Calígula en la literatura y el cine
Calígula ha aparecido
frecuentemente en la literatura, el cine o la televisión ya sea como
protagonista o como secundario. Su aparente locura y sadismo han despertado la
curiosidad de generaciones enteras. Es muy triste decirlo, pero Calígula ha
sido siempre mucho más mediático que Augusto.
Las fuentes antiguas, son poco confiables
y de aquellas contemporáneas al emperador sólo hay algunos detalles de Filón de
Alejandría y de Séneca, enemigo declarado de Calígula. En época posterior
Suetonio y Dión Casio, miembros de clases privilegiadas que perdieron muchos
derechos bajo Calígula hablan también mal de él, así como del tercer emperador
romano Plinio el joven. En 1300, John Gower escribió “Confessio amantis” donde Calígula es el arquetipo del
despotismo, la crueldad y lujuria, recalcando su carácter incestuoso.
En 1712, François de Salignag de la Mothe
Fenelon, obispo y dramaturgo contrario a Luis XIV, en sus “Dialogues des
morts” describe un debate en el otro mundo entre Calígula y su sobrino
Nerón. En 1930 Hans Sachs publicó una biografía psicológica, “Bubi
Caligula” y en 1934, Robert Graves publica su obra “Yo, Claudio”, sobre el
hijo de Germánico con todas las excentricidades recalcadas por Suetonio, Dión
Casio y Tácito.
En muchas otras publicaciones de mediados
del siglo XX como “El caballo” de
Gyula Hay, de 1964, que se centra en el nombramiento del caballo Incitato como cónsul satirizándolo y “Aquellos
nosotros” de Reinder Blijstra (1965) que refleja un
diálogo entre Calígula y su hermana Drusila. En el teatro destacan el “Calígula” de Alejandro Dumas sénior de
1837 y el de Albert Camus de 1944, anticipando el enloquecido final de los
regímenes de Hitler y Mussolini. Aún hoy se representa con asiduidad en muchos
festivales de teatro clásico. En la obra de Nat Cassidy, “The Reckoning of Kit and Little
Boots”, se ofrece una comparativa entre la vida del isabelino
Christopher Marlowe y la de Calígula: ambos murieron asesinados y ambos tenían
una peculiar visión de la religión.
Calígula significa “pequeña
sandalia”, o bota pequeña, un diminutivo de las botas que calzaban los
legionarios, por lo que era apodado “botita”; Pocos meses después de haber
accedido al trono, en el otoño del año 37 d.C., Calígula padeció de una crisis
nerviosa, lo que puede haber sido una encefalitis y pudiese tener algo que ver
con su comportamiento ya que fuentes contemporáneas, como fueron Filón de
Alejandría y Séneca el joven, serían tajantes en lo que se refiere al carácter
cruel y desmedido del joven emperador “botitas”:
En el cine Calígula ha aparecido
en muchas películas, aunque normalmente representando a un personaje
secundario, como en “El manto sagrado” de 1953
interpretado por Jay Robinson y, en su continuación, “Demetrio y los gladiadores”
de 1954. Un par películas tienen a Calígula como personaje principal: la de
1979 protagonizada por Malcolm McDowellen de gran contenido erótico y
pornográfico, hasta tal punto que su emisión fue prohibida en muchos países y,
otra de 1996, en la que Szabolcs Hajdu da vida al lunático emperador. En
televisión, John Hurt interpretó a Calígula en la más famosa serie sobre la
familia imperial, “Yo, Claudio” de 1976. En la miniserie “Anno Domini” de 1986,
Calígula también tiene un papel relevante. En esta ocasión John MvEnery se mete
en su piel. Encarnado por John Simm, también aparece Calígula en la miniserie “Imperium:
Nerone” de 2004.
Para finalizar personajes de cine
o televisión están profundamente inspirados en la figura de Calígula como es el
caso de Cómodo (Joaquin Phoenix) en la película “Gladiator” (2000), el
emperador Cartagia en la serie “Babylon 5” interpretado por Wortham
Krimmer o el rey Joffrey Baratheon de la celebérrima “Juego de Tronos”, a quien
da vida Jack Gleeson. En este último caso es asombroso el parecido, no sólo
psicológico sino también físico, del personaje con el emperador romano.
Maracaibo,
martes 26 de abril del año 2022
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