viernes, 10 de diciembre de 2021

Horacio Oliva Aldámiz


Horacio Oliva Aldámiz

Horacio Oliva Aldámiz fue un profesor español, doctor en Medicina, especialista en Anatomía Patología e Histología. Médico Histólogo del Instituto Nacional de Nutrición, discípulo del Dr. Carlos Jiménez Díaz, que formó parte del grupo de médicos fundadores en 1969 de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Horacio Oliva fue catedrático del Departamento de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid desde el año 1982, y Jefe del Servicio de Anatomía Patológica de la Fundación Jiménez Díaz.

Tuve la suerte de conocer a Horacio en el año 1985 durante un Congreso Panamericano de Biología Celular en La Habana. En aquella oportunidad, recuerdo que tenía en mis manos el manuscrito de “Reflexiones de un Anatomopatólogo” del cual, ya habían rechazado su publicación en la propia directiva de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica -el argumento era que decía cosas que podrían no ser bien vistas por algunos otros patólogos- y decidí mostrárselo a él, quien era una autoridad reconocida, escritor de temas de patología con numerosos libros publicados. Al día siguiente recuerdo mi sorpresa cuando me dijo que “no le había dejado dormir”…

La lectura de todo el texto y entre otras cosas la historia cruel de lo que le sucediera al laboratorio de Microscopía Electrónica del hospital General del Sur de Maracaibo, fue para Horacio, según me dijo, “una epifanía” que lo había dejado insomne. Él insistió enfáticamente en que tenía que publicar todo aquello y sus palabras me hicieron creer que valdría la pena insistir. En 1991, gracias a que la SVAP pasó a ser presidida por vez primera por una mujer, una gran anatomopatóloga la Dra Laura Real de Piñero, pues sería gracias a ella, que el libro “Reflexiones de un anatomopatólogo” con el apoyo de la Universidad de Carabobo fue publicado.

Muestro aquí una fotografía del Congreso cuando acompañé a Horacio y a otros colegas a Varadero y desde entonces se afianzó nuestra amistad y su conexión con la Sociedad Latinoamericana de Patología (SLAP). Comenzaría a verlo aparecer invitado en los eventos de la SLAP cada dos años; en esas ocasiones le presentaría mis novelas; recuerdo que me preguntó con curiosidad al leer a “Para subir al cielo…” que, ¿Cuál era mi conexión con los vascos? Para aquel tiempo no tenía idea yo de que con los años iba a tener tres nietos vascos en Euskadi, y traté de explicarle a Horacio que relacionaba los eventos de la novela con mi educación jesuítica del Gonzaga.
 

En otra fotografía de uno de tantos congresos de la SLAP, aparece Horacio con su esposa entre López Corella y Pérez Tamayo, una imagen donde también está presente José Nicolás Astacio padre de la Patología del Salvador. Horacio fue tan apreciado por mí que está presente inolvidablemente como un personaje de nombre Honorio Jiménez acompañado a otro de mis amigos Eduardo Blasco, nombrado personaje como Eduardo Imaz y Murrieta en mi novela “Escribir en La Habana” premiada en 1964 en la Bienal José Rafael Pocaterra.

Horacio Oliva fue el autor de numerosas publicaciones, entre libros y artículos en revistas especializadas.  Dirigió unas 25 tesis doctorales, y numerosas tesinas en 12 cursos de Doctorado. Asimismo, impartió más de quinientas conferencias en España y el extranjero. Como investigador fue el primer científico español en hacer biopsias renales. Con la Biblioteca de Medicina UAM tuvo una relación especial ya que hizo una importante donación de libros y objetos personales vinculados con don Santiago Ramón y Cajal, que en su conjunto constituye la “Biblioteca María Aldámiz de Oliva”.

Algunos de sus libros más conocidos serían: Relatos de la célula errante, Esquemas de anatomía patológica I, Esquemas de anatomía patológica especial II, Maestros y dómines, Angeítis necrotizantes , Cajal y la anatomía patológica española, una historia compartida, Patología del glomérulo renal, Esquemas de anatomía patológica general o epitome de anatomía mórbida, Patología del riñón,  De la enfermedad Hodgkin a la linfoadenopatía de Rosai Dorfman. Horacio Oliva y el Microscopio electrónico de transmisión TESLA -Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología FECYT.

Supe que había estado enfermo y los avatares del destino que me complicarían la existencia a comienzos de este siglo hicieron que le perdiese la pista. Me enteraría de que había fallecido en España, muchos años más tarde, el 31de enero del año 2017.

Maracaibo, viernes 11 de diciembre del año 2021

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