viernes, 6 de octubre de 2017

Giotto



Giotto

Giotto di Bondone (1267- 1337) Fue un arquitecto y pintor italiano, el primer creador italiano en superar las tendencias bizantinas de la pintura y buscando otras orientaciones que lo conducirían a la gran revolución artística del Renacimiento. Giotto di Bondone nació en Colle de Vespignano, una localidad cercana a Florencia, en 1267  y falleció  en Florencia el 8 de enero de 1337. Según los biógrafos, el pequeño de once años estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza, y acertó a pasar por allí Cimabue, el artista más conocido de su época. quien, impresionado por el talento natural de Giotto ( había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva), le acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz. Reconocido artista de la época, desarrolló varios ámbitos artísticos, destacando la poesía, escultura, arquitectura y sobre todo la pintura, considerándose este autor del Trecento uno de los iniciadores del movimiento renacentista en Italia. Su obra tuvo una influencia determinante en los movimientos pictóricos posteriores. 

La obra más antigua que se le atribuye son los frescos de la iglesia superior de Asís, que narran la Historia de san Francisco, si bien esta atribución constituye uno de los problemas más debatidos de la historia del arte. Está documentada con seguridad la presencia de Giotto en Asís hacia 1290, pero existen demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro. La presencia de Giotto en Asís hacia 1290, está documentada con seguridad, pero existen demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro.

En 1304 Giotto se trasladó a Padua para pintar los frescos que la familia Scrovegni le encargó en una capilla de su propiedad. Los frescos de esta capilla, denominada de los Scrovegni o de la Arena, son los únicos que se asignan con certeza al maestro. Incluyen un Juicio Final (muro oeste), una Anunciación (arco del presbiterio) y escenas de la Vida de la Virgen y de la Pasión de Cristo (muros restantes), bajo los cuales figuran personificaciones de virtudes y vicios pintadas en grisalla con objeto de crear efectos de relieve. La obra en su conjunto denota una nueva concepción de la pintura por la atención que presta el artista tanto a la creación de efectos de perspectiva como a la unificación del espacio, que acierta a integrar las figuras con los elementos arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la solemnidad y el dramatismo que impregnan estas escenas el empleo de colores puros y matizados. Hay unanimidad en atribuir a Giotto el notable ciclo de frescos de la Capilla de los Scrovegni, en Padua, ya que existen varios testimonios del mismo siglo XIV que así lo confirman. Los frescos de esta capilla son considerados por los críticos el momento culminante de la obra de Giotto.

Desde la finalización de la capilla de Padua hasta el comienzo de su otra gran obra al fresco, Giotto se ocupó en realizaciones de orden menor, como la Madonna de Ognissanti y el Crucifijo del templo Malatestiano de Rímini. A partir de 1317, el maestro trabajó en Florencia, en la decoración de dos capillas de la iglesia de la Santa Croce; las escenas de la Vida de san Francisco pintadas en la capilla Bardi anuncian los ideales pictóricos del Quattrocento; los frescos sobre la Vida de san Juan Bautista en la capilla Peruzzi anticipan las conquistas espaciales de Masaccio. Con posterioridad, Giotto trabajó para Roberto de Anjou, en Nápoles, y para los Visconti, en Milán. Pero la obra más relevante de los últimos años de su vida fue el campanile de la catedral de Florencia, del que trazó los planos y comenzó la construcción
.     
El arte de Giotto fue extremadamente innovador y es considerado el detonante del Renacimiento.  Sus obras fueron el punto de inflexión entre el arte bizantino  de la Baja Edad Media y el realista y humanista que floreció en el Renacimiento. La obra en su conjunto denota una nueva concepción de la pintura por la atención que presta el artista tanto a la creación de efectos de perspectiva como a la unificación del espacio, que acierta a integrar las figuras con los elementos arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la solemnidad y el dramatismo que impregnan estas escenas el empleo de colores puros y matizados. Figuras de su época como Dante o Boccaccio lo elogiaron, y muchos discípulos perpetuaron sus conquistas hasta finales del siglo XIV, aunque se considera que sus verdaderos epígonos artísticos fueron Masaccio y Miguel Ángel.

Maracaibo, 5 de octubre de 2017

No hay comentarios: