DE NOVELAS SOBRE TEMAS POLÍTICOS
EN El
CORAZÓN NUBLADO DEL ÁFRICA
El valor
de las novelas políticas reside principalmente en que permite reconstruir con
detalle los escenarios donde se decide el destino de los pueblos y, al mismo
tiempo, mostrarnos realidades donde los intereses humanos más descarnados, el
deseo de poder o de riqueza, manifiestan el poder destructor que ejercen sobre los
precarios lazos de la solidaridad humana.
El 20 de marzo del año 2015 publiqué
un artículo sobre la novela Dispara yo ya
estoy muerto, de Julia Navarro (http://bit.ly/1WR6JLx) que encaraba el grave conflicto de las familias hebreas y palestinas
viviendo en territorios de una guerra fratricida y religiosa sobre la posesión
de una tierra prometida. Más recientemente nos referimos a Trotski y Ramón
Mercader en El hombre que amaba a los
perros y a la revolución cubana en Las iniciales de la
tierra (bit.ly/1TK3HTe). En
realidad la novela política ha sido practicada
exitosamente por el escritor inglés David John Moore Cornwell, más conocido por
su seudónimo John le Carré, (1931) quien siempre ha escrito sobre ficciones
históricas con gran contenido social. Sabemos que sus obras apuntan por igual a
los culpables victimarios como a las propias víctimas.
También
nos referimos en una oportunidad a John le Carré (bit.ly/1WgknEX) a propósito de El jardinero fiel al relatar esa historia de terror que atrapa al lector y que lo lleva a aseverar que
los hechos relatados son realidades, especialmente si se ven plasmados por la
cinematografía como sucede en el film homónimo dirigido por Fernando Meirelles,
quien muestra como en el norte de Kenya, asesinarán brutalmente a Tessa Quayle,
activista británica quien preparaba una denuncia sobre una multinacional
farmacéutica. La película del año 2005 en
la que Rachel Weisz como Tessa, ganó el premio OSCAR del año 2005 como mejor
actriz de reparto, nos obliga a recordar que John le Carré se popularizó desde la
publicación de su tercera novela El espía que surgió del frío (1963), llevada
a la pantalla con gran éxito, en un filme dirigido por Martin Ritt y protagonizado
por Richard Burton, con Claire Bloom, Oskar Werner y Peter Van Eyck, con la
historia de un agente secreto británico en la Alemania
Oriental, quien para fingirse desertor se las ingenia para desacreditarse y
desacreditar a sus jefes hasta conseguir que lo expulsen de la agencia de
inteligencia británica. El año 2006, le Carré, quien actualmente tiene 84 años y más de 20
novelas en su haber, publicaría una de sus mejores obras, La canción de los misioneros (Plaza & Janés. Barcelona, 2006), donde demuestra que la utopía es posible, que el amor es el mejor motor para
poner en marcha la justicia, y que el único modo de conseguir un futuro mejor
es manteniendo viva la esperanza. Vuelve Le Carré con un trasfondo de denuncia
contra la terrible situación que atraviesan los países africanos a presentar una
obra de intriga, amor y corrupción.
En la tradición temática iniciada por Joseph Conrad, en El corazón de las tinieblas (1899), Le Carré de vuelta en el continente africano, constatará que las cosas
siguen aproximadamente igual de mal, y hasta peor, aunque los protagonistas
sean otros. La historia discurre a
través de tres situaciones; la vida de un súbdito inglés de origen congoleño,
Bruno Salvador Salvo, una intriga política situada en
el Congo, y el recuento de las
manipulaciones del servicio secreto inglés para influenciar en el país
africano. La figura central, Salvo, hijo ilegítimo de un misionero católico irlandés destinado en el Congo
y de la hija de un jefe de tribu, será educado por
curas católicos en el Congo, uno de ellos le ayudó en sus estudios pero abusó
sexualmente de él. Llegará a licenciarse en lenguas y culturas africanas en la
universidad de Londres y será un intérprete muy solicitado. Se casará con
Penélope, periodista idealista de familia importante. El joven Salvo conocerá a Hannah, una enfermera congolesa de quien se
enamora y sus raíces y su alma africana se remueven mientras Hannah le animará
a luchar por los intereses de su nativo Congo. Los servicios secretos lo
implicarán como intérprete en un golpe apoyado por tropas internacionales que
supuestamente garantizará la paz del país, pero él se enterará que la
intervención será para poder robarles la riqueza mineral. Salvo conocerá de los
métodos brutales de los negociadores y aunque esconde con Hannah sus libretas y
unas cintas para usarlas como pruebas, estas desaparecen... Las reflexiones
recuerdan que 3.800.000 africanos murieron en un genocidio entre 1998 y 2002,
donde la mayoría de los muertos tenía menos de cinco años. Murieron de cólera,
de malaria, de diarrea, de hambre y por negligencia...
Otra gran
novela que relata los avatares políticos del Congo Belga tanto con anterioridad
a la independencia, como, y sobre todo,
los de los años que la siguieron es La
Biblia envenenada (1988) de la escritora norteamericana Barbara Kingsolver,
quien relató la historia de una familia norteamericana recién
llegada a África, en el verano de 1959, a fines de la etapa colonial y los avatares
políticos del Congo Belga, antes de la independencia, y en los años que la
siguieron. Narrada en primera persona por cinco voces femeninas cuyo estilo
varía dependiendo del personaje femenino que relata la historia del padre, un pastor
baptista, la madre y las cuatro hijas. Las narraciones de la madre Orleanna, y de
las hijas adolescentes Rachel, Leah, su gemela Adah que es hemipléjica, y la
pequeña Ruth May, nos cuentan la vida de la familia Price y los intentos del
padre por convertir a la fe baptista a los congoleños. La trama va
desarrollándose en capítulos que tienen los nombres de algunos libros que
conforman la Biblia: Génesis, Apocalipsis, Bel y el Dragón y el Éxodo.
Como marco de la historia
familiar y de la relación con las personas de la aldea, surgen los hechos
históricos: la elección de Patrice Lumumba como primer ministro; tras la
negativa de ayuda estadounidense y viendo que las tropas de Naciones Unidas no
contribuían a acabar con la secesión, Lumumba recurrió a la URSS y la ayuda
proporcionada por Kruschev vista por Estados Unidos como un intento de expandir
el comunismo en África, llevará a la destitución del primer ministro y su
eliminación, con la cooperación de los belgas. La concesión de la independencia
en junio de 1960, la secesión de Katanga, el breve mandato de Lumumba entre
junio y septiembre de dicho año, su destitución y arresto, su huida y posterior
captura y ejecución, con la ascensión al poder de Mobutu y el establecimiento
de su gobierno dictatorial, es toda una trama vivenciada a través de las voces
de la esposa y las hijas del pastor Price empecinado en su cristianismo
evangelizador con visos de fanatismo que se transparenta en las narraciones de
Ruth May y de Rachel, así como en las de la cáustica Adah.
En La Biblia envenenada de
Bárbara Kingsolver parece escucharse el grito del pueblo africano que paga con
sangre su libertad, para defender su autonomía y la dura transición de sus
habitantes cansados ya del yugo colonial que ha explotado inhumanamente sus
recursos, enriqueciendo a unos cuantos, empobreciendo a otros, y negándole a
sus habitantes cualquier posibilidad de progreso.
Maracaibo, 29 de mayo, 2016
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