domingo, 9 de enero de 2022

El Quiriminduña

 El Quiriminduña

Hará ya unos cuantos años (no puedo calcularlos bien), tuve la suerte de leer “El quiriminduña de los ñereñeres” de Cesar Chirinos, y me gustó. Hoy en 2022 y sin saber nada sobre él, en esta actualidad pandémica, quisiera, conversar sobre este escritor coriano-maracucho.

Cuando César Chirinos cumplió 81 años, Jesús Semprum resumió su quehacer cultural señalando como César Chirinos es el nombre literario usado por José Ramón Silva Chirinos, quien nació en Coro (estado Falcón) el 7 de noviembre de 1935. Chirinos es escritor, novelista, cuentista, poeta y dramaturgo. Con una larga residencia en el Zulia, obtuvo mención de publicación en el VII y en el VIII Concurso de Cuentos de la Facultad de Humanidades y Educación de LUZ (1969 y 1970) con los cuentos Hombres y nombres sin regreso y Espectros de un viaje en autobús, respectivamente, firmadas con su nombre de José Ramón Silva Chirinos. 

Ligado a la efervescencia cultural de la ciudad de Maracaibo desde los años 70, César Chirinos, en la década del setenta, fue el principal animador de los grupos Guillo, Taller de Telémaco y Movimiento de los Poderes Creadores del Pueblo Aquiles Nazoa. La Universidad del Zulia le otorgó en 2005 el Doctorado Honoris Causa. Su obra Traje de etiqueta, llevada a escena por el grupo “Sociedad Dramática de Maracaibo”, participó con éxito en: V Festival Nacional de Teatro, 1982. Ganaría el premio CONAC de dramaturgia (1982), con su texto-teatro Traje de etiqueta, que fue representado por la Sociedad Dramática de Maracaibo bajo la dirección de Enrique León, y estuvo en dos festivales internacionales de teatro (Caracas, 1983 y Guanajuato, México, 1984).

Chirinos fue ganador del premio en el concurso de narrativa de FUNDARTE (1985), con su novela Mezclaje; finalista de la Bienal Miguel Otero Silva de Novela de la Editorial Planeta Venezolana, con su obra Sombranadamás; y premio regional de literatura Jesús Enrique Lossada, mención novela (1992). Títulos de varios de sus libros son: Diccionario de los hijos de papá (1977), Buchiplumas (1975), El quiriminduña de los ñereñeres (1980), De las mías de mío Caribe (2005).

En una FILVEN del año 2014, Aquileo De Jesús Narvaez quien había escrito años antes un trabajo con el título de “Universalización de la literatura regional zuliana a través de la obra de César Chirinos”, se referiría a este autor y sus propuestas literarias denominándolo “el Gabo zuliano”.

Emocionado Aquileo Narvaez intervendría en la FILVEN del 2014 para promover la obra de Chirinos y señalaría que en su novela “El quiriminduña de los ñereñeres” César Chirinos (Coro, 1935) “ante la irreverencia con la que utilizaba la palabra para construir una literatura enrevesada, tortuosa, de rompecabezas, que en definitiva expresaba la forma cómo veía y sentía su espacio vital, la ciudad puerto de retruécanos  colmada de vivencias yuxtapuestas, contrariadas y armoniosas a la vez”.

Más conocido como narrador, César Chirinos incursionaría exitosamente en la dramaturgia, la poesía y el ensayo. En 1983 ganaría el Premio Nacional de Dramaturgia del CONAC, y con El Batiburrillo participó en el II Festival de Directores para el Nuevo Teatro, 1987; y con La Comedia de las Equivocaciones obtuvo el Premio a la mejor versión para el teatro, en el I Festival Nacional Juvenil de Teatro y Danza, 1991.

Con la convicción de que “es más importante hacer que saber”, César Chirinos, escritor coriano-marabino elevaría a categoría artística la ebullición vital de un pueblo tórrido como su clima físico y espiritual, alcanzando con éxito el tránsito de lo regional a lo universal, poniendo en evidencia que cada ser humano tiene algo de maracucho. Hace ya varios años que Daniel Fermín (dfermin@eluniversal.com) relataría como a Chirinos… “El reconocimiento le llegaría luego de más de una decena de libros publicados en el país. Algunos de ellos en Maracaibo, la ciudad en la que vive desde que sus padres viajaron a buscar empleo por el petróleo. César Chirinos aseguró que resultaba difícil ser tomado en cuenta si se vivía fuera de la capital y comentaría: "Venezuela es muy centralista. Es como si toda la provincia fuera un país y Caracas otro", así dijo el narrador coriano.

Mezclaje”, vendría a representar según el criterio de Aquileo Narvaez, su novela fundamental. En ella se traslucen experiencias “como las vividas en esos callejones del centro de Maracaibo donde se confunden los vendedores con los compradores, los piropos con la venta de hilos dentales, las sonrisas con los insultos, los empujones con los abrazos”. De ese modo nos recrea esa realidad fantástica del ser caribeño en el Zulia. Chirinos rompería los cánones de la narrativa tradicional dirá Narvaez, al asumir “una propuesta donde predominantemente la imagen acústica de la palabra desprovista de un significado convencional, se posesiona por sí sola del discurso, y somos nosotros, los lectores, quienes hilando el contexto lo armamos y le damos sentido”. 

Mezclaje es un fresco de la pluralidad de significados que somos. Un mosaico de nuestra conformación étnica, cultural e ideológica. “Polisemia de nuestro caos Caribe”, como lo señalara alguna vez César Chirinos, su autor. “Hablaba el broken english, el antillano español, el papiamento curazaleño, el wayúu, el inglés de boxeadores y beisboleros, el alemán de ferretería… el francés de las madeimoselle de barco y el vos que posee a los caídos y desarraigados”.

Oswaldo Antonio González su editor señalaría en una oportunidad que: “Chirinos va más allá de la incorporación del habla popular zuliana, con su sabrosa musicalidad, con su uso del voseo y su particular manera de acentuar las conjugaciones verbales y otras palabras y de inventar nombres de pila o apodos inimaginables… …el mestizaje, la omnipresencia del lago con su humedad canicular, y lo agridulce del néctar, o veneno, del petróleo, todo está ahí en el festín teatral que nos ofrece César Chirinos”

Maracaibo, domingo 9 de enero del año 2022

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