miércoles, 1 de noviembre de 2017

CiXi y el último emperador de la China



CiXi y el último emperador de la China

El último emperador es una película del año 1987, dirigida por Bernardo Bertolucci. Fue el primer filme que obtuvo el permiso de las autoridades chinas para ser rodado en el interior de la Ciudad Prohibida y fue ganadora de nueve premops Oscar y 39 premios más… Se basó en el libro autobiográfico de Aisin-Gioro Pu Yi o Puyi, “Yo fui emperador de China”, donde Puyi, el último emperador de China, cuenta como subió al trono a los tres años en 1908, fue adorado por 500 millones de personas como divinidad, gobernó en la Ciudad Prohibida pero las fuerzas que abolirían la corte imperial lo encerraron en sus murallas hasta que finalmente abdicó. Después se convirtió en títere de las fuerzas de ocupación japonesas en Manchuria. Cuando llegó la revolución comunista estuvo en prisión por mucho tiempo. En los últimos años de su vida fue jardinero en el parque botánico de Pekín y vivió siendo testigo del culto a Mao y de la Revolución Cultural.  Moriría en 1967 a consecuencia de un cáncer de hígado. 

Tan interesante o más fue lo sucedido antes del nacimiento de Puyi. La historia señala que Tseu Hi, una mujer, era la emperatriz de China, y en 1908 cuando ella muere, Puyi de tres años será nombrado emperador. Ella realmente se llamaba Ye-Ho-Nala, y había nacido en el año 1835, hija de unos campesinos sin estudios. Elegida como concubina de Hien-fong emperador de la China, consiguió darle un hijo varón, motivo por el que pasó a ser esposa del mismo, teniendo una influencia enorme sobre las decisiones de estado. El hijo de la concubina del emperador, nacido en 1856, fue llamado Tsai-tchuen. La concubina demostró tener desmesuradas ansias de poder. Como la emperatriz oficial no había  tenido descendencia, Ye-Ho-Nala cambió su nombre por el de Tseu Hi (CiXi), dedicándose a estudiar la cultura China, como medio de oponerse a la creciente presencia extranjera en el país. Una ventaja para  Tseu Hi fue que su hijo contara con sólo cinco años por lo que era necesario fundar una regencia, y ella la obtuvo. Esta importante etapa de poder coincidió con los años de declive de la dinastía Qing o manchú, que sería la última dinastía imperial china. Cuando murió su esposo, se convirtió  en emperatriz, apoyando desde su cargo la actitud hostil hacia los extranjeros. Ella se las arregló para que le dieran el título de emperatriz viuda con el nombre honorífico de Ts’eu-hi (CiXi), y el apelativo de Si-kung que quiere decir emperatriz del oeste.

Las naciones occidentales interesadas en comerciar con China no poseían nada de valor para intercambiar, y decidieron venderle drogas a la población. Para 1839, el opio surtido por los Estados Unidos, Reino Unido y Francia había alcanzado a los campesinos aislados y los obreros gastaban dos tercios de sus ganancias en mantener la adicción.  Ante esta situación, el emperador chino prohibió el opio y expulsó a los comerciantes británicos, quienes al llegar a Londres se quejaron ante su gobierno, el cual decidió atacar a China con su poderosa flota para obligarla a comprar el opio cultivado en la India británica. Las tropas chinas no pudieron hacer frente a los británicos, y se rindieron ante ellos. China tuvo que aceptar la rendición con la firma del Tratado de Nankín el 29 de agosto de 1842, que fue un tratado de paz entre el Imperio Británico y la Dinastía china Qing, y marcó el final de las Guerras del Opio (dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente). El tratado se firmó el año 1842 y estipulaba el fin de la Primera guerra del Opio. El tratado esperaba cambiar la forma de comercio exterior fijada desde 1760 aboliendo el monopolio de las trece fábricas del comercio extranjero en Cantón a cambio de que se abrieran cinco puertos( Canton, A,oy, Foochow, Ningbo y Shangai), donde los británicos pudieran comerciar libremente y el Imperio británico adquiriría también el derecho a enviar cónsules a estos puertos abiertos.

Cuando estalló la Primera Guerra del Opio y ante la amenaza de que los ejércitos occidentales invadiesen la Ciudad Prohibida, el emperador Xianfeng, huyó con la familia imperial, a su residencia en Yehol, donde el emperador murió, posiblemente a causa de su adicción al Opio. La emperatriz legítima también sería nombrada emperatriz viuda y ella con CiXi integraron un congreso de regencia. En 1875 el joven emperador muere de viruela, siendo su sucesor el hijo del quinto tío paterno. Cixi se las ingenió para que favorecer al menor del séptimo tío paterno, quien además era su sobrino, un niño de cuatro años, por lo que Ts’eu-hi(CiXi) fue de nuevo elegida como regente.  A partir de este momento gobernará sola y su aversión a lo extranjero llevará a la China a entrar en guerra con Francia.  Cuando el emperador alcanzó la mayoría de edad, se le pidió a CiXi que siguiera aconsejándolo. En 1895, hay  guerra de China con Japón y CiXi es obligada a retirarse a un palacio de verano. El emperador aprovecha con reformadores para que modernicen el Imperio. Ts’eu-hi(CiXi) siempre conservadora aparece en la capital con tropas leales a su causa, hace prisionero al emperador y decapitará a todos los reformadores. 

La emperatriz logrará que el prisionero nombre como sucesor a P’ou-tsiun, casado con una de sus sobrinas para así seguir teniendo el poder indirectamente. Ts’eu-hi(CiXi) establecerá una alianza con los boxers que habían empezado como una conspiración antimanchú, pero querían destruir cualquier vestigio de presencia extranjera en China. El movimiento xenófobo y violento había surgido a raíz de la derrota china ante Japón en 1895. La rebelión estalló en 1898 al grito de “¡Mueran los extranjeros!”, sentimiento compartido por el Gobierno y la emperatriz CiXi, que en el año 1900 firmó edictos favorables a los bóxers, que recorrían pueblos y ciudades persiguiendo y matando a extranjeros, misioneros y chinos que abrazaban la fe católica. Cuando los bóxers llegaron a Pekín convirtieron las sedes diplomáticas en objetivo preferencial. El año 1900, hubo centenares de miles de muertos después de la sangrienta rebelión de los boxers, y CiXi tuvo que huir del palacio imperial, disfrazada y derrotada. A su regreso, Tseu Hi (CiXi) comprendería lo inútil de su actitud, pero ya era tarde, solo pudo aceptar la nueva situación intentado que la casa imperial fuera respetada. A su muerte en 1908, designó como sucesor suyo al joven Pu Yi, el que sería último emperador de China
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Maracaibo 2 de noviembre 2017

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