domingo, 6 de abril de 2014

Elogio del período especial (Rafael Mucci-Mendoza)



Artículo de Opinión. Diario El Universal de Caracas, domingo 6 de abril de 2014

RafaelMuci-Mendoza
Elogio del período especial...

Vendrá la neuropatía óptica traída de la mano de la insania comunista...

1991-1993. Estuve en las entrañas del engendro: Fui testigo presencial: inenarrable y asqueante. El enemigo era el gobierno comunista cubano disfrazado de virus gringo contra su propio pueblo.  Largas colas bajo el calcinante sol habanero en la procura de alimento. En 1993, aporte de 1.863 kilocalorías por día, siendo el mínimo recomendado para el adulto de 2.100 a 2.300 calorías. Los niños y viejos recibieron sólo 1.450; como consecuencia, cada cubano adulto perdió entre un 5% a un 25% de su peso corporal.
Confabulación de factores políticos, nutricionales y tóxicos; surge por hambre en la población una epidemia de neuropatía óptica y polineuropatía periférica. Casos ocasionales en 1991 y hasta 1997, 56.800 afectados en total, muchos ciegos y baldados pero... ¨con patria¨. Había comida para la élite. Aumento del 60% en la tasa de mortalidad materna ocasionada por complicaciones obstétricas comunes y un 43% en la tasa de la mortalidad materna total. El gobierno cubano dispuso la distribución de suplementos vitamínicos. El cuadro clínico así como los efectos mentales y sociales producidos por el hambre durante el Período Especial, fue causado por el racionamiento extremo  y factores políticos y económicos propios de regímenes autoritarios. La situación obligó al régimen aceptar donaciones del diablo sulfurado -Norteamérica-, de alimentos, medicinas y dinero en efectivo.
¡Prepararse los oftalmólogos para su diagnóstico!, vendrá la neuropatía óptica traída de la mano de la insania comunista, ¿qué nombre le pondrán?, ¿ceguedad inoculada desde el Imperio?, ¿ceguera de la Tarjeta de Abastecimiento Seguro?, ¿amaurosis de las colas del hambre?, ¿a quiénes culparán?... Porque no hay nada más fácil para los necios que inventar enemigos a la medida de su propia estupidez...

rafaelmuci@gmail.com; rafael@muci.com

Addendum

La solución final, el Auschwitz venezolano, nervio óptico dañado y blanco como una pastilla de aspirina, la cháchara de Fidel...
Congreso Panamericano de Neurología, La Habana, 1991. Graciela y yo estábamos en una cola para almorzar en el Palacio de Convenciones. Un residente de neurología a nuestro lado. ¿No quiere usted una cerveza doctor? -me pregunta- No, voy a dar unas conferencias y quiero que mi mente esté clara -le respondo-. La pregunta se reitera en tres ocasiones. Advertidos por la insistencia, mi esposa y yo cambiamos una colita por una cerveza.  Nos dieron además un plato de frutas y un seco. Al llegar a la mesa, nuestro acompañante nos pregunta, ¿Se las van a tomar? Le dijimos que se sirviera                          de ellas. Con fruición y tucún-tucún se las tomó en una fracción. Luego preguntó igual por el plato de fruta. Asentimos. Sacó una bolsa plástica con cierre mágico, echó el contenido del plato en ella y la guardó en su maletín, ¡para mi esposa!, dijo con una sonrisa. Ya en camino a la salida nos suplicó conseguirle un huevo sancochado, ¿cómo..., un huevo sancochado?; su esposa se volvería loca por uno de ellos. Al día siguiente, durante el desayuno en el hotel, ambos tomamos 4 huevos cada uno de una
ponchera metálica y le llevamos lo que sería ¨la locura¨ de su esposa... Estamos en la misma coyuntura...

Vivimos la espinosa mentira socialista a cada paso: la felicidad del cubano que nos vendía la nomenklatura; las estadísticas maquilladas avaladas por la Oficina Sanitaria Panamericana¨; la crasa ignorancia disfrazada de prepotencia; la forjada gloria de la medicina cubana; intonsos como Fidel deslucían metidos a médicos... Todos en chancletas y chores, sin jabón ni desodorante, ateridos de hambre física y luces intelectuales y vendiéndose por lo que fuera con tal de comer, con tal de arriesgarse y aprender... ¿Será que ya pasamos el umbral hacia el infierno comunista...? ¿Será que
seguimos paralizados por el miedo...?

Vivimos una guerra asimétrica, donde unos poseen todos los artefactos destructivos que compararon para matarnos, zaherirnos y humillarnos a otros que poseemos las armas de nuestras convicciones y soñamos por tiempos mejores mientras enjugamos las lágrimas del dolor de las pérdidas... Me cuesta trabajo pensar que nuestros militares venezolanos disparen a sus hermanos y a sus hijos; me cuesta menos trabajo pensar en que sea el  Ramiro Valdez, ¨charco e´sangre¨ quién azuce a sus perros de la guerra...

Carta abierta al embajador cubano...
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2do addendum :

Fragmentos de “Oh Cuba”, artículo  escrito por Jorge García Tamayo, en el año 2003

… El segundo día del Congreso me escapé con mi mujer. Nos fuimos a pie y durante más de nueve horas caminamos sin tregua, mirando, preguntando, conociendo, atisbando la ciudad de La Habana y sus habitantes. Años después, desde El Castillo del Morro, logré ir identificando en la distancia de un atardecer, las señales que marcaron nuestro periplo y comprendí cuanto habíamos caminado y porqué habíamos logrado ver tantas cosas en aquel interminable día. Esa noche, abrazado a ella, lloré amargamente y nos dormimos muy tarde y muy tristes. Nos han engañado. Esa era la frase, y quedamente la repetíamos ambos. El recuerdo de esta impresión ha sido para mi imborrable… Hoy resulta, que cuando tengo ya el pelo completamente blanco, recién descubro que hace ya muchos años que nuestros próceres se transformaron en historias del pasado. Resulta ahora, que algunos a su arbitrio las han modificado. Francamente yo no lo sabía, pero los hombres que conforman nuestras fuerzas armadas, no son aquellos idealizados en mi infancia, distan bastante de ser los que antes yo creía. Es una burla cruel toda esta situación actual. Les vemos con uniformes de gala, o con parches verde oliva en sus trajes de camuflaje. Los estoy observando y me parecen una comparsa de carnaval. Voy concienciando como si fuese una terrible enfermedad crónica y terminal, que hemos sido invadidos por un terrible mal… …observamos en nuestra caminata, casas muy pobres, con mugre acumulado, unas viviendas que eran verdaderas madrigueras. Vimos envases de aluminio al sol y sin la tapa, con leche, y un mosquero. Las botellas de vidrio llenas de leche, esperaban en los portales, decorando el mármol de los primeros tramos de escaleras mugrientas, o en los zaguanes malolientes de viejos caserones derruidos. Pensamos en las moscas y en probables diarreas. Eran tantos los niños que pululaban en aquellas covachas compartidas. Las moscas completaban un cuadro muy tercermundista y sin duda no estaban esterilizadas, pero seguramente esas no entraban en las estadísticas… …uno de nuestros colegas, golpeado por las realidades que había observado, estaba decidido a levantarse en el discurso de clausura que lo daba Fidel. Decepcionado y como un energúmeno él quería protestar por lo que consideraba una vil patraña, me han engañado estos perros desgraciados, se quejaba, y estaba de muy mal talante, pero al final le convencimos para que no insistiera, y antes de que fuese a dar una cómica, lo sacamos del acto. Después, al regresar a Venezuela terminó en tratamiento por una úlcera gástrica sangrante… … Con el correr de los años hemos tenido que presenciar el deterioro de las condiciones de salud mental física del agobiado pueblo cubano. El hambre y la necesidad de mantenerse con vida, les ha llevado a extremos inenarrables, mientras la férrea dictadura ha apretado cada vez más sus mecanismos de represión. Esto no es un secreto. En todo el mundo  se conoce la precaria situación del pueblo en Cuba y cuanto podamos añadir sería superfluo. 
 Cuando decidí escribir esta crónica, debo aceptar que he vivido en un desgarramiento permanente, desde mis primeras visitas a Cuba, en aquellos días ya lejanos cuando comencé mi relación personal con la revolución cubana. Siento que ha sido así. Ahora, en estos años aciagos, y en la situación que estamos viviendo en nuestro país, la cual en ocasiones parece una comedia de equivocaciones, me temo que guardar silencio sería, lo menos, una cobardía. Callar mis verdades y lo que pienso sobre Cuba, me parece que va en contra de los principios más elementales que involucran mi condición de ciudadano de este país, de Venezuela… … Cuando escribí mi novela “Escribir en La Habana”, galardonada en la Bienal José Rafael Pocaterra del año 1994, lo hice porque no quise eludir el compromiso de expresar las contradicciones que para la época eran más que evidentes en el proceso revolucionario. Bajo el peso de lo que el pueblo cubano denominaba “la per-estoica”, se les estaba pidiendo que asimilasen las enseñanzas de la historia y Gorbachov les llamó la atención a los cubanos por su patética y ampliamente demostrada ineficiencia, a pesar de haber ya transcurrido para la época 30 años de padecimientos y de sacrificios revolucionarios. Ese mismo año, 1989, Fidel y Raúl liquidaron al general Arnaldo Ochoa y a sus colaboradores en una purga de corte staliniano, para lograr una limpieza en el ejército y consolidarse ante el derrumbe del muro de Belín... …Por último, “La Peste Loca de las bestias” es como le dicen los campesinos a la encefalitis equina venezolana, pues enloquece a los caballos y a los burros antes de liquidarlos. Es este uno de los temas de mi novela homónima, pero es también la historia de sus personajes padeciendo la peste de la corrupción, la locura del desenfreno por lograr el poder y el dinero, y de tantísimas fallas de nuestros cuarenta años de cuestionada democracia. Estas situaciones están desnudadas en “La Peste Loca”. No haberlas denunciado en aquel tiempo, creo que me hubiese ahora detenido y tal vez no me hubiese atrevido a escribir esta crónica sobre Cuba. Lo he hecho, precisamente en estos días, cuando pienso que estamos en la etapa más crítica de nuestra historia. Vivimos los mayores niveles de pobreza, de desnutrición, de desempleo, con el país transformado en un gran mercado persa por la institucionalización del comercio informal. Son tiempos de quiebra financiera, de cierre de comercios y de industrias, hemos presenciado el desmantelamiento del personal mejor capacitado de la industria petrolera, a diario vemos el desastre de los servicios de salud y el bloqueo sistemático de los procesos de descentralización. Es esta una época de desmembramiento de todas las estructuras republicanas, y hasta las policías han sido desarticuladas. Las acciones tomadas concienzudamente, han sido estimuladas por la siembra del odio y el fomento de escuadrones de asesinos armados que campean rompiendo semanalmente las cifras sobre la criminalidad en el país. Ahora, en medio de este sinnúmero de calamidades, estamos presenciando lo que ejecuta la gente del gobierno. Prefieren otorgarle a Cuba privilegios y facilitarle los recursos del petróleo, mientras nuestro pueblo está en la miseria, y entretanto nos estamos llenando de facilitadores, de asesores, de entrenadores, de pseudomédicos y de otros cubanos que nos invaden ante la impasible y traidora complacencia de nuestras fuerzas armadas nacionales. Nunca como antes, la definición del acto de traición a la patria ha estado planteada con mayor seriedad que hoy en día, y todo esto, frente a la permisiva alcahuetería de los militares. Esperamos confiados en que obedecerán La Constitución... ¿Hasta cuando esperaremos?
NOTA: los fragmentos del texto de éste “2do addendum” son copia fiel del original publicado el año 2003,  que fue divulgado en Internet a través de “el gusano de luz”, con muchos comentarios favorables. Saque usted sus propias conclusiones, hoy día, en abril del año 2014.

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