Felipe von Hutten
Felipe von Hutten (1505-1546) nació en la Ciudad Imperial Libre de Ulm que formaba parte
del Sacro Imperio Romano Germánico,
en el seno de una familia noble
alemana formada por Bernhard von Hutten y Gertrude von Ebersburg. En su
adolescencia fue paje en la Corte de Carlos V, donde estuvo al cuidado del
conde Enrique von Nassau.
Recordemos
que el imperio de Carlos V se extendía desde el mar Báltico hasta Hungría y el
Mediterráneo y más allá, hasta el Nuevo Mundo recién descubierto allende el
Océano Atlántico. En el año 1516 Carlos era el Rey de España; en 1519 fue
nombrado emperador del Sacro Imperio en Francfort y coronado en Aquisgrán en
1520. Desde 1522 hasta 1529, Carlos vivió en España en tiempos cuando el joven
Felipe von Hutten era paje del conde Enrique III.
Desde 1526
existían las negociaciones del emperador Carlos V con el Consejo de Indias para
decidir las maneras de cómo obtener capital alemán destinado a la exploración
del Nuevo Mundo. Existió un proyecto denominado “Patagonia pacífica” el cual le
fue ofrecido a los Fugger, pero terminaría por fracasar en 1534; así, sería
como se llevaría adelante el proyecto de los españoles con los Welser alemanes
para la explotación de la provincia de Venezuela.
Entre 1530
y 1534 Felipe estaba al servicio de Carlos V emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico, al cumplir 21 años, en febrero de 1530, Felipe recibiría en Bolonia
200 florines que le enviarían de su casa paterna. Sería en 1534 cuando también
entraría a trabajar para la Compañía de los Welser de Augsburgo. Un año antes
en 1533 había arribado a Europa el tesoro de Francisco Pizarro el cual
representaba el rescate logrado con el inca Atahualpa y llegaría con gran
revuelo a Sevilla Hernando Pizarro, para ofrecerle ese “quinto” al emperador.
En aquellos días, Felipe se había enterado que la Compañía estaba organizando
una armada naval en Sevilla con la intención de zarpar para irse a la conquista
de El Dorado. Estos acontecimientos despertarían la ilusión del joven von
Hutten y él tomaría la decisión de irse al Nuevo Mundo.
Se han planteado
las razones para la decisión de Felipe, quien inicialmente estuvo movido por el
entusiasmo de las noticias sobre el Dorado y sus riquezas, pero hay quienes opinan
que, que dada la confianza depositada en el joven por el emperador, este le
encomendaría la misión de observar que tal marchaban las actividades de los
Welser esperando recibir directamente información desde la Provincia; esta
teoría se apoya en una correspondencia con Mattias Zimmermann del 20 de febrero
en1538. También se cree que Felipe esperaba ascender y alcanzar una posición
para aspirar a casarse con Magdalena von Obritschan dama de honor de la reina
María de Hungría.
El 20 de
octubre de 1534 Felipe von Hutten llegaría a Sevilla como el Capitán de una
tropa de 600 lanquenetes destinados a Venezuela y a la vez como empleado al
servicio de Bartolomé Welser y de su Compañía. Inicialmente, ya Enrique Ehinger
y Jerónimo Sailer los apoderados de Bartolomé Welser (el viejo), habían
recibido de manos de la Corona Española la tierra para gobernarla, precisando
sus límites “de oeste a este, del cabo de
la Vela, hasta el Cabo de Maracapana, y de norte a sur de una mar a la otra”,
lo cual se traduce en la actual Venezuela y parte de los llanos de Colombia.
Toda la documentación referente a estas decisiones alrededor de la empresa
entre la Corona Española y los Welser está archivada en el Archivo de Indias de
Sevilla.
Existía
una relación simultánea entre los alemanes que le servían a la Compañía de los
Welser y el gobierno de España. Los Welser y sus soldados ya establecidos en la
Provincia, se decía que ganaban poniendo precios abusivos que provocaban
descontento entre los colonos españoles, mientras sus altos funcionarios
recibían pagos adicionales y vendían bienes de consumo con pingues ganancias.
Así fueron llegando a Venezuela, Ambrosio D´alfinger(1528-1533); También
llegó a Venezuela en la expedición el alemán Jorge
Hohermuth von Speyer, también denominado Jorge Espira(1534-1539); luego Nicolás
Federman (1528-31-1534-39) y finalmente Felipe von Hutten.
Jorge
Hohermuth Speyer se convertiría a finales del verano del año 1534, en el sucesor
de Ambrosio D´alfinger y ocupó el lugar de Nicolás Federman a quién en agosto
de 1534, la Corona Española había designado como sucesor, pero este se había
embarcado en una expedición hacia el sur del territorio. A poco de arribar von Hutten a Santa Ana de
Coro, decidiría participar en una larga expedición que duraría tres años interminables,
desde 1535 hasta 1538. El gobernador Jorge Speyer la había organizado
supuestamente con el propósito de encontrar a Nicolás de Federmann de quien se
decía deambulaba perdido por los llanos y más allá sin lograr sus objetivos.
En 1539 Felipe le escribió a su padre contándole que pensaba regresar a
Alemania, pues estaba desilusionado de Venezuela, pero cambió pronto de
parecer, como lo notificó poco después a su hermano mayor, y la causa del
cambio de opinión fueron las noticias sobre el descubrimiento del país de los
Chibchas por Federmann, y por Jiménez de Quesada y Benalcázar. A la muerte de Hohermuth Speyer le iba a
corresponder a Felipe von Hutten pasar a ser el General en Jefe de la
Provincia, y el 11 de junio de 1540,
Felipe regresó a Barquisimeto con la esperanza de ser nombrado gobernador de
Venezuela, pero la Audiencia de Santo Domingo designó para el cargo al obispo
Rodrigo de Bastidas (1540).
Este último nombró a Hutten capitán general de la provincia de Venezuela,
cargo que ratificó la Audiencia dominicana aquel mismo año y la Corona al
siguiente (1541), de manera que a finales de 1540 von Hutten fue
nombrado por Carlos I de
España como teniente
general de la Provincia de Venezuela y
al mismo tiempo gobernador de Coro. Von Hutten siempre había seguido
recopilando noticias sobre el mito de El Dorado y después de obtener el
título, en 1540, organizó su expedición acompañado del joven Bartolomé Welser hijo homónimo de su padre
el propietario de la banca del mismo
apellido. En esta expedición, plagada de dificultades, de los 490
soldados españoles que salieron solamente regresaron 150. Los alemanes iban con algunos capitanes
españoles veteranos cuando partieron
desde Coro el 1 de agosto de 1541 con cien jinetes y alguna infantería. Le
acompañaban muchos personajes, como Pedro de Limpias, que había estado con
Federmann, Sebastián de Amasena, Martín de Arteaga, y otros.
Felipe von Hutten siguió la ruta inicial de Federman hasta la Burburata, y
pasó por Barquisimeto y los llanos atravesando varios afluentes del Orinoco y
llegó hasta el sitio donde luego se instaló el pueblo de Nuestra Señora de
Papamene. Allí encontró huellas de la expedición anterior. El rastro encontrado
era de la hueste de Hernán Pérez de Quesada, hermano de Gonzalo Jiménez de
Quesada, que había bajado hasta allí desde Bogotá buscando el mismo mito y von
Hutten siguió luego por el pie de la cordillera andina y se desvió al sureste,
entrando en la Alta Amazonía, donde sufrió infinitas calamidades, sobre todo al
cruzar los afluentes del Amazonas.
Llegaron las grandes lluvias y tuvo que acogerse en una pequeña serranía.
Aquí oyó hablar de un pueblo indígena, llamado los Omaguas, famoso por su
riqueza de oro y pensó que era El Dorado. En las orillas del río Guaviare fue
bien recibido por el cacique Macatoa quien les acompañó parte del camino y les
confirmó, según Aguado, “que junto a cierta cordillera que en días claros de
allí se divisaba, había grandísimas poblaciones de gentes muy ricas y que
poseían innumerables riquezas; que le parecía que no debía ir a ellas con tan
poca gente como llevaba”.
Otro cacique les condujo hasta el pueblo de los Omaguas, pero los naturales
le recibieron no muy amistosamente y los expedicionarios sostuvieron
frecuentes escaramuzas con los indígenas. En una de las peleas que sostuvieron
con los omaguas,
Felipe recibió un lanzazo que le hirió gravemente en una axila. Gracias a la
intervención del cirujano Diego de Montes, consiguió sobrevivir a aquella
herida. Cuando se repuso, continuaron avanzando y luchando con los naturales.
No encontró lo que buscaba y, después de tres años, decidió regresar a Coro
para organizar otra expedición con más soldados. En Coro le esperaba una
sorpresa.
Durante los años que Felipe von Hutten
había empleado en sus exploraciones, mucho habían cambiado las cosas en Coro. Las
familias de los soldados pasaban calamidades porque la tierra de aquella
comarca no producía nada más que cardonales. Como nada se sabía del alemán,
la Real Audiencia de Santo Domingo envió
como teniente de gobernador interino a Juan de
Carvajal quien ya había estado antes en Coro como administrador real
y conocía la interesada actuación y los manejos comerciales que tenían los
alemanes y las penalidades que pasaban las familias de los soldados. Cuando
obtuvo la gobernación del territorio lo primero que hizo fue mudarse para crear
otra ciudad asentada en una vega feraz para que aquellas familias pudieran
sembrar y acabar con el hambre que los mortificaba.
Carvajal organizó a las familias, y se
llevó a los que aceptaron su propuesta y así, en diciembre de 1545, fundó la
ciudad de El Tocuyo. El alemán Felipe von Hutten al
entender que España pretendía hacerse cargo del territorio que les habían dado
en garantía a los alemanes, pensó que habría que despoblar El Tocuyo y llevarse
otra vez la gente a Coro. Como era de esperar Juan de Carvajal se opuso a las
intenciones de von Hutten, y mientras ambos discutían, Bartolomé Welser VI
"el Joven" -hijo de Bartolomé Welser V "el Viejo"- quien
acompañaba a Von Hutten, le dio a Carvajal con el palo de una lanza y lo tiró
en el barro. Los soldados expedicionarios desarmaron a los hombres de Carvajal
y Felipe decidió regresar a Coro, llevándose armas y caballos. Carvajal convocó
a los suyos y saldrían en persecución contra von Hutten. Los perseguirían hasta
alcanzarlos al atardecer de un día. Se dice que las huestes de Carvajal alcanzaron
a los expedicionarios en fuga en la zona que se conoce como La Cruz de Taratara
cerca de Quibor y entonces Carvajal ordenó a sus hombres que decapitasen a
Felipe von Hutten, a Bartolomé Welser y a tres españoles más del escuadrón de
los alemanes y luego de enterrarlos, regresaron a El Tocuyo.
Carvajal fue arrestado y ajusticiado
en la horca. Felipe von Hutten sería
el último gobernador alemán de Venezuela, y es conocido por la exploración que
hizo hasta la Alta Amazonía buscando el mito de El Dorado. El escritor Herrera
Luque en su novela “La luna de Fausto”
transformaría a Felipe en un personaje de leyenda, pero su historia con todas
las vicisitudes de la expedición en tierras vírgenes de la Provincia de
Venezuela, se puede conocer en detalle gracias a el libro “Cartas” con sus documentos en cartas enviadas a su padre y otros familiares
que fueron publicados en la colección El
nombre secreto dirigida por Miguel Ángel Campos y publicada en 2005 por la
Universidad Católica Cecilio Acosta de Maracaibo.
Maracaibo, domingo 3 de abril del año 2022
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