domingo, 9 de octubre de 2022

Si de guarachas se trata…


Si de guarachas se trata, ¿Qué tal ésta?: Brujería brujería vas a acabar con la vida mía… Este es el texto de una guaracha muy conocida de los años 50, popularizada por Manolo Monterrey cantante de la Billo´s Caracas Boys. También cantaba el gran Manolo Monterrey, así: “Antonio MassiRubí, cuando niño era bonito, le echaron la brujería y lo dejaron así feito, brujería, brujería, vas a acabar con la vida mía.”

Había otra muy sonada que decía: “Lindo capullo de alelí, si tú supieras mi dolor”: se refiere a la guaracha de Rafael Hernandez Capullito de alelí, estrenada en Octubre de 1957 en La Habana, Cuba. Después el nombre de la canción fue popularizada por Rolando La Serie, después por Marco Antonio Muñiz, José Luis Rodríguez y otros. Así también, inolvidable resulta: El profesor Ruis Raz una guaracha de la Billo´s Caracas Boys que habla de un profesor que enseña música y un alumno que pide levantarse para salir y hasta el final, cuando se lo permite el profesor, le responderá el alumno, no profe, “ya pa´que”…

Si vamos a la nube, se nos informará que la guaracha es un género de música y baile que se originó en Cuba, “de tempo rápido y letra cómica o picaresca”. En este sentido desde finales del siglo XVIII y principios del XIX, las guarachas se tocaban y cantaban en teatros musicales y en salones de baile de clase baja. Fueron parte integral del teatro cómico bufo a mediados del siglo XIX.​ Durante finales del siglo XIX y principios del XX, se dice que la guaracha era la forma musical favorita en los burdeles de La Habana. Alejo Carpentier menciona en su libro La música en Cuba, citando a Buenaventura Pascual Ferrer, que a principios del siglo XIX “se daban en La Habana hasta cincuenta bailes diarios, donde se tocaba y cantaba la famosa guaracha, junto a otras danzas de moda”.

En principio, conocemos la guaracha como danza aunque hay pocas evidencias sobre la naturaleza del estilo de danza que acompañaba a la guaracha original. Por algunos grabados del siglo XIX pareciera ser una danza de parejas separadas y no una danza de grupos como la contradanza.​ La primera danza criolla de la cual se sabe que se bailaba en parejas independientes es el danzón. Durante el siglo XIX, el teatro bufo, con sus guarachas, jugó un importante papel en el movimiento de emancipación de los esclavos y la independencia de Cuba. El teatro bufo se mantuvo clausurado durante varios años y el período de myor esplendor de la guaracha escenificada se dio en el Teatro Alhambra de La Habana, durante la primera mitad del siglo XX. A mediados del siglo XX el género fue adoptado por conjuntos y grandes bandas. Los primeros trovadores compusieron y cantaron guarachas para equilibrar los más lentos boleros y canciones. Ñico Saquito fue compositor y cantante de guarachas. Los músicos que dominaban la guaracha son llamados “guaracheros” o “guaracheras”. La famosa Celia Cruz es un ejemplo, aunque ella, como Miguelito Valdés y Benny Moré, cantó todos los géneros en boga de la música cubana.

Varios géneros modernos, como la rumba y la salsa fueron influidos por la guaracha. En Puerto Rico por músicos como Rafael Hernández, Pedro Flores, Bobby Capó, Tite Curet, Rafael Cortijo, Ismael Rivera, y la agrupación musical El Gran Combo. En Colombia Aníbal Velásquez Hurtado tocó vallenato y otros géneros, y también un ritmo de música de acordeón llamado guaracha colombiana, más emparentado con ritmos cubanos que con el vallenato aunque utilizara acordeón. Con su hermano José, inventaron la guaracha con acordeón al inicio de los años 1960.

Hay grandes cultores de la guaracha en todo el Caribe. El considerado más grande de todos fue el nacido en Santiago de Cuba, Antonio Fernández, Ñico Saquito vivió largos años en Maracaibo, la cuna de José “Cheo” García, el guarachero zuliano. Imposible no pensar que el cantante marabino no haya sentido la sabrosura y la picaresca del cubano Ñico Saquito quien hizo guarachar a todo Maracaibo mientras recolectaba fondos para ayudar a los Rebeldes de la Sierra Maestra.
José Cheo García, nació en la ciudad de Maracaibo, el 1ro de mayo de 1926, el año del nacimiento de la radio en Venezuela y pasó inadvertido para muchos, pues no militó en el campo de la Salsa, pero Cheo García, en una de las más importantes nutrientes de este movimiento dejó un estilo sembrado, una forma de interpretar con mucha sabrosura y con la alegría de la guaracha en su voz y su sonrisa. De extracción netamente popular, contó con la ventaja adicional en su infancia de estar en Maracaibo. Su voz tuvo que haber llamado poderosamente la atención no solo de su familia, porque a los nueve años ya Cheo estaba tomando clases de música y a los diez estaba convertido en el flamante Primer Tenor de la Compañía “Estampas Líricas en Miniatura”.

Con las “Estampas Líricas en Miniatura” viajó, con esos diez años tempranos, a Bogotá, donde tuvo éxito con su voz; regresó a Maracaibo, donde siempre tuvo un ambiente musical muy particular con numerosas estaciones radiales y también televisión propia. En 1952, con 26 años, Cheo ya se había apoderado del sitial preferencial de “Garrido y sus solistas” tomó la decisión de ir a Caracas y conoció a Jesús “Chucho” Sanoja músico y director de orquesta, quien lo contrató y Cheo, estuvo allí dos años, al cabo de los cuales regresó a Maracaibo.

Regresó a Caracas en 1956 a la orquesta de Juanito Arteta “La trompeta de Oro de América”. Cheo estaba en Caracas nuevamente en 1956, Billo Frómeta triunfaba por todo lo alto y Aldemaro Romero hacía de las suyas. El país era visitado por luminarias como Daniel Santos, Lucho Gatica, la Sonora Matancera y hasta Louis Armstrong. Cheo dejó a Juanito Arteta y se integró, por un tiempo a “Los Peniques”, la orquesta fija del famoso “Show de las 12” del animador Víctor Saume a través de Radio Caracas Televisión. Luego se fue a probar fortuna con otros grupos.

Billo Frómeta es referencia obligada, de la música bailable venezolana, popularizó temas de Ñico Saquito, Pacho Galán, Clímaco Sarmiento, Miguel Matamoros y Orlando de la Rosa. En el campo de la guaracha tuvo en Cheo García a su mejor voz. En 1957, cuando Billo salió hacia Cuba, la orquesta fundada por él, quedó en manos de Víctor Pérez y Rafa Galindo. Billo al regresar ya al frente de su orquesta remozó su repertorio y sacó las voces de la reserva maracucha. Felipe Pirela, de los más connotados boleristas que ha tenido el Caribe y José Cheo García. Billo llamó a Cheo en Junio de 1960 y no hicieron falta mayores ensayos: así todo estuvo listo para el redebut de “Billo’s Caracas Boys” el 4 de Julio de ese año que marcaba el inicio de la década de los sesenta.
En la foto, se ven Cheo, Billo y Memo... 
El primer tema que grabó Cheo García con Billo Frómeta fue un éxito inmediato y de proporciones incalculables. Todavía sigue manteniendo su sabor y vigencia: La Vaca Vieja, del colombiano Clímaco Sarmiento, un porro que con arreglo de Frómeta estableció la pauta a seguir por Cheo. A partir de este, la lista se haría interminable: Toy Contento , Al paso, Bacosó, La negra Leonor, Pa’ Maracaibo me voy, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena, La flor del trabajo, Los cadetes, etc. Veintiún años estuvo Cheo García con Billo. Vio el nacimiento de Felipe Pirela, de Memo Morales, de José Luis Rodríguez y de Ely Méndez en esa agrupación. Se fue de la orquesta de Frómeta para fundar, junto a Memo Morales, “La gran orquesta de Memo y Cheo”, la cual se disolvió al poco tiempo. (Foto de Cheo con Billo y Memo).

Cheo lloró la muerte de Billo el jueves 5 de mayo de 1988. La película de sus éxitos pasaría por su mente y quién sabe cuántas cosas más. Seis años más tarde Cheo García, falleció la noche del martes 20 de diciembre de 1994 en su casa de Los Teques, la ciudad capital del estado Miranda, cercana a Caracas.

Revisado en Londres el domingo 9 de octubre del año 2022





 

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