lunes, 22 de diciembre de 2025

Nuevo estudio genético (1)


Existe un nuevo estudio genético donde se señala que las primeras células complejas surgieron en un mundo en el que aún no existía el suficiente oxígeno. Esto plantea que la vida compleja se desarrolló mil millones de años antes de lo que se creía. Ante la importancia de este estudio esta publicación del blog lapesteloca va dividida en dos partes y culminara mañana. Final del formulario

Este exhaustivo estudio genético recién publicado en 'Nature' acaba de poner en entredicho algunos de los dogmas más arraigados de la biología evolutiva, ya que según este estudio las primeras células complejas surgieron mil millones de años antes de lo que se pensaba. Y lo hicieron, además, en un mundo en el que aún no existía el suficiente oxígeno.

Hasta hace poco, estábamos convencidos de que la aparición de los organismos complejos, -que dieron lugar a los animales y finalmente, a nosotros- se produjo hace unos 630 millones de años… Pero este nuevo estudio, liderado por la Universidad de Bristol, obliga a reconsiderar esa historia, planteando que “La 'maquinaria' de la vida compleja, comenzó a desarrollarse casi mil millones de años antes de lo que creíamos, y lo hizo además en unas condiciones que hasta ahora considerábamos imposibles: en un mundo asfixiante y carente de oxígeno”.

Sabemos que en nuestro planeta existen dos clases distintas de vida: 1. Los procariotas: organismos unicelulares sencillos, como las bacterias y las arqueas, y que se distinguen por una característica crucial: no tienen divisiones internas. Su material genético, en efecto, está disperso por todo su interior, sin estructuras diferenciadas. Los procariotas fueron los primeros en llegar, han estado aquí desde el principio, y se calcula que aparecieron hace más de 4.000 millones de años. 2. Los eucariotas: un grupo, que apareció en la Tierra hace entre 1.500 y 2.000 millones de años, incluye a las algas, los hongos, las plantas y, por supuesto, a todos los animales, y nosotros entre ellos. Las células eucariotas son inmensamente más sofisticadas: tienen orgánulos especializados y un centro de mando (el núcleo) donde se guarda el ADN y unas centrales energéticas propias (las mitocondrias) indispensables para compleja vida de los animales y las plantas.

La pregunta que hay que hacerse es: ¿Cómo y cuándo una simple bacteria dio “el salto” para convertirse en una célula eucariota mucho más complicada? La teoría clásica decía que esto ocurrió en términos geológicos “hace 'poco' tiempo” y que previamente fue necesario que la atmósfera se llenara de oxígeno para suministrar la energía necesaria para ese cambio.

Los investigadores de Bristol, y sus colaboradores de la Universidad de Bath y del Instituto de Okinawa (OIST), han descubierto que esa idea estaba equivocada y para demostrarlo, recurrieron a una técnica conocida como 'relojes moleculares', analizando cientos de familias de genes para rastrear su historia hacia atrás en el tiempo. Así, al combinar estos datos genéticos con el registro fósil, el equipo creó un árbol de la vida con una resolución temporal sin precedentes.

La principal conclusión del estudio es revolucionaria: la transición hacia la vida compleja comenzó hace 2.900 millones de años. Es decir, más de mil millones de años antes de lo que se suponía. Lo más sorprendente no es solo ese resultado, sino el orden de los factores.

Hasta ahora se daba por hecho que la célula primitiva primero adquirió la mitocondria (la central energética que usa oxígeno) y que, gracias a ese impulso de energía, pudo desarrollar después su complejidad (el núcleo, el esqueleto celular, etc.). Es la llamada hipótesis de 'la mitocondria primero'. Ahora, los datos del equipo de Bristol dibujan un escenario totalmente nuevo que los investigadores han bautizado como CALM (Complex Archaeon, Late Mitochondrion, o Arquea Compleja, Mitocondria Tardía).

Según este modelo, nuestros ancestros microscópicos ya habían empezado a construir estructuras complejas, esqueletos internos y sistemas de transporte de membranas mucho antes de que llegaran las mitocondrias. Es decir, que la vida no esperó a tener la 'central eléctrica' instalada para empezar a ampliar la casa. La complejidad estructural precedió a la complejidad energética...Todo esto… ¡Sin oxígeno! Estos hallazgos tienen implicaciones capaces de estremecer los cimientos mismos de la geoquímica… Si estos primeros pasos hacia la complejidad ocurrieron hace casi 3.000 millones de años, significa que tuvieron lugar en unos océanos anóxicos, totalmente desprovistos de oxígeno.

Philip Donoghue, paleobiólogo de la Universidad de Bristol y coautor del estudio, explica para que entendamos… “El ancestro de los eucariotas comenzó a desarrollar características complejas aproximadamente mil millones de años antes de que el oxígeno fuera abundante”. De hecho, las mitocondrias, que son las que nos permiten respirar oxígeno hoy, llegaron mucho más tarde, y curiosamente coincidieron con el momento en que los niveles de este gas empezaron a subir en la atmósfera. Gráficamente se puede ver la diferencia entre células eucariotas y procariotas.

Hasta la publicación de este estudio, en Nature, la cronología aceptada era bastante conservadora. Se asumía que las bacterias dominaron en solitario durante 3.000 millones de años y que solo hace unos 635 millones de años, tras un aumento global del oxígeno, la vida compleja despegó definitivamente. Sin embargo, y a pesar de la novedad que supone el estudio de Nature, ya teníamos algunas pistas previas de que algo no encajaba.

Lo que los científicos aceptaban ampliamente, de que los primeros animales aparecieron en la Tierra hace 635 millones de años se puso en duda cuando el equipo, dirigido por la Universidad de Cardiff, descubrió evidencias de un ecosistema mucho más antiguo en la cuenca de Franceville, cerca de Gabón, en la costa atlántica de África Central, hace más de 1.500 millones de años.

En Julio de 2024 en la cuenca de Franceville, en Gabón, que es una cuenca sedimentaria de entre 1.600 y 2.100 millones /de años que contiene sedimentos no metamorfoseados notable por albergar la biota Francevilliana que es posiblemente la forma de vida multicelular más antigua conocida. Un reactor de fisión natural se formó allí hace unos 1.800 y 2.100 millones de años.

Allí, en Gabon, el equipo dirigido por Ernest Chi Fru, de la Universidad de Cardiff, encontró fósiles de organismos supuestamente complejos de hace 2.100 millones de años, un hallazgo que fue considerado “un 'experimento fallido' de la naturaleza”, el cual sugería que la vida intentó dar “el salto” a la complejidad mucho antes, aprovechando un pico temporal de oxígeno provocado por volcanes submarinos y cianobacterias, pero que “dio marcha atrás y se extinguió cuando las condiciones empeoraron. El estudio, presentado en Precambrian Research, describe un episodio de actividad volcánica submarina única tras la colisión de dos continentes, que creó un "laboratorio" rico en nutrientes para los primeros experimentos en evolución biológica compleja.

El nuevo estudio genético al que nos estamos refiriendo, no contradice necesariamente la existencia de experimentos fallidos como el de Gabón, sino que les da un marco teórico mucho más profundo. Nos dice, en efecto, que la maquinaria genética para la complejidad no surgió de la nada, ni en Gabón hace 2.100 millones de años ni tampoco hace 600, porque los 'ladrillos' genéticos para construir células complejas se estaban cocinando lentamente desde mucho antes, desde hace 2.900 millones de años.

Sobre este tema continuaremos ofreciendo mañana datos adicionales.

Maracaibo, lunes 22 de diciembre del año 2025

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