jueves, 3 de junio de 2021

Érase una vez hace tiempo…



Érase una vez hace tiempo…

Esta es una breve revisión sobre los cuentos de hadas y de cómo han ido evolucionando en el tiempo, presentando también a varios escritores de estos años quienes se han ocupado del asunto.

Charles Perrault, nació el 12 de enero de 1628 en París, y era un hombre serio y laborioso quien a sus sesenta y nueve años, se oponía a Jean de La Fontaine, a Nicolas Boileau, y a Jean de La Bruyère, en una diatriba literaria que llamaron, la “Querella de los antiguos y los modernos, la cual terminaría por impulsar la aparición de la primera edición de su recopilación de cuentos. La primera edición, comprendía ocho cuentos en prosa, que serían, La bella durmiente del bosque, Caperucita Roja, Barba Azul, El Gato con Botas, Las hadas, Cenicienta, Riquete el del copete, y Pulgarcito.  

​La discusión por varios investigadores principalmente para la Encyclopædia Universalis y la Enciclopedia Larousse terminaría opinando que las narraciones originalmente eran las propuestas por el propio Perrault a su hijo. Charles Perrault no “inventó” esas historias, sino que tuvo el mérito de escribirlas, inspirándose en narraciones populares, y se piensa que tal vez también se inspiró en Lo cunto de li cunti (Pentamerone) una recopilación de cuentos por el italiano Juan Bautista Basile, cuyo título traducido al español sería "El cuento de los cuentos".

Perrault, muy probablemente, sería uno de los primeros recolectores o coleccionistas de estas historias para niños, y aunque en sentido estricto dicho autor no cita sus fuentes, lo cierto es que Perrault trabajó y modificó las historias que escuchaba, puesto que las versiones orales originales sin duda eran mucho más crudas y brutales. Perrault seleccionó en realidad una ínfima cantidad de esas historias que en la época circulaban frecuentemente, las trabajó y transformó algunos aquellos argumentos.

Aunque los intelectuales y los grandes autores del Siglo de las Luces ignoraron totalmente los cuentos de Perrault, ya que les parecían la expresión de supersticiones a través de las cuales el pueblo se embrutecía, fue necesario esperar hasta la mitad del siglo XIX, para que los cuentos infantiles suscitaran un nuevo entusiasmo. Se puso de moda entonces, entre las familias burguesas, leer en casa historias a los niños.  En esos días se divulgaron espléndidas ediciones de los Cuentos de Perrault, ilustrados particularmente por Gustave Doré, los cuales con frecuencia eran obsequiadas en fechas gratas o como premio por resultados escolares.

Los cuentos de la Mamá Ganso, o Los cuentos de Mamá Oca, es una recopilación de ocho cuentos de hadas escritos por Charles Perrault, y publicados en 1697, bajo el título Histoires ou contes du temps passé. Avec des moralités, con un segundo título en la contratapa del libro: Contes de ma mère l'Oye. También son conocidos como “Cuentos de antaño”, o “Cuentos de viejas”.​ Esta obra se convirtió en un clásico de la literatura infantil, en alguna medida difuminando el resto de la producción literaria del autor. La primera traducción de los Cuentos se hizo al inglés en 1729. Casi cien años más tarde, en 1824, se realizó la primera traducción al español, para la editorial J. Smith en París.

Angela Olive Carter (1940-1992) fue una periodista y novelista británica que publicó su primera novela, Shadow Dance, en 1966, y al año siguiente apareció La juguetería mágica (1967), en la que ya estaría presente el interés de Carter por los cuentos infantiles de tradición oral y por el psicoanálisis. La obra fue galardonada con el Premio Jon Llwellyn Rhys. y luego Varias percepciones (1968) obtuvo el Premio Somerset Maugham, de quinientas libras, que empleó en viajar al Japón, dejando en Inglaterra a su marido, de quien terminaría por divorciarse en 1972.

A su regreso. Se instaló en Bath, donde escribió algunas de sus obras más conocidas, El doctor Hoffmann y las infernales máquinas del deseo (1972); Fuegos de artificio (1973); La pasión de la Nueva Eva (1977); y La cámara sangrienta y otros cuentos (1979). La escritora Angela Carter como apasionada folclorista pasó buena parte de su vida estudiando el cuento popular y acabó dándole su forma, una que tenía que ver con no huir del peligro sino con abrazarlo, con dejarse llevar por el deseo, y lo irracional, a su propia recopilación. Lo hizo mezclando infinidad de tradiciones y dando lugar a dos volúmenes -compilados por Impedimenta en España: Cuentos de hadas (2016) que refundaron el género.

Angela Olive Carter señalaría en qué forma los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm, quienes eran filólogos, anticuarios y medievalistas, “se propusieron establecer una cultura unitaria para el pueblo alemán” a través de su reescritura. Cómo en el siglo XIX lo hiciera el estudioso J. F. Campbell quien viajó a las Tierras Altas de Escocia para “transcribir y así preservar” las historias ancestrales de la lengua gaélica antes de que el inglés “las arrasara”. Así también, vemos de qué forma han inevitablemente permeado todo lo que vemos y leemos hoy, indirectamente. Carter contrajo de nuevo matrimonio en 1976, con Mark Pearce, haciendo una fructífera carrera como profesora de escritura creativa. En las décadas de 1970 y 1980 trabajó en varias universidades del Reino Unido, Estados Unidos y Australia. Murió en 1992 de cáncer.

El espíritu, totémico y poderoso, de Angela Carter, contagiaría a Ana Llurba (Córdoba, Argentina) quien a sus 40 años observó, de qué manera siguen hoy cualquiera lleva encima “como parte de un equipaje invisible” ese imaginario “portátil”-como decía Carter- que es el presente narrativo de los cuentos de hadas. “Lo que se produce al deformar un cuento de hadas es que mueves el esquema con el que miras el mundo”, dice Llurba. Hoy día  son revisitados y reformulados, con un “revisionismo”, modernidad que coincide con la ola del feminismo. Lo denominan “un revisionismo constructivo”, que demuestra que los arquetipos siguen hablando pero ya no dicen lo mismo, atravesados por el feminismo, la política de identidades y el talento de las escritoras que se han propuesto a “darles la vuelta”, como la editorial Aristas Martínez. Llurba insiste en que “los cuentos de hadas, podría decirse, son espejos que reflejan la época en la que fueron “recontados”.

Desde la década de los setenta, como reacción a la domesticación del relato popular que hizo la factoría Disney, existe un proceso que ha llevado el escritor Robert Coover(1932), a ser uno de los principales representantes del posmodernismo estadounidense. Coover pareciera haber  dedicado su vida a destruir hasta el último de los mitos con los que se ha cruzado y lo hace en El hurgón mágico y en Zarzarrosa, donde imagina a una bella durmiente violada por el príncipe, e incluso en su Pinocho en Venecia, transformándose a sí mismo, el escritor, en maltratado muñeco de madera-. Coover comenzó su carrera literaria en 1960 y su primera obra fue ganadora del premio William Faulkner; El origen de los brunistas (1977), una novela sobre el macartismo y la ejecución de Ethel y Julius Rosenberg. En 1992 publicó un celebrado artículo sobre el hipertexto, “The End of Books”, en The New York Times Book Review, que impulsó la literatura electrónica alrededor del mundo. Su obra más reciente es Huck Out West (2017).

Margaret Atwood, finalmente, es una poeta, novelista, crítica literaria, profesora y activista política canadiense cuya ficción fue feminista antes del feminismo. Se graduó en 1961 como licenciada en filología inglesa, con estudios también de francés y filosofía. Se la describe como una escritora feminista, ya que el tema del género está presente en algunas de sus obras de forma destacada. Se ha centrado en la identidad canadiense, en las relaciones de este país con Estados Unidos de América y Europa, en los derechos humanos, En 1969 publicó La mujer comestible, donde se hizo eco de la marginación social de la mujer.

Huérfanas maltratadas por madrastras y hermanastras. Princesas narcolépticas abusadas por príncipes. Hadas celosas que castigan con sus hechizos a reinos enteros. Princesas acosadas sexualmente por sus propios padres. Niñas que mueren de frío, mutiladas o devoradas por elegir el camino «equivocado». Estos son algunos de los temas de las versiones originales de los cuentos clásicos. Él “once upon a time” de los originales parece reaparecer otra vez para abrir nuevos horizontes, quizás más emancipadores y por esto, quizás, se ensayan relecturas y nuevas versiones que están floreciendo en la últimas décadas.

Maracaibo, jueves 3 de junio del año 2021

 

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