domingo, 9 de octubre de 2016

El Bosco. Hieronymus Bosch





El Bosco. Hieronymus Bosch

Este año 2016 se inauguró una exposición retrospectiva en la ciudad de Hertogenbosch al sur de Holanda cuando se cumplían 500 años de la muerte del pintor Hieronymus Bosch. El Museo Muncipal Noordbrabants Museum ofreció prestar sus 20 pinturas y 19 dibujos a la exposición y se recibieron obras del Louvre de Paris, del Museo del Prado en Madrid, de la Academia en Venecia, del Museo Metropolitano de Nueva York y de la Galería Nacional de Arte de Washington. La muestra pictórica estuvo expuesta en el Museo Noordbrabants hasta el 8 de mayo con el título de - "Hieronymus Bosch: visiones de un genio", luego se irá al Museo del Prado en Madrid donde se podrá admirar con las obras que ya existen en este museo, de las cuales la más famosa es “El Jardín de las Delicias”.

 









Hyeronimus van Aeken, llamado también Hyeronimus Bosch, o sencillamente, Jerónimo El Bosco por los españoles, vivió y trabajó en Hertogenbosch, una ciudad tranquila, conocida igualmente por Bois le Duc, actualmente cerca de la frontera de Bélgica. Antes, era una de las cuatro ciudades mayores del Ducado de Brabante, parte de las extensas y ricas posesiones de los duques de Borgoña. Las otras ciudades brabanzonas importantes eran Bruselas, Amberes y Lovaina, todas hacia el sur ya que Hertogenbosch se halla más hacia el norte, cerca de las provincias de Holanda y Utrecht y de los ríos Mosa y Rin. A finales de la Edad Media, entre 1450 y 1516, la ciudad era próspera, con gran actividad comercial y constituía el centro de una comarca agrícola, con una importante industria de paños y con artesanos especializados en la fabricación de órganos y en la fundición de campanas.  

A pesar de no tener una universidad ni ser sede de un arzobispado, las gentes gozaban de una actividad cultural apreciable; existían cinco cámaras de retórica y varias asociaciones literarias que organizaban actos culturales de teatro, drama o poesía. La actividad religiosa era muy importante como lo demuestran los muchos monasterios, iglesias y conventos y el gran templo de San Juan comenzado a finales del siglo XIV y terminado a finales del siglo XVI como una de las catedrales más ricas del gótico brabanzón, admirada particularmente por sus tallas ornamentales. Las asociaciones religiosas sin voto, fundadas por los Hermanos de la Vida Común intentaban la búsqueda de una práctica religiosa más sencilla y sus ideas se pueden evidenciar aún en el famoso devocionario “Imitación de Cristo” atribuido a Tomás de Kempis.

La familia de Hyeronimus, procedía de la cercana ciudad alemana de Aquisgrán y su abuelo, Jan van Aken quien falleciera en 1454 había tenido cinco hijos, cuatro de ellos pintores, uno de ellos, Anthonius van Aken, muerto el año 1478 fue el padre de Hyeronimus.  Entre 1479 y 1481, El Bosco se casó con Aleyt Goyaerts van der Meervenne, unos años mayor que él, de buena familia, quien aportó un patrimonio  considerable al hogar de ambos. Vivían en t-Root Cruys en la cuadra del mercado de paños y está documentado un gran incendio que en su infancia padeció la ciudad en esta zona.

En 1486 Hyeronimus entró a formar parte de la Cofradía de Nuestra Señora y en ella se mantendrá activo hasta su muerte. Cofrades de la ciudad y del norte de los Países Bajos y Westfalia eran miembros devotos de la imagen milagrosa de la Virgen “Zoete Lieve Vrouw” presente en una capilla del templo de San Juan cuyos gastos eran sufragados por la Sociedad. En 1478 decidieron construir una capilla nueva, más amplia, en el lado norte de la iglesia de San Juan. El Bosco no fechó ninguno de sus cuadros y son relativamente pocos los que llevan una firma que pueda considerarse no apócrifa. Lo que se sabe sobre su vida y la de su familia procede de las escasas referencias que aparecen en los archivos municipales de Hertogenbosch y, en los libros de cuentas de la cofradía de Nuestra Señora, donde solo se documentan algunos trabajos menores no conservados y el encargo de un Juicio Final que en 1504 le hizo Felipe el Hermoso.

Las pinturas de El Bosco pueden considerarse satíricas sobre un discurso moral basado en la doctrina tradicional de la Iglesia católica. Hallaremos alusiones al pecado, a la transitoriedad de la vida y a la locura del hombre que no sigue el ejemplo de los santos. El cristianismo medieval sostenía que el hombre es continuamente tentado por el demonio para alejarlo de la fe, de manera que el pecado era prácticamente inevitable. Según su gran admirador, Felipe II, El Bosco conseguía representar a los hombres no como querían ser, sino como eran en realidad. Más próximos a la caricatura y la decadencia, que al ideal de belleza renacentista que triunfaría poco después. El pintor falleció a los 66 años, el mes de agosto del año 1516.

Maracaibo, 9 de octubre del 2016

Este artículo va a propósito de la 2da edición de la novela “Para subir al cielo…”(Premio de Narrativa en Bienal Elías David Curiel 1997), donde entre otras cosas habla sobre la vida y obras pictóricas de El Bosco.
http://www.taringa.net/posts/arte/1098172/El-Bosco-historia-de-un-pintor-maldito.htmlhttps://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/bosco-el-hieronymus-van-aeken-bosch/

1 comentario:

Humberto Moreno dijo...

Una de las obras mas interesantes para mí de este pintor es La Mesa de los pecados capitales, principalmente cuando estoy interesado en tratar de entender como incide la neuroquímica propia del individuo en su comportamiento.