lunes, 27 de diciembre de 2021

Yann Martel

Yann  Martel

Yann Martel (1963) es un escritor canadiense quien nació el 25 de junio de 1963 en Salamanca, España. Hijo de Nicole Perron y Emile Martel, franco-canadienses. Como su padre era diplomático por el Gobierno Canadiense, Yann creció en Costa Rica, Francia, México y en Canadá. Estudió Filosofía en la Trent University, en Peterborough-Ontario, y su primera novela fue Seven Stories, publicada en 1993. Actualmente reside en Saskatoon una ciudad la parte central en la provincia de Saskatchewan, de Canadá.

Se estarán preguntando de por qué traigo a este joven escritor canadiense al blog lapesteloca …  La respuesta puede sorprenderles aún más, pues les cuento que es por culpa de los Suricatas. Los suri… ¿Qué? Los Suricatas, que son unas mangostas... ¿Man-qué? Mangostas. Que son unos mamíferos en esta especie pequeños y rápidos, conocidos por matar cobras y otras serpientes venenosas. ¡Qué buena fama! Se abalanzan sobre la cabeza de la serpiente e intentan fracturarle el cráneo con una fuerte mordedura y... ¡Crack! En estado silvestre, estas mangostas enanas suelen cazar cualquier animal que sea menor que ellas, independiente de su especie, y aunque ellas destacan por su habilidad para cazar serpientes venenosas, no suelen consumirlas si hay otros alimentos disponibles. ¡Qué tal!

Los suricata (Suricata suricatta) son mamíferos carnívoros de la familia Herpestidae que habitan la región del desierto de Kalahari y el Namib en África. Es muy curioso pero estos animales poseen receptores para la acetilcolina diseñados para evitar el efecto neurotóxico del veneno de las serpientes. También se investiga cual puede ser el mecanismo los protege de los efectos hemotóxicos de ese mismo veneno. La mayoría de especies de suricatas tienen una gran glándula anal, usada para marcar su territorio y señalar su estado reproductivo. La glándula anal despide una sustancia que tiene la función de “comunicar” la etapa reproductiva y el territorio. Así que las estamos señalando con sus características biológicas más curiosas…


Las mangostas-pequeñas, tienen las patas cortas, la nariz puntiaguda y las orejas pequeñas; su cola es larga y cónica. (ver). Los machos tienen un peso promedio de 731 g y las hembras de 720 g. El cuerpo y miembros de estos animales son largos y esbeltos, con una longitud del cuerpo y la cabeza de entre 25 y 35 cm. A diferencia de la mayoría de las mangostas, los suricatas carecen de abundante pelaje, tienen aspecto atigrado o son pardas. Tienen garras no retráctiles que son usadas principalmente para excavar. Sus pupilas son ovaladas y angostas. La mangosta enana es el carnívoro más pequeño de África. Puede excavar sus propias madrigueras o vivir en termiteros abandonados. Vive en grupos de entre 10 y poco más de 50 individuos.

Las suricatas adquirieron algo de fama después de que David Attenborough presentara en 2010 un documental de la BBC sobre ellos, con el título de Suricatos Unidos, aunque ya El Reino del Suricato tenía mucho éxito. Fue uno de los mejores programas de Animal Planet en octubre de 2007, El Reino del Suricato fue nominado para dos premios Primetime Emmy, y había ganado tres premios en las galas de los Omni en 2006 y en las de 2006 y 2007 de los premios de los Festivales de Nueva York.

El suricata real era ya famoso como escucharon, pero el suricata de ficción más conocido probablemente es “Timón”, un personaje de la película El rey león, que es ahora desde 2019 una película musical de imagen generada por computadora y producida por Walt Disney Pictures como una nueva versión de la película homónima de animación de 1994. La simpatía del animalito y su amistad con el jabalí popularmente conocido como Akuna Batata es proverbial y podemos admirarlo aquí en su inconfundible elegancia. (ver).


Regreso a nuestro escritor canadiense, el nacido en Salamanca, quien es autor de la novela La vida de Pi puesto que ella dio origen a Life of Pi una película estadounidense de drama y aventura estrenada en noviembre de 2012 basada en la novela homónima de Yann Martel, y en el libro Max e os felinos, del escritor brasileño Moacyr Scliar. La película fue dirigida por Ang Lee y protagonizada por Suraj Sharma, Irrfan Khan y Rafe Spall. ¡Quien no la haya visto, debe buscarla y verla! ¡Es fantástica!

Se me antoja pensar en que este asunto se está complicando un poco, y que quizás para hablar sobre el libro de Yann Martel debería hacerlo en una segunda parte, que podría ser, mañana por ejemplo… ¿Por qué no? Puede ser una buena idea, ya que ahora estamos bastante “suricateados”… Pero, sobre estos elegantes animalitos podemos decir algo más.

Una de las cosas impresionantes del filme y de la historia del propio Pi descrita por Martel era la sobrepoblación de una isla habitada por centenares de mangostas enanas. Puede ser interesante tocar el tema del sistema social de los animalitos, pues existe una marcada jerarquía entre ellos. El puesto más alto es ocupado por una hembra alfa, la de mayor edad, seguida por su compañero, con el que se suele emparejar de por vida. Esta pareja es la única que se reproduce de todo el grupo, ya que la actividad reproductora de las demás hembras es inhibida de manera hormonal por la hembra alfa. (Es curioso cómo nos recuerda esto en mamíferos, a las abejas…). La hembra tiene entre dos y tres camadas al año. Entra en celo pasadas unas tres semanas después del parto y las crías son destetadas a la 6ta o 7ma semana de vida.

La jerarquía del resto del grupo de suricatas está basada en la edad; la pareja dominante es seguida en el rango social por los individuos más jóvenes. El resto de miembros de la colonia participan en el cuidado y alimentación de los pequeños, llevando comida al interior de la madriguera, jugando con ellos y haciendo las veces de “canguros” (babysitter). Llegan a pasar más tiempo con las crías que los propios padres, que a su vez encabezan las jornadas de búsqueda del alimento y protegen la madriguera del ataque de depredadores e intrusos.

Este sistema cooperativo en el cuidado de los pequeños, parece evitar la competencia entre adultos y aumentar la supervivencia de las crías. Las mangostas enanas no solo cuidan de los más pequeños, sino que también dan un trato especial a los individuos de más edad y a los heridos o enfermos. Les facilitan comida y cuidados extra, llegando incluso a retrasar o restringir los movimientos del grupo hasta que tiene lugar la recuperación.

Curiosamente las suricatas  pueden establecer una relación de simbiosis con un ave que denominan “el toco keniata”, o toco de Von der Decken que es un ave fue nombrada en memoria del explorador alemán del África oriental, el barón Karl Klaus von der Decken (1833-1865). El -Tockus deckeni- es una especie de ave coraciforme de la familia Bucerotidae, que es propia de África y puebla las sabanas situadas entre Uganda y Somalia, y entre Etiopía y Tanzania. Estas aves acompañan a las mangostas en su búsqueda de alimento, alimentándose de las mismas presas que éstas; a cambio de estas comidas los tocos avisan con sus potentes llamadas a las mangostas de la presencia de depredadores, de manera que las mangostas pueden concentrarse en la búsqueda sin preocuparse de vigilar constantemente que no haya enemigos cerca. Se ha observado que los tocos pueden llegar a avisar de depredadores inofensivos para ellos y peligrosos únicamente para las mangostas.

NOTA: prometo terminar mañana con las ya populares mangostas enanas, y les explicaré del porqué el escritor Yann Martel nos metió a todos en este embollo…

Maracaibo, lunes 27 de diciembre del año 2021 con la humanidad entera empestada y a pesar de todo, celebramos la Navidad…

 

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