jueves, 19 de mayo de 2016

De "Las iniciales de la tierra" a "El hombre que amaba a los perros"




DE LAS INICIALES DE LA TIERRA  AL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS

Leonardo de la Caridad Padura Fuentes (La Habana, 1955) es un novelista y periodista cubano conocido especialmente por sus novelas policiacas del detective Mario Conde. Desde el año 2011, ostenta doble nacionalidad, ya que el Gobierno de España le concedió ese año la española por carta de naturaleza. Padura comenzó su carrera como periodista en 1980 en la revista literaria El Caimán Barbudo; también escribía para el periódico Juventud Rebelde. Más tarde se dio a conocer como ensayista y escritor de guiones audiovisuales y novelista. Su personaje Conde, frecuentemente borracho, descontento y desencantado, quien según el mismo Padura, "arrastra una melancolía…", es un policía que hubiera querido ser escritor y que siente solidaridad por los escritores, locos y borrachos. 

En el año 2009, Padura publicó una novela en la que no figuraba  el policía Mario Conde. “El hombre que amaba a los perros” editada por Tusquets, Barcelona, la novela está basada en la historia de Ramón Mercader, el asesino de León Trotsky quien vivió sus últimos años en La Habana.  “En esta novela las críticas del escritor a la sociedad cubana alcanza sus cotas más altas”; esta es una cita global, pero ciertamente, al leer la novela de Padura se percibe el coraje del autor al señalar muchos de los graves defectos de la mal llamada “revolución cubana”. La lectura de “El hombre que amaba a los perros” me ha llevado a revisar “Las iniciales de la tierra” la novela de Jesús Díaz que editara Monte Ávila en 1992. Confieso que al leerla en aquellos años, me pareció una verdadera epopeya de la tan popularizada revolución y al recordar esto, me siento obligado a hacer una digresión para decir algo sobre esta otra novela y su autor, Jesús Díaz. 

“Las Iniciales De La Tierra” trata la historia de un joven cubano que, como el propio autor, había crecido frente a una pantalla, en la que se proyectaban imágenes de Disney y Hollywood, de Máximo Gómez y José Martí, de la religión católica y el culto afrocubano.  En 1959 el joven abrazaría la causa revolucionaria y protagoniza, como un héroe griego, todos los actos de la epopeya socialista: la Campaña de Alfabetización, Bahía de Cochinos, la Crisis de los Misiles, la Zafra de los Diez Millones... Pero a principios de los años setenta, cuando es considerado su ingreso al Partido Comunista, una serie de intransigencias, deslealtades, dubitaciones y equívocos provocan la desconfianza de compañeros y superiores.  Esta trama, que hoy podría parecer pueril, en el plano de la memoria cultural captó el ambiente de rigidez moral que propagara la Revolución, por lo que el gobierno cubano prohibió la edición de la novela, de manera que “Las iniciales de la tierra” estuvo vetada durante doce años, de 1973 a 1985, cuando una reivindicación de todos los intelectuales cercanos al primer Caimán Barbudo y a Pensamiento Crítico permitió su publicación en La Habana y Madrid.  La repentina muerte en su domicilio de Madrid el 2 de mayo del año 2002, del escritor y cineasta Jesús Díaz, a sus 60 años y en el exilio, Díaz quien había sido el creador de las revistas El Caimán Barbudo y Pensamiento Crítico, creo diversas conjeturas sobre su carrera como escritor y editor y sobre su rol en la política. En el libro “Cuba”, de Jacobo Timerman , Díaz es calificado de "Stalinista", así como de ser "el escritor que mejor expresa la línea del partido". Según algunos que siguieron de cerca su carrera, cuando Jesús Díaz era director de la revista El Caimán Barbudo hostigaba a aquellos a quienes consideraba que no tenían como él una posición castrista ortodoxa. No fue sino hasta 1991, dos años después de la farsa que condujo al asesinato legal de Arnaldo Ochoa y Tony de la Guardia, que está remarcado como “Epílogo” de mi novela “Escribir en La Habana”, cuando Díaz pareció descubrir la luz y decidió romper con el castrismo. Inicialmente se asiló en Alemania, y en 1994 pasó a vivir permanentemente a España. Sobre el libro de Jesús Díaz “Las iniciales de la tierra”, publicado en Cuba en 1987 en un texto difundido en el blog de Silvio Rodríguez se le consideró como “la más importante novela de la Revolución Cubana”, el propio Silvio dijo de ella que “está entre las mejores obras literarias escritas en y sobre la Revolución Cubana”.  Iroel Sánchez en 2014 en su blog “La pupila insomne”: escribió sobre el escrito disidente cubano: “Jesús Díaz murió en el 2002 en Madrid y creo que nada de lo que hizo contra la Revolución cubana le quita grandeza, vigencia y valor a Las iniciales de la tierra. No solo es buena literatura sino que a muchos nos hizo entender mejor la Revolución y sentirla más cercana”.   

Regreso a Leonardo Padura para señalar que “El hombre que amaba a los perros” ha recibido numerosos galardones: 1-Premio Francesco Gelmi di Caporiaco 2010 (Italia), 2-finalista del premio Libro del Año 2010 del Gremio de Libreros de Madrid, 3-Premio Roger Caillois 2011 de literatura latinoamericana (Francia), 4-Prix Initiales 2011 (Francia), 5-Premio de la Crítica 2011 del Instituto Cubano del Libro, 5-Premio Carbet del Caribe 2011 de la revista Carbet & Institut du Tout Monde. Todos estos galardones fueron por su novela "El hombre que amaba a los perros". Como si fuese poco, le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura el año 2012 en La Habana, por la mencionada novela. Por cierto que la entrega del Premio Nacional de Literatura en la Feria Internacional del Libro no tendría mucho eco en los medios de comunicación cubanos. Es posible incluso que los medios hayan evitado reproducir su alocución. De cualquier manera, para asombro de muchos y encogimiento de hombros de otros, lo que ocurrió fue que en la televisión apareció una brevísima toma del escritor recogiendo el diploma y de ahí se pasó, a acontecimientos culturales de mucha menor relevancia a los que se les brindó, por supuesto, mayor espacio. En los demás medios de difusión ocurrió lo mismo. No se citaron las palabras del escritor que recibía el más alto reconocimiento que la cultura cubana otorga a un literato y que, además, fue entregado para satisfacción de la inmensa mayoría de quienes opinaron sobre este asunto, dentro y fuera de Cuba.

Leonardo Padura, reconocido en el ámbito internacional como el creador del teniente investigador (todavía lo es) Mario Conde, como protagonista de una serie de novelas que ya alcanzan ocho títulos, desde Pasado perfecto (1991) hasta Herejes (2013), ya había sido distinguido en Italia con la orden de Caballero de las Artes y las Letras y premios como el Francesco Gelmi, que obtuvo por “El hombre que amaba a los perros”. Este año durante su estancia en Italia el escritor viajó también a la ciudad de Perugia, donde participó en un Encuentro dedicado a la Literatura en Lengua española, que tuvo entre sus invitados a los escritores Paco Ignacio Taibo II de México, y el chileno Luis Sepúlveda. La gira europea del escritor cubano se inició a principios de mayo este año con un encuentro con los lectores en la Feria del Libro de Sevilla, e incluyó la presentación en Francia de su libro de cuentos Aquello estaba deseando ocurrir”, traducido al francés con el título “Ce quidèsiraitarriver”. Al finalizar su recorrido Padura regresará a España, donde se presentará en la Casa de América de Barcelona una recreación teatral de su novela “La neblina del ayer”, escrita por el dramaturgo y también novelista cubano Abilio Estévez y participará después en la Feria del libro de Madrid para promover su libro más reciente, "Regreso a Ítaca", resultado esta vez de su labor como guionista. 

¿Cómo evolucionará Leonardo Padura en esta nueva onda de la Cuba abierta a los gringos?, y ¿cuánto podrá su literatura influir hacia el futuro, para él y para su país?... Esperaremos a que corra mejor suerte que Jesús Díaz y que tengamos un gran escritor cubano para el mundo por muchos años.
Maracaibo, 18 de mayo del año 2016

No hay comentarios: