jueves, 31 de marzo de 2022

Cambio de piel

 Cambio de piel

Cambio de piel fue la cuarta novela de Carlos Fuentes, premiada en 1967 con el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix-Barral. Aunque ese hecho señalaba las cualidades de la obra, la censura española se expresó en su contra e hizo lo imposible para prohibir su publicación en la península. La negativa de la censura española se basó en un largo informe donde se señalarían diversos aspectos, de la novela:

Vg: “La narración quiere ser una síntesis simbólica de la superación del mal, del vencimiento de las contradicciones sociales, las apetencias sexuales y los problemas religiosos; pero plan tan vasto se frustra en una serie de planos intencionalmente inconexos, lascivos y tendenciosos” … “La novela que comienza con la llegada de Cortés a México concluye despeñándose en un abismo de fantasías delirantes de flashes back, y símbolos oscuros de magia negra y de vudú, resumido en una parodia del nacimiento de Cristo, donde al erotismo parece unírsele un propósito antirreligioso. Carlos Fuentes no ahorra al lector ninguna aberración sexual. Las blasfemias y herejías abundan implicando en ellas alusiones sexuales y políticas. Ni Jesucristo ni la Santísima Virgen se salvan del furor puterino de Carlos Fuentes”…

De acuerdo al informe oficial del Ministerio de Información de España, la publicación del libro sí se prohibió, durante la época del franquismo, por ser considerada una obra pornográfica, antirreligiosa, comunistoide, projudía y antialemana. Por otra parte, lo europeo encontrado por los críticos en las novelas de Carlos Fuentes, ha sido analizado en particular por el propio Carlos Fuentes quien expresaría su opinión personal sobre el tema de “lo europeo comentado por un mexicano”.

Al respecto decía C. Fuentes: “Tengo el mismo derecho de tratar los temas que Graham Greene o D. H. Lawrence se adjudicaron para tratar temas mexicanos; añado que sólo en apariencia he tratado esos temas realísticamente; más bien están bañados por cierta nostalgia cinematográfica, e incluso deformados por ella. Además, hay en todo eso una oscura evocación mía: una parte de mi familia huyó de Alemania a Veracruz durante la segunda mitad del siglo XIX. Mi bisabuelo era un socialista lassaliano de Hesse-Darmstadt inconforme con el régimen de Bismarck; se llamaba Philip Boettiger y se instaló a plantar café en Catemaco que es un hermoso lago suizo en plena selva tropical”.



En este blog (lapesteloca), hemos conversado (https://bit.ly/368rNdU) sobre la novela Cambio de piel de Carlos Fuentes, propiciando su relectura. El argumento de la obra y su simbolismo ha sido igualmente analizado por estudiantes de Filosofía y Letras en varias universidades del mundo, y lo han examinado en varias ocasiones otros prestigiosos autores, entre otros Eva Lukavská quien publicaría un extenso estudio titulado El narrador en segunda persona en Cambio de piel de Carlos Fuentes.

El esquema narrativo de la novela constituye una intriga en la que existen multiplicidad de episodios e incidentes como unidades narrativas de dimensiones variables. La acción, en un principio de unidad general asegura la progresión y el movimiento de la narración para darle una orientación, y gracias a la acción la narración se hace coherente.

La acción en Cambio de piel tiene lugar en un plazo de menos de veinticuatro horas ya que encontramos a las dos parejas protagónicas en la mañana del domingo 11 de abril de 1966 y el desenlace se va a producir a medianoche. La historia abarca escenas retrospectivas, monólogos y vastas descripciones que se remonta a los años veinte, treinta y sesenta en el caso de Javier, a los treinta (con mucha mitología del cine) en cuanto a Elizabeth y a los treinta y cuarenta (durante el ascenso del fascismo) en lo que toca a Franz.

Para Carlos Fuentes esta manera de novelar era el procedimiento casi tradicional utilizado por él por primera vez en 1962 en Aura y mostrado en La muerte de Artemio Cruz, logrando su máximo desarrollo en 1967 en Cambio de piel. Lo curioso puede ser… ¿Dónde ubicar al narrador de esta novela? Hablar sobre él exclusivamente como el narrador en segunda persona no parece correcto puesto que utiliza tanto la primera como la tercera persona a lo largo de la narración. El narrador, en Cambio de piel ofrece una amplia gama de actitudes las cuales según Eva Lukavská podrían clasificarse de cuatro maneras:

Primero: 1. Narradorpersonaje-espectador con una existencia paralela a la de los actantes, aunque puede contemplar lo que éstos hacen; 2. Narrador-personaje evidentemente es una actitud relacionada estrechamente con la primera, pero en ésta, no sólo el narrador participa en la historia, sino que dialoga permanentemente con sus personajes Isabel y Elisabeth -el narrador en segunda persona-; 3. Narrador-omnisciente, una actitud que posibilita al creador saberse dueño absoluto de sus personajes; 4. Narrador-loco aquí, el narrador sabe que sus personajes son producto de su mente enferma, lo cual no implica que sean puramente ficticios y su existencia se manifiesta en otras dimensiones y permite que el narrador asuma a sus personajes como partes vitales de sí mismo.

Los cuatro personajes que viajan en automóvil de México a Veracruz, se ven obligados a pernoctar en Cholula, y será en este pueblo, donde se revelará la personalidad de cada uno. La locura permite la presencia simultánea de espacios-tiempos muy diversos en la pirámide de Cholula. En Cambio de piel, las identidades de los personajes aparecen muy borrosas e inestables y las muertes de cada personaje han sido vistas como un símbolo de muchos significados, en una cadena interminable de perseguidores y perseguidos.

Cambio de piel indaga en el mito del México prehispánico y en el holocausto europeo a través de la memoria de sus protagonistas para decirnos que, en definitiva, que todas las violencias son la misma violencia.

Maracaibo, jueves 31 de abril del año 2022

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