sábado, 27 de marzo de 2021

Creutzfeldt-Jakob



Creutzfeldt-Jakob

La historia de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) se inicia en 1920 cuando Hans-Gerhard Creutzfeldt describió una paciente de mediana edad, que desarrolló deterioro cognitivo-motor de evolución subaguda, cuyo estudio neuropatológico mostró alteraciones degenerativas del Sistema Nervioso Central. En realidad esta historia deberíamos retrocederla unos 250 años atrás con la presencia del scrapie de las ovejas, que fue la primera de las misteriosas encefalopatías espongiformes trasmisibles (EET).

Las EET (ver microfotografía) son un grupo de enfermedades que afectan a varios animales y luego al hombre, caracterizadas por su curso subagudo, su carácter degenerativo e irreversible, y su especial mecanismo de trasmisión que está ligado a una enigmática proteína cerebral, descubierta por Staney Prusiner, quien la denominó prion en 1982. En el hombre las EET comprendían principalmente la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ); la enfermedad de Gertsmann-Straussler- Scheinker que es una variante familiar de la anterior, y el Kuru, que eran para la época las más famosas, aunque luego otras se han ido agregando a la lista. En los animales, se cuentan hasta ahora el mencionado scrapie ovejuno, la encefalopatía trasmisible del visón, la enfermedad crónica agotadora del alce y de una variedad de ciervo, para terminar con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o enfermedad de las vacas locas, que despertó la inquietud mundial en 1986.

La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es una enfermedad neurológica degenerativa y de pronóstico mortal que afecta a nivel global aproximadamente a una persona por millón. Presenta formas genéticas hereditarias, y es producida por una proteína llamada prion (PrP). La causa de la aparición de los PrP es desconocida...

La ECJ aparece generalmente en la edad madura y evoluciona con rapidez, afectando en proporciones comparables a hombres y a mujeres. Típicamente, los síntomas comienzan aproximadamente a la edad de 60 años y un 90 % de los pacientes muere al cabo de un año. En las etapas iniciales de la enfermedad, los enfermos sufren fallas de memoria, cambios de comportamiento, falta de coordinación y perturbaciones visuales. Los primeros síntomas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob incluyen típicamente demencia -cambios de personalidad junto con deterioro de la memoria, el juicio y el pensamiento- y problemas de coordinación muscular. Las personas con la enfermedad también pueden experimentar insomnio, depresión o sensaciones inusitadas. A medida que progresa, el deterioro mental se hace más pronunciado y pueden darse movimientos involuntarios, ceguera, debilidad de las extremidades y coma, culminando sin excepción con la muerte del paciente.

Prion, es una palabra que fue acuñada en 1982 por Stanley B. Prusiner, como un acrónimo inglés derivado de las palabras proteína e infección. El prion, es una proteína mal plegada capaz de transmitir su forma -mal plegada- a otras variedades de la misma proteína; (ver imagen) ellas provocarán encefalopatías espongiformes transmisibles (EET) que son un grupo de enfermedades neurológicas degenerativas como la ECJ y la encefalopatía espongiforme bovina. La glicoproteína priónica (PrPn) está presente de forma natural en muchas células pero puede convertirse en patogénica como consecuencia de la alteración de su estructura secundaria, lo que conduce a un incorrecto plegamiento de su estructura terciaria.


En un principio, se creyó que en el origen de la ECJ y otras EET existía un "virus lento" (Lentivirus) u otro organismo desconocido. Sin embargo, estos nunca han podido ser aislados. Además, el agente que ocasiona la ECJ tiene varias características que son raras en microorganismos tales como los virus y las bacterias. Es inmune a todos los métodos comunes de esterilización, no contiene ninguna información genética en forma de ácidos nucleicos (ADN o ARN) y presenta generalmente un largo periodo de incubación antes de que aparezcan los síntomas. En algunos casos, este lapso puede ser de hasta 40 años. La teoría científica principal -demostrada en la actualidad para el kuru, la EEB y los casos adquiridos de ECJ-afirma que estas EET no son ocasionadas por un microorganismo sino por un tipo de proteína llamado prion.

A diferencia del resto de los agentes infecciosos (hongos, bacterias, virus, etc.), que contienen ácidos nucleicos (ADN, ARN, o ambos), un prion solamente está compuesto por aminoácidos y no presenta material genético. En comparación con los otros agentes infecciosos mencionados que son autónomos de su huésped, los priones se originan de la mala síntesis proteica del gen PRNP. Sin embargo, se desconoce por qué se pueden transmitir entre individuos, ya que las enfermedades causadas por priones podrían considerarse un tipo de enfermedad genética. En la ECJ adquirida, el prion ingresa al organismo a través del contacto con priones infecciosos. En la ECJ hereditaria, el gen responsable de producir la proteína normal ha sufrido una mutación tal que sólo es capaz de producir la proteína patológica. Acaso la causa de la inexplicable forma esporádica sea que los priones normales se transforman -por razones aún desconocidas-en la versión infecciosa de la proteína. 

Una vez que aparecen, las proteínas de los priones anormales se unen y forman fibras o acumulaciones llamadas "placas amiloides", (ver imagen) que pueden verse al microscopio. Las fibras y las placas pueden comenzar a depositarse años antes de que empiecen a aparecer los síntomas de las ECJ. Todavía no está claro el papel que desempeñan estas estructuras en la enfermedad o el cómo pudieran incidir en los síntomas.

En las EET hereditarias, se han identificado varias (hasta 20) mutaciones diferentes en el gen de los priones. La mutación específica que se encuentra en cada familia afecta posiblemente al tipo de EET que experimentará el enfermo, y la frecuencia con que aparece la enfermedad en la familia y se relacionaría con el tipo de síntomas más notables. Sin embargo, no todas las personas con mutaciones en el gen de los priones adquieren la ECJ. Esto indica que las mutaciones pueden meramente aumentar la susceptibilidad a la ECJ y que tal vez existan otros factores aún desconocidos que también desempeñan un papel en la enfermedad, sin descartar el contagio por diversas vías. Como pueden ver es algo muy complejo…

Al encontrarse una molécula -con una forma anómala de la proteína priónica celular (PrPC)- con una normal, la "moldea" o repliega en una forma diferente a la que tenía, reemplazando el aminoácido necesario para convertirla en una como ella. Esta va a transformar a otras, y así sucesivamente. Este proceso funciona particularmente fácil y eficientemente en las neuronas. En parte, los túneles y vacuolas que se ven al cerebro enfermo con su característico aspecto de esponja son el resultado del "estallido" de neuronas infectadas que han liberado miles de priones en el medio intercelular.

Finalmente, no existe tratamiento alguno que pueda curar, mejorar ni siquiera controlar la sintomatología en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Los investigadores han sometido a prueba muchos fármacos, entre ellos la amantadina, los esteroides, el interferón, el aciclovir, la clorpromazina, ​ y diversos agentes antivirales y antibióticos. No obstante, ninguno de estos tratamientos ha demostrado ser beneficioso.

Maracaibo, sábado 27 de marzo del año 2021

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