martes, 23 de diciembre de 2025

Nuevo estudio genético (2)

Ayer relatábamos como en Julio de 2024 en la cuenca de Franceville, en Gabón, Africa, Ernest Chi Fru llamó un 'primer intento que no logró prosperar', a lo que podría ser en realidad una de las primeras manifestaciones físicas visibles de un largo proceso genético invisible que desvelaría recientemente la Universidad de Bristol, y publicado en Nature donde al parecer, ratificaban que la vida, sencillamente, estaba ensayando desde mil millones de años antes de lo que se creía.

Hay una pregunta por responder… Si la maquinaria comenzó a funcionar hace 2.900 millones de años, ¿por qué tardamos tanto en ver animales grandes y plantas? Gergely Szöllősi, uno de los autores del estudio en la cuenca de Franceville, en Gabon, explica el concepto de la 'complejificación acumulativa'. En pocas palabras, no se puede construir un rascacielos en un día.

Aquel estudio, que fue presentado en Precambrian Research describe un episodio de actividad volcánica submarina única tras la colisión de dos continentes, lo que creó un "laboratorio" rico en nutrientes para los primeros experimentos en evolución biológica compleja. El Dr. Ernest Chi Fru, autor principal del artículo y profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Cardiff, dijo: "Se cree que la disponibilidad de fósforo en el medio ambiente es un componente clave en la evolución de la vida en la Tierra, especialmente en la transición de organismos unicelulares simples a organismos complejos como animales y plantas". Chi Fru añadiría: “Ya sabemos que el aumento de las concentraciones de fósforo marino y oxígeno en el agua de mar está vinculado a un episodio de evolución biológica ocurrido hace unos 635 millones de años. Nuestro estudio añade otro episodio mucho más temprano al registro, hace 2100 millones de años”.

El equipo de Cardiff identificó un vínculo entre el cambio ambiental y el enriquecimiento de nutrientes antes de su aparición, lo que podría haber desencadenado su evolución. El análisis geoquímico del equipo de las rocas sedimentarias marinas depositadas hace 2.100 millones de años arrojaría nueva luz sobre este conjunto de fósiles de tamaño (ver) inusualmente grande y muy disputado en la cuenca de Francevillian.

La investigación del equipo proporcionaría una sólida validación de la afinidad biológica de los macrofósiles lobulados, cuya validez ha sido ampliamente debatida en la comunidad científica. El Dr. Chi Fru agregó: “Creemos que los volcanes submarinos, que siguieron a la colisión y sutura de los cratones del Congo y São Francisco en un cuerpo principal, restringieron aún más e incluso cortaron esta sección de agua del océano global para crear un mar interior marino poco profundo y rico en nutrientes.

Dicen los investigadores que la naturaleza restringida de esa masa de agua, junto con las condiciones hostiles que existieron más allá de los límites de este entorno durante miles de millones de años después, probablemente impidieron que estas enigmáticas formas de vida se establecieran a nivel global, Estos estudios sugieren que se dio una evolución en dos pasos de la vida compleja en la Tierra. El primer paso siguió al primer aumento importante en el contenido de oxígeno atmosférico hace 2.100 millones de años y el segundo paso siguió a un segundo aumento en los niveles de oxígeno atmosférico unos 1.500 millones de años después. Si bien el primer intento no logró propagarse, el segundo creó la biodiversidad animal que vemos hoy en la Tierra.

Bajo la dirección del geólogo y geoquímico Abderrazak El Albani, un equipo de la Universidad de Poitiers había hallado en 2008 unas rocas negras, cercanas a Franceville, que contenían formas doradas incrustadas en pizarra. Donde otros veían simples concreciones de pirita,(ver) El Albani identificó posibles rastros de organismos multicelulares. Sus análisis sugieren que la multicelularidad pudo haberse desarrollado hace más de 2.000 millones de años, mucho antes del periodo Ediacárico, considerado el origen tradicional de la vida compleja.

Para demostrar la autenticidad biológica de estos restos, el grupo de Poitiers aplicó análisis químicos avanzados y ya en 2023, se identificó una prevalencia de isótopos ligeros de zinc y una distribución específica de arsénico en las supuestas colonias, lo que suele asociarse con tejidos eucariotas y mecanismos de aislamiento de toxinas.

Pese a la fuerza de estas pruebas, las conclusiones de El Albani generaron un acalorado debate. Paleontólogas como Leigh Anne Riedman y Susannah Porter manifiestan escepticismo. El propio El Albani admitiría que resultaba complicado convencer a la comunidad, pero insistió en que no hay, hasta ahora, una refutación completa de sus hallazgos. El biogeoquímico Ernest Chi Fru respalda la hipótesis: “Me parece que el material de Franceville muestra que la vida compleja pudo haber evolucionado dos veces en la historia”.

Al parecer se habría creado un entorno localizado donde la fotosíntesis de las cianobacterias fue abundante durante un período prolongado de tiempo, lo que condujo a la oxigenación del agua de mar local y a la generación de un gran recurso alimenticio que habría proporcionado suficiente energía para promover el aumento del tamaño corporal y un comportamiento más complejo observado en formas de vida primitivas simples similares a animales, como las que se encuentran en los fósiles de este período.

Sin embargo, la naturaleza restringida de esta masa de agua, junto con las condiciones hostiles que existieron más allá de los límites de este entorno durante miles de millones de años después, probablemente impidieron que estas enigmáticas formas de vida se establecieran a nivel global, dicen los investigadores. Estos estudios sugieren que estas observaciones podrían indicar una evolución en dos pasos de la vida compleja en la Tierra.

El primer paso siguió al primer aumento importante en el contenido de oxígeno atmosférico hace 2.100 millones de años y el segundo paso siguió a un segundo aumento en los niveles de oxígeno atmosférico unos 1.500 millones de años después y si bien el primer intento no logró propagarse, el segundo creó la biodiversidad animal que vemos hoy en la Tierra.

La evolución de la vida compleja, no fue un evento puntual, sino un proceso agónicamente lento. Primero hubo que 'inventar' las herramientas internas (el núcleo, el esqueleto celular, etc) en un mundo sin aire. Luego, hubo que esperar a la fusión con una bacteria que diera origen a la mitocondria. Y finalmente, hubo que esperar aún más, a que el planeta mismo cambiara, llenándose de oxígeno, para que esa maquinaria pudiera funcionar a pleno rendimiento y crear la biodiversidad que hoy disfrutamos. 

La evolución de la vida compleja, no fue un evento puntual, sino un proceso agónicamente lento. Primero hubo que 'inventar' las herramientas internas (el núcleo, el esqueleto celular, etc) en un mundo sin aire. Luego, hubo que esperar a la fusión con una bacteria que diera origen a la mitocondria. Y finalmente, hubo que esperar aún más, a que el planeta mismo cambiara, llenándose de oxígeno, para que esa maquinaria pudiera funcionar a pleno rendimiento y crear la biodiversidad que hoy disfrutamos.

La vieja idea de que la Tierra fue un lugar aburrido, habitado solo por bacterias 'tontas' durante la mayor parte de su historia, parece estar condenada. Al parecer, en las profundidades de aquellos océanos oscuros y sin oxígeno, hace casi 3.000 millones de años, la naturaleza ya estaba trabajando silenciosamente en el diseño de la célula que muchos siglos después, daría lugar a las criaturas que ahora intentan comprenderla. Un nuevo estudio genético señala que las primeras células complejas surgieron en un mundo en el que aún no existía el suficiente oxígeno La vida compleja ya trató de imponerse, sin éxito, en la Tierra 1.500 millones de años antes de lo que se creía.

Hasta aquí del estudio genético de la evolución de la vida en la tierra.

Maracaibo, martes 23 de diciembre de año 2025

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