martes, 28 de marzo de 2023

Mystrium camillae


Su nombre es Mystrium camillae, fue descrita científicamente por Emery en 1889 y tiene un apodo: “la hormiga Drácula”; estudios recientes han demostrado que es el animal capaz de tener los movimientos más rápidos. Imagínense la posibilidad de abrir y cerrar sus mandíbulas a la velocidad de 360 Km por hora; cinco-mil veces más rápido que cuando pestañeamos...

Esta información proviene de la Revista Royal Society Open Science donde Andrew Suárez, profesor de biología animal y entomología de la Universidad de Illinois destaco como la alta velocidad de las mandíbulas de Mystrium camillae es usada para sus comportamientos depredadores o defensivos. Equipadas con mandíbulas llamadas “mandíbulas-trampa”, ellas se cierran más rápido que cualquier otro apéndice predador del reino animal.

Al contrario que otras hormigas de genero Odontomachus las mandíbulas de la Mystrium camillae (y voy a llamarla irrespetuosamente “la Camila”-aunque le digan la Drácula-) no se cierran de golpe, sino que se deslizan una sobre la otra creando grandes presiones y aturdiendo en el ataque a otros artrópodos. Un estudio sobre la especie Odontomachus bauri registró velocidades de entre 126 y 230 km/h, con las mandíbulas cerrándose en 130 microsegundos de media. También se comprobó que estas hormigas usaban sus mandíbulas como una catapulta para expulsar intrusos o para lanzarse ellas mismas hacia atrás para evitar una amenaza.

Antes de golpear, la Camila hormiga, abre al máximo las mandíbulas y ellas quedan trabadas en esa posición gracias a un mecanismo interno. La energía se almacena en un grueso grupo de músculos y se libera de forma explosiva por la estimulación de unos pelos sensoriales en su interior. Las mandíbulas también permiten movimientos lentos y precisos cuando hay que desarrollar otras tareas como el cuidado de las larvas. Las “mandíbulas-trampa” también se encuentran en los géneros Anochetus, Orectognathus y Strumigenys.

El trabajo, de expertos en la Universidad de Illinois (EUA), detalla los mecanismos que emplean estos insectos para ejecutar lo que se conoce como el movimiento más rápido del mundo animal. Una mordida completamente distinta de la de otras hormigas que ha podido ser analizada hasta el más mínimo detalle gracias a un exhaustivo análisis cinemático. Para la elaboración del trabajo los expertos tuvieron que servirse de las últimas tecnologías, pues no les bastaba con una simple cámara para advertir y comprender el funcionamiento de este vertiginoso movimiento. Para ello, usaron técnicas basadas en rayos X, lo que les permitió observar en tres dimensiones la anatomía de las mandíbulas de las hormigas.

Las hormigas Drácula (las misteriosas Camilas para mí) son naturales de los trópicos de África y Asia y viven en grandes colonias subterráneas o en el interior de los troncos de algunos árboles, por lo que rara vez se ven. La Mystrium camillae tiene sus comportamientos peculiares que pueden sonar ofensivos; acostumbra a beber la sangre de sus propias larvas en un proceso que se ha denominado “canibalismo no destructivo”, de aquí su apodo… Este apodo -de remembranzas vampirológicas- deriva de sus hábitos de alimentación inusuales, que involucran una forma muy especial del denominado “canibalismo no destructivo”, que en realidad se debe a que las hormigas adultas son incapaces de procesar alimento sólido y, en su lugar, alimentan a sus larvas con presas y luego mastican agujeros en las larvas para beberse su sangre.

Mystrium camillae ​vive en microhábitats como rocas, piedras, madera podrida y la hojarasca y se distribuyen por Borneo, Brunéi, China, India, Indonesia, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Vietnam, Australia y Papúa Nueva Guinea. Se ha encontrado en terrenos en elevaciones de hasta 1100 metros.

Las hormigas, en general pertenecen a la familia Formicidae son insectos eusociales que, como las avispas y las abejas, pertenecen al orden de los himenópteros que es uno de los órdenes más numerosos de insectos, con 153,000 especies descritas. Este Orden comprende a las abejas, abejorros, avispas y hormigas, y su nombre proviene de sus dos pares de alas membranosas. Las hormigas (Formicidae) evolucionaron de antepasados similares a una avispa a mediados del Cretáceo, hace entre ciento diez y ciento treinta millones de años, diversificándose tras la expansión de las plantas con flor por el mundo. ¿Qué tal?

Maracaibo, martes 29 de marzo del año 2023

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