impidiendo culminar su
segunda presidencia y Perón debió exiliarse, en Panamá y después durante largos
años en España. Desde 1955 a 1973 el partido peronista fue proscripto y sus
militantes fueron perseguidos y encarcelados. Perón desde su exilio se
comunicaba con sus seguidores, y cuando en 1973 la proscripción del partido
llegó a su fin, el Gral Agustín Lanusse, levantó la prohibición para que el partido
peronista participara en las elecciones con sus candidatos. “Cámpora al
gobierno, Perón al poder” decía la propaganda y llegó el triunfo electoral.
Cámpora se juramentó presidente el 25 de mayo, y el 15 de
junio se trasladó a Madrid para acompañar a su líder de regreso a Buenos Aires. Se producirá una masacre en el
aeropuerto de Eseiza pero el peronismo gobernaría nuevamente con los
presidentes Cámpora, 1973; Lastiri, 1973; y Perón. El 23 de septiembre de 1973,
ganó con el 62% de los votos y fue presidente por tercera vez con su esposa
Isabel Martínez de Perón como vicepresidente. Perón morirá en 1974, y ante la incapacidad de Isabel Perón para conducir
el país, José López Rega, ministro de
acción Social ex secretario privado de Perón, acompaño y aconsejó a la viuda
del presidente mientras organizó
la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), un grupo armado ilegal, que
llevó a cabo innumerables amenazas de muerte y asesinatos, tantos que López
Rega fue obligado a renunciar a su cargo en 1975. María Estela Martínez fue
derrocada el 24 de marzo de 1976 y sustituida por una dictadura militar. María Estela Martínez fue derrocada el 24 de marzo
de 1976 y sustituida por una dictadura militar. López Rega huyó a Europa donde vivió prófugo de la
Justicia durante diez años hasta ser detenido
en Estados Unidos, trasladado a la Argentina, y estuvo preso, casi ciego,
procesado por cargos de múltiples homicidios, asociación ilícita y secuestros,
a la espera de un juicio que
nunca se celebró ya que murió el del 9 de junio de 1989.
Siete años de dictadura militar. En los días
cuando Manuel Puig publicó su novela El
beso de la mujer araña (1976) una junta militar encabezada por el teniente
general Videla instalará una atroz dictadura que se dio en llamar Proceso de
Reorganización Nacional, violando todos los derechos humanos. Varios millares
de personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas a en una represión
implacable padecida por todas las fuerzas democráticas, políticas, sociales y
sindicales, mediante el terror para imponer el “orden”, sin permitir ninguna
disidencia. La desaparición de personas se logró arrojando a los
“desaparecidos” al Río de la Plata, desde aviones o helicópteros militares y en
fosas comunes tras fusilamientos y ocultamiento de cadáveres, sin ningún tipo
de identificación. A Videla lo sucedió el teniente general Viola y a este el
también teniente general Galtieri, quien el 2 de abril de 1982 ordenó el
desembarco e invasión de las Islas Malvinas, con la posterior respuesta de
Inglaterra y la rendición de Argentina. El
descrédito tras la guerra y los abusos del régimen militar, promovieron la
apertura democrática, concertada por el general Vignone, sucesor de Galtieri y
para 1983 la presidencia de Raúl Alfonsín pondría fin a los siete años de
dictadura militar. Manuel Puig Entre
1978 y 1980 vivió en Nueva York, donde dictó cursos de escritura creativa en la
Universidad de Columbia. En 1979 publicó Pubis
angelical, que fue un best seller en España y fue llevada al cine por Raúl
de la Torre. Puig se radicó en Río de Janeiro, y realizó en 1985 la adaptación
para cine de El beso de la mujer araña,
dirigida por el argentino Héctor Babenco.
El beso
de la mujer araña, destaca
por la ausencia de un narrador que lleve la guía de la historia, por
consiguiente, la mayor parte de la misma tiene la particularidad de que se
construye mediante diálogos, en
ocasiones remedando un guión cinematográfico. Por otra parte, la novela presenta informes policiales, entrevistas
periodísticas y notas al pie de página. Lo más relevante de esta novela de
Puig, quizás como un mecanismo que integra al lector con la intimidad de los
personajes, es el relato de las películas. Las películas son muy importantes
para Molina, tanto como fueron en la vida de Manuel Puig, escritor y cineasta,
ellas no solo son utilizados como una fuente de identificación con sus
conflictos sino también valen como una distracción y un escape de la realidad. La novela se inicia con Molina relatándole
a Valentín la película de la mujer pantera. Le hablará de Irena, descendiente
de mujeres panteras que se transforman en bestias cuando están excitadas (en el
blog lapesteloca.blogspot. com (http://bit.ly/1LYqJYw)
hay detalles sobre el film La mujer pantera). Molina se
identifica con Irena, ambos tienen una trágica historia por su sexualidad y
Molina, como Irena también aparece como un ser que es considerado peligroso (está
en la cárcel por corrupción de menores). Al comienzo Valentín no toma muy en
serio lo que Molina le cuenta pero las historias del cine funcionarán como un catalizador para hablar sobre sociedad, la
explotación y la sexualidad. Como segunda historia, Molina fascinado le cuenta
a Valentín una película de nazis, y le hablará sobre Leni, una francesa que se
enamora de un oficial alemán. Valentín critica la película, “una inmundicia nazi”
le dice, y Molina se ofende. Para Valentin, el modo de pensar de Molina es
peligroso, y le parece que “puede ser un vicio escaparse así de la realidad”.
Leni se enamora de un líder fascista y finalmente muere por una causa política.
La película sirve aquí como una premonición pues Molina, también se enamorará
de Valentín un luchador político y finalmente fallecerá por su causa. La
tercera película, Molina se la cuenta a sí mismo, y es sobre el amor entre una
pobre sirvienta fea y un piloto desfigurado. La película aparece mezclada con pensamientos
de Molina sobre su madre, sobre Valentín y sus ideas sobre la belleza y el
amor. Gracias a la intervención del
ciego, ellos se reconcilian, deciden vencer los obstáculos y se casan, demostrando
así el triunfo de la belleza interior sobre la fealdad exterior. La película refleja los deseos
amorosos de Molina quien parece ansiar ese amor real y puede que la película
anticipe otra vez lo que va a pasar más tarde cuando los presos se ven de una
manera diferente y no se perciben como el revolucionario amargo y el homosexual
loco sino que se descubren como personas y su unión les da la fuerza para soportar
la vida dura en la cárcel. Otras películas cuentan, de un joven corredor de autos que
pierde una carrera y
de regreso a su tierra
trata de salvar a su padre secuestrado
por guerrilleros. Ayudado por una joven campesina, al final, se salva de la
guerrilla gracias a la muchacha y ella acaba dándole un hijo mestizo, pero él descubre
que el administrador de la hacienda es responsable de la muerte del padre, y acaba uniéndose a la guerrilla. Luego de una serie de
crímenes el desenlace se dará por suicidio. Impresionante resulta la narración de
la película de la mujer zombie y los muertos vivos, en una isla tropical y nos obliga a pensar en la actual moda del
cine con este tipo de personajes cinematográficos desde antes y después de la
guerra mundial Z. La última película que narra Molina es mexicana y se inicia
en un caserón en una playa de Veracruz. Toda la narración está impregnada de
canciones, especialmente boleros, de manera similar a lo que desde mi primera novela
publicada “Escribir en La Habana”, he hecho uso sin captar hasta este momento
la posible conexión con la novela de Puig. Como corolario de todas estas sentidas
narraciones de Molina se va a notar en la novela como cambia la relación de los dos presos. Molina se
ocupa de Valentín y no solamente le cuida físicamente, no solamente le cuenta
películas para entretenerlo y en parte también para escarparse él de la
realidad, sino para que Valentín olvide sus dolores.
La
película El
beso de la mujer araña, es una coproducción brasileño-estadounidense del
año 1985 dirigida por Héctor Babenco cineasta brasileño de origen argentino,
fue adaptada por Leonard Schrader y protagonizada por William Hurt, Raúl Juliá,
Sonia Braga, José Lewgoy y Milton Gonçalves como actores principales. Al
principio Manuel Puig se mostró en desacuerdo por la elección de los
personajes. Consideraba a Raúl Juliá demasiado grande para interpretar a Valentín
y que el físico de William Hurt no se correspondía con el de Molina. Cuando vio
la película en la cabina de montaje, quedó decepcionado, pero luego del
estreno, junto al público, sintió que podía funcionar. Ese año de la producción
cinematográfica de su novela, Manuel Puig se estableció en Brasil, y publicó
otra novela, Maldición eterna a quien
lea estas páginas. En 1988 apareció su última novela, Cae la noche tropical. Un año después abandonó Brasil para volver a
México, estableciéndose con su madre en Cuernavaca. Es en esa ciudad donde
Manuel Puig murió, el 22 de julio de 1990. Dejó inconclusa su novena novela: Humedad relativa: 95%.
Maracaibo
12 de agosto de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario