domingo, 2 de abril de 2017

Noticias de un escándalo científico en Europa




Noticias de un escándalo científico en Europa

En septiembre del año 2015 la bióloga molecular Susana González del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid, recibió dos millones de euros de la Unión Europea para investigar durante cinco años, algo que aunque suena a ciencia ficción: se trataba de rejuvenecer corazones de personas ancianas o enfermas. Desde el 1 de enero de 2017 Antonio Herrera Merchán, un científico cordobés de 38 años está en las filas del paro tras destapar un escándalo de la ciencia española, y la prestigiosa bióloga molecular Susana González López, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), y reconocida por sus vanguardistas estudios sobre las enfermedades del corazón, fue despedida de su cargo. El equipo de la investigadora González López había observado que, si se bloquea un gen en el corazón de unos ratones, estos desarrollan una cardiomiopatía dilatada, que es el diagnóstico de una enfermedad que afecta a una de cada 2.500 personas adultas, les produce insuficiencia cardiaca y es el motivo más frecuente para requerir un trasplante de corazón.
 
El grupo de González López modificó genéticamente un ratón para desactivar solo en las células de su corazón uno de sus genes: el Bmi1. Esta inactivación del gen hacía que no se produjera más la proteína Bmi1, que es el regulador epigenético que actuaba como un interruptor del ADN del ratón. Su ausencia provocaba la aparición de la cardiomiopatía dilatada. El corazón del ratón envejecería en un mes el equivalente a 50 años humanos, y se convertiría en una pelota, sus pulmones se encharcan y el animal moría. La investigadora demostró que si le adhería el corazón de un ratón sano a otro que experimentalmente estaba sufriendo de insuficiencia cardiaca, en un mes el roedor enfermo se habría recuperado. En solo un mes compartiendo sangre, pegados como siameses, algo que técnicamente se conoce como “parabiosis”, el ratón envejecido había recuperado su corazón. “La regresión de la cardiomiopatía dilatada es posible”, celebró la científica y esta primera parte de su hallazgo se publicó en marzo en la revista Nature Communications. Durante cinco años, la bióloga molecular, jefa del Grupo de envejecimiento cardiaco del CNIC, dedicará los dos millones de euros a intentar identificar la molécula natural que rejuveneció el corazón del ratón.

Antonio Herrera Merchán, investigador, licenciado en Ciencias del Mar, quien había realizado su tesis doctoral en el CNIC a las órdenes de González, entre 2008 y 2012, tras un año de silencio desde el despido de González López, ejecutado el 29 de febrero de 2016, ha explicado lo sucedido. En septiembre de 2014, durante el Congreso Anual de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, celebrado en Granada, Susana González ofreció una charla sobre su revolucionaria técnica para “rejuvenecer” corazones. Herrera Merchán asistió a escucharla esperando saludarla después del acto, pero durante la charla en Granada, le pareció que una de las imágenes que mostraba su antigua tutora estaba “duplicada y ampliada”, ilustrando dos experimentos distintos en dos ratones diferentes. Más tarde se lo comentaría a un compañero quien le habló de la web PubPeer, en la que los científicos comentan artículos de otros colegas de manera anónima, sin embargo, Herrera Merchán no le dio mayor importancia. 
   
El 9 de marzo de 2015, cuando Susana González publicó sus impresionantes avances en ratones Herrera Merchán vio claramente que eran exactamente las mismas imágenes que había visto en Granada, solo que una, era la ampliación de la otra, por lo que decidió ir a la web PubPeer, y para su sorpresa, su nombre y el de Susana González tenían numerosas acusaciones anónimas contra estudios de su propia tesis doctoral y contra los experimentos de su ex-tutora.  En enero de 2016, muy preocupado, y tras una discusión con la bióloga molecular, Herrera Merchán compartió su inquietud con los responsables del CNIC. Susana González fue despedida de manera inmediata por “irregularidades”; el CNIC comunicó al Consejo Europeo de Investigación las “presuntas malas prácticas científicas” de González y la ayuda de 1,86 millones de euros fue suspendida ipso facto.
 
Tras un año de silencio desde el despido de González, ejecutado el 29 de febrero de 2016, en el mes de enero 2017, el Juzgado de lo Social número 5 de Madrid ha desestimado una demanda presentada por la investigadora y ha declarado el despido procedente según fuentes del CNIC, aunque la sentencia no es firme y Susana González, funcionaria, se reincorporó a su plaza fija de científica titular del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.  Herrera Merchán desde que terminó su último contrato en el centro GENYO de Genómica e Investigación Oncológica, en Granada, está convencido de que el escándalo sigue manchando su nombre, pues ha acudido a entrevistas de trabajo, sin éxito. Solo le cabe decir: “Yo tengo las manos limpias”. "Solo hice lo que, creo, debía hacer". Que cada quien juzgue y la historia quizás absolverá con el paso del tiempo a los protagonistas de este drama inusual para nuestras regiones lejos del llamado “primer mundo”, por acá, en uno de los países, que supuestamente està en “vías de desarrollo” …

Maracaibo, 2 de abril del 2017

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