Ibsen Martínez Pimental cumplió en octubre 72 años y se le recuerda como un intelectual, narrador, periodista, novelista, dramaturgo, venezolano, quien reside en estos insoportables de crisis en Bogota, Colombia, es columnista del diario español El País, y en agosto 2023 publicaría con Tusquets Edts su última novela titulada Oil story.
A los once años, Ibsen quien ya era un decidido lector, tras leer la novela Kim de Rudyard Kipling supo que iba a ser escritor. Su madre, María Pimentel una maestra de escuela de Los Teques quien recién embarazada en noviembre de 1939 llegaría a la Costa Oriental del lago de Maracaibo buscando al padre de su criatura le tocaria vivir el drama cuando se desataría el voraz incendio que destruyo la poblacion de Lagunillas originado en un accidente en el Bar Caracas que dejaría atrapada en un mar de fuego a unas 6000 personas y provoco la muerte de 700 habitantes de la costa del lago frente a la ciudad de Maracaibo. En aquellos días, María se defendería trabajando como enfermera circunstancial en una pequeña iglesia metodista de un pastor trinitario que lindaba con el patio de la Venezuelan Oil Concessions donde conocería al padre del Ibsen de quien se ocupa esta narración.
Para este venezolano nacido en Caracas con el nombre con el que se apellida el famoso dramaturgo noruego Henrick (1928-1906), la temprana lectura lo condujo a apuntalar su destino y aunque estaba inscrito ya que durante siete meses mientras cursaba matemáticas en la UCV su habilidad nata de escritor lo condujo a ser guionista en la pujante televisión venezolana de aquellos años.
Su gran amistad con José Ignacio Cabrujas fue decisiva en iniciarse nada menos que con el guion de la adaptación de Campeones la novela de Guillermo Meneses. Su trabajo como escritor lo llevaría a publicar las novelas El mono aullador de los manglares, El señor Mark no estaba en casa y Simpatía por King Kong, asi como las obras teatrales Humboldt y Bompland taxidermista, Petroleros suicidas y Como vaya viniendo vamos viendo, obra teatral que iba a inmortalizar al imagen de “Eudomar Santos” con música de Yordano en la década de los 90.
Era la época cuando en Venezuela la televisión que exportaba al mundo sus telenovelas llego a hacer furor con la telenovela “Por estas calles” de Ibsen Martínez un éxito que entre 1992 y 1994 popularizaron los actores Gledys Ibarra y Franklin Virgües con el tema musical de Yordano di Marzo una historia que popularizo al personaje y a otros como el “hombre de la etiqueta” en un país donde ya la politiquería y la corrupción estaban a la orden del día. La sociedad habría de eclosionar con golpes de estado y finalizaría con la total destrucción del país que conocíamos tras la sumisa entrega del país al dictador de Cuba para caer en el desastre que con asombre ha observado el mundo mientras ha visto exiliarse a más de ocho millones de venezolanos.
En Oil Story el ultimo libro de Ibsen, la Venezuela de “los grandes comedores de serpientes” como nos llamó el laureado poeta Rafael Cadenas, un alto ejecutivo de PDVESA mata a un asaltante de bancos en 1997, y en las proximidades del “reinado” de Chávez, su compinche ya malandro, drogadicto y extorsionador decide chantajearlo pero un “comando de exterminio” de la empresa del ejecutivo protagonista resuelve el problema, y así se ven las cosas y como enmascara los desastres medioambientales de la empresa en el delta del Orinoco una glamorosa bióloga marina y cronistas y geólogos valen para que Ibsen Martinez relate los estertores póstumos de una industria que llegó a ser de las primeras en el mundo pero ahora, la gallina de los huevos de oro ha sido asesinada.
En El señor Mark no estaba en casa (1951) es una parodia del Markismo y de aquel dicho de que de “sus angustias son mejores que sus profecías”. Su narrador quiere escribir una obra de teatro sobre Eleonor, la talentosa hija de Mark quien renunció a su amor por órdenes de su padre y terminó mal casada con un estafador que la llevaría al suicidio. En El mono aullador de los manglares novela publicado por Grijalbo y por Random House Mondadori en el año 2000 fue el momento cuando en su escritura, Ibsen comenzó a exorcizarse de su imagen pública y de aquel mundo absurdo de la televisión que en Simpatía por King Kong (2013) terminara por ofrecer con un dejo de amabilidad, las historias de Kiko Mendive “el Casanova noventa” y relata los sucesos de “el Caracazo”, de su vida de sonero en los 40 y luego con Perez Prado, el Rey del Mambo…
Su obra teatral Humboldt y Bompland taxidermistas es titulada “una tragicomedia con naturalistas en dos actos” inspirada en los personajes reales , el baron Alexander von Humboldt(1769-1859) y Aime Bompland(1773-1858) en su viaje de unos cinco años por la cuenca del Orinoco antes y después de aquel largo viaje y al final 8 años después en la casa de Humboldt en Paris. Por el tono festivo algunas escenas de esta “targicomedia” teatral recuerdan al teatro de Jose Ignacio Cabrujas, el gran amigo de Ibsen. En este blog (lapesteloca) (https://tinyurl.com/mrym2w89) este tema ya ha sido tratado previamente.
Maracaibo, domingo 3 de diciembre del año 2023
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