ROSA MONTERO Y EDUARDO
LIENDO, COMENTAN SOBRE
“LA NOVELA”
Apasionada por la novela, Rosa
Montero nos habla con emoción de su sentir por este género literario: “La vida
es incomprensible, absurda y ciega, por eso la novela que es un género vivo, se
mantiene en perpetua evolución. La novela intenta poner orden en el caos de la
vida”. “El narrador intenta ordenar el caos y atisba el dibujo final del
laberinto. Las novelas como los sueños, nacen de un territorio profundo y
movedizo que está más allá de las palabras”.
Al penetrar más en las profundidades del subconsciente, o tal vez en las
interioridades del alma, nos dice la escritora: “Basta con pensar en lo que
soñamos para que sea posible intuir que tenemos otras existencias, ¿vidas
paralelas?, las reales y las del sueño. Cuando nos dormimos y empezamos a
soñar, entramos en realidad en otra vida, en una existencia paralela que guarda
su propia memoria, su continuidad, “su causalidad enrevesada”.
Eduardo Liendo nos dijo una vez : “El escritor, por muy desamparado que se
encuentre, por suicida que sea, es el amante preferido de la existencia. Por
eso quizás su mayor desafío es vencer a la muerte con el filo de la palabra
escrita” (2). Rosa Montero nos comenta en su libro: “Eres eterno mientras
inventas historias. Uno escribe siempre contra la muerte”, y cita a Vila-Matas
en su novela premiada con el Rómulo Gallegos, “El viaje vertical” quien afirmó
que: “La novela es la autorización de la esquizofrenia”. He citado a nuestro escritor, Eduardo Liendo,
porque él no padece de un mal que es común en muchos escritores de oficio y
sobre el cual Rosa Montero nos habla con gran desparpajo. Es el tema de la
vanidad del escritor consagrado. “La vanidad del escritor no es sino un
vertiginoso agujero de inseguridad”... “un basurero emocional”. “La fama es la
versión más barata, inestable y artificial del triunfo”, y “el éxito en la
sociedad de hoy no está relacionado con la gloria sino con la fama”. “Uno puede
vender su alma al poder por tantas cosas, y lo que es peor, por tan poco
precio”... “Lo malo es que luego llega el poder y el embeleso por el poder, y a
menudo lo desbarata y lo pervierte todo”. “Escribir para dar un mensaje,
traiciona la función primordial de la narrativa, su sentido esencial es la
búsqueda del sentido. Se escribe, pues, para aprender, para saber, y una no
puede emprender ese viaje de conocimiento llevando previamente las respuestas
consigo”.
Apoyándome en el postulado de que
la literatura no se hizo para leerla sino para releerla, les invito, a
disfrutar nuevamente con la lectura de la novela de Rosa Montero, “La loca de la casa”. En la seguridad
de que en su lectura y su re-lectura, aprenderán muchas cosas sobre la vida, la
imaginación, y los misterios de la creación literaria y servirá para sondear
esos intrincados meandros que existen en la mente de quienes se internen en la
aventura de escribir literatura como oficio.
Referencias:
1-MonteroRosa.Lalocadelacasa.Novela.Alfaguara2003. 2-Liendo E. Reflexiones de un Narrador. En “El Narrador y su Arte”.
Dominios. Rev de la Univ. Rafael María Baralt. Maracaibo, 9: 135-137, 1994.
El texto presentado ahora en 2015, es tan solo un fragmento del artículo publicado en este
blog el 16 de julio del año 2013 sobre la novela de Rosa Montero “La loca de la casa”
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