martes, 17 de junio de 2025

El genoma del Ajolote

 

En su libro Final de Juego (1956) Julio Cortázar comienza su relato “Axolotl” así: “Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotls. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl. El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada”

 

El relato de Cortázar se enfoca en los ojos de este curioso animalito y en el modo en que ellos se miran con el protagonista. El guardián del acuario llega a decirle “Usted se los come con los ojos” y él reflexiona que era al revés, que eran ellos quienes se lo comían. Hay un lugar común que pretende establecer a los ojos como la puerta de entrada del alma... Hay algo imposible de definir en su manera de mirar y Cortázar explica la conciencia humana de estos animalitos enterrando vivo a un hombre en la mente de uno de ellos.


El cuento plantea la incógnita de cómo continúa la vida en el cuerpo humano del narrador, ahora dotado de la conciencia del axolotl. El cuento humaniza a estos anfibios a quienes el narrador incluso los piensa como seres conscientes, quizás anticipando su fatal destino. El cristal de la pecera es la primera cosa que lo separa de los animalitos y la obsesión de la voz narradora lo lleva a apoyar su cara contra el vidrio queriendo penetrar en la mirada del animal, hasta que lo logra y pasa vivo a estar en la conciencia de un ajolote...

 

El ajolote se convertiría en la salamandra más querida de México. Fue un dios azteca, o al menos era considerado algo muy parecido a una deidad, y todo esto durante el periodo prehispánico en el continente americano. Escurridizo, solitario, amante de la noche, el aspecto de este anfibio de branquias plumosas que flotan en el agua y posee una aleta dorsal que recorre todo su cuerpo de apenas 30 centímetros, no es lo único que lo hace lucir como un ser de otro mundo. El ajolote puede reconstruir tejidos como huesos, músculos y nervios. Todo vuelve a crecer tras sufrir una amputación. Tal vez por eso la mitología lo rodeó de misterio. No es solo un animal, es también un símbolo de renacimiento.

 

El ajolote es un anfibio urodelo de la familia Salamandridae y en realidad, en Europa es el más común de los urodelos. Las salamandras son de hábitos terrestres, y únicamente entran en el agua para parir, aunque muchas subespecies lo hacen en tierra. Las salamandras respiran a través de la piel debido a que carecen de pulmones y de branquias.

 

Los ajolotes tienen la asombrosa capacidad de regenerar grandes porciones de sus extremidades, cola, corazón y médula espinal. En el laboratorio se estudia el desarrollo y la regeneración del sistema nervioso y de las extremidades, así como las interacciones que se producen entre estos sistemas orgánicos para preguntarse: ¿Por qué son necesarios los nervios para la regeneración tisular compleja? Y ¿Qué propiedades celulares poseen los ajolotes que les permiten regenerar extremidades y hasta la médula espinal? Estas importantes preguntas impactan nuestra comprensión de la homeostasis animal, así como de la medicina regenerativa.

 

Hay una enzima llamada CYP26B1, que descompone un producto derivado de la vitamina A. Se trata de una molécula clave de señalización que le dice a la extremidad qué estructuras debe reemplazar y es la misma molécula que se utiliza en los sérums para la piel (como retinol y la tretinoína, y la isotretinoína,-que se usa para el acné severo-). Además, desempeña un papel clave en el desarrollo embrionario humano.Afirman que: “Al manipular esta enzima, hicimos que una mano se comportara como si hubiera sido amputada en el hombro. Esto significa que la regeneración puede ser influenciada no solo por los genes, sino también por vías metabólicas”. Los investigadores también identificaron un gen llamado Shox, que controla el desarrollo óseo y, cuando se altera, provoca que las extremidades crezcan más cortas.


El biólogo James Monaghan, es director del Instituto de Imágenes Químicas de Sistemas Vivos de la Universidad Northeastern (Estados Unidos), y lleva más de dos décadas tratando de descifrar y entender por qué estos animales tienen capacidades regenerativas tan únicas que rozan lo milagroso. El laboratorio del Prof. Monaghan utiliza la salamandra ajolote para investigar las bases celulares y moleculares de la regeneración tisular compleja. Doce años después de que creara los primeros ajolotes que brillan en la oscuridad gracias al ácido retinoico (un derivado de la vitamina A que actúa en la piel como un GPS biológico), este científico ha liderado un nuevo estudio que ha resuelto la incógnita de cómo estos animales logran restablecer las extremidades perdidas.

 

“Uno de los grandes misterios es de qué manera saben qué parte deben regenerar. Es una pregunta que tiene más de 250 años y estamos tratando de descubrir su base molecular”, explica Monaghan sobre el anfibio que ha sido estudiado desde 1864, cuando fue llevado por primera vez a Europa desde México. El estudio que se ha publicado en la revista Nature Communications - describe el hallazgo de un freno molecular incorporado que limita la regeneración. Al desactivarlo, los científicos observan un fenómeno que denominan “superregeneración”, es decir, una forma mejorada de este proceso.

 

Para Monaghan “los genes responsables están ahí”, solo necesitan entender cómo reactivarlos en el “momento y lugar adecuados”. El problema es que, en humanos, al reactivarlos muchas veces se lleva al cáncer, pero en los ajolotes pueden “retroceder el tiempo celular después de una lesión”. Mientras nosotros cerramos las heridas con cicatrices, los ajolotes reactivan esas mismas células que formarían la cicatriz para activar la regeneración. El genetista Alfredo Cruz, de la Unidad de Genómica Avanzada del Cinvestav (México), opina que, aunque en teoría modulando localmente el ácido retinoico tras una amputación podría influirse en la regeneración, tiene sus dudas. “Los humanos no regeneran como el ajolote, y aunque podamos manipular ciertas moléculas, no tenemos el mismo entorno celular ni fisiológico que estos animales. Hay muchos factores en juego”.

 

Cruz es uno de los dos mexicanos (y únicos latinoamericanos), junto a su estudiante Francisco Falcón, que trabajaron en la decodificación del genoma del ajolote. Sus contribuciones incluyeron la realización de análisis de pequeños ARN no codificantes y el apoyo en estudios evolutivos. “El genoma del ajolote es muy grande, así que es como armar un rompecabezas. Cada investigación aporta una pieza y distintos grupos nos enfocamos en diferentes moléculas o rutas, al final todo se conecta”, agrega. En el laboratorio de Cruz analizan ciertos factores de transcripción, mientras que otros trabajan con genes como CYP26B. Todos estos caminos, aunque parezcan distintos, de acuerdo al biólogo mexicano, convergen en el entendimiento de la regeneración.

 

El estudio de Monaghan y sus colegas fue posible gracias a que está disponible la secuencia precisa de los genes involucrados. Esto permite hacer experimentos para ver la expresión del ADN en los tejidos. “Fue un hito para toda la comunidad científica que estudia regeneración”, recuerda.  Como ocurre en la ciencia, una respuesta lleva a más preguntas. El próximo paso es entender sobre qué actúa el ácido retinoico. El compuesto incide en las células para formar un brazo, por ejemplo, pero no es el que hace todo el trabajo. “Esto lo realizan los genes objetivo que instruyen a las células para adoptar propiedades específicas y regenerar estructuras complejas”, asegura Monaghan. Por el momento, se encuentran trabajando para identificar esos genes posteriores.

En Maracaibo el día martes 17 de junio del 2025

lunes, 16 de junio de 2025

Diario de una prisión


El sábado 25 de febrero del año 2023, en este blog lapesteloca, relatamos detalles sobre la vida del militar venezolano (https://surl.li/ljdhis )Antonio Paredes Domínguez (1869-1907) y de su trágico fallecimiento el 15 de febrero de 1907 a finales de la dictadura de Cipriano Castro.

Cipriano Castro invade Caracas, en 1899, cuando Paredes le sirve al presidente Ignacio Andrade defendiendo la Plaza de Puerto Cabello. Como él no es hombre de rendiciones acusa de “traidores” a los que ayer estuvieron con el Gobierno y hoy están con la revolución y se atreve a desafiar al propio Castro llamándole “cobarde” porque no viene a medir sus fuerzas con él. Cipriano Castro es el jefe de la Revolución Restauradora y mal debe haberle sentado la impertinencia del apuesto General, quien sin pretenderlo era el representante de la aristocracia y de la cultura, pues educado en Europa lo reta a “medir con él sus fuerzas para comprobar que sus soldados serán derrotados”.

La superioridad y la digna altivez de Antonio Paredes es notoria ante el propio Andrade quien titubea, sin aceptar la derrota y le dice: “Apóyeme y venceremos a los traidores”, pero Antonio Paredes ha criado en Tácticas Militares, entiende que en esa pelea técnicamente, permanecerá solo y todos se irán con la revolución. Antonio Paredes por su atrevida y digna actitud irá a purgar en el Castillo de San Carlos, en la barra del Lago de Maracaibo, su inquebrantable actitud de militar recto y honorable.

El joven Antonio”, escribió Mariano Picón-Salas, en Los días de Cipriano Castro, “de apuesta elegancia viril, modelo mejor galantuomo caraqueño de fines de siglo, esgrimista consumado, hombre estudioso que lee en el propio idioma, y los comentará en un futuro “Diario de prisión”, los clásicos de Inglaterra y de Francia, pretende ser el paradigma de una Venezuela altiva, de despierta dignidad moral, ante lo que él llama una nueva invasión de bárbaros”. 

El “Diario de mi prisión en San Carlos” de Antonio Paredes, contiene, no las observaciones de un militar derrotado, ni es una muestra de la trágica versión de un hombre atado con grillos, quien colmado de odio se muestra sediento de venganza. “Diario de mi prisión en San Carlos” es la obra de un escritor culto, a veces de un poeta prisionero, quien espiritualiza el sufrimiento. Este hombre ha llevado consigo a su prisión, a Moliere, a Corneille, a Racine, a Musset, a Spencer, y a Byron… Miguel Ángel Campos ha relatado como Antonio Paredes en “aquella cárcel en la que aparte de conspirar como rutina dedica algún tiempo a la lectura de Musset y de Goethe entre otras a las que hace referencia”


Él, quien lee literatura en tres idiomas, y les traduce a sus compañeros l’Aiglon, de Rostand, escribirá por primera vez cómo es estar encarcelado dentro de los oscuros muros de calabozos sin aire, sin luz y sin sol, donde, sin embargo, esas “memorias” de su prisión en el Castillo de San Carlos están llenas de una suave luz interior que muestran un Antonio Paredes metido en la soledad de sí mismo. Es él quien escribe: “mis ojos ávidos de otros espectáculos están cansados de contar las grandes vigas de mangle rojo mal unidas que a la vez que sirven de asiento a esta lúgubre cueva, forman el asiento de la azotea donde durante el día se pasea el oficial de ronda. Podría decir cuántos huecos de clavos o estacas quedaron en el muro el día de la lechada”.

Antonio es un sentimental soñador cuando habla con los animalitos que lo visitan: “entre los muchos lagartijos o tuqueques que veo diariamente, conozco y aprecio de modo particular a uno que tiene la cola dividida en dos como una foca, otro con el rabo mocho que pasa el día cerca, en el túnel de la puerta cazando moscas y un tercero de colores muy vivos y esbelta figura, con la parte posterior de la cabeza de un amarillo subido, que por tantas ventajas debe ser el terror de los papás y los maridos de las lagartijas hermosas”.  Antonio Paredes va a ser el primero que publicará en Venezuela un libro donde recogió sus memorias en la prisión, quizás inspirado en las Memorias del  patriotaescritor y poeta italiano Silvio Pellico (1789-1854).

Otras veces es el rumor de la noticia lo que sacude el alma de los prisioneros, o la simple buena nueva de que pueden salir al patio a tomar el sol, o una resignación ejemplar del general cargado de grillos. “Nadie que no haya estado privado del aire como nosotros podrá comprender nuestra dicha. Hoy he admitido una vez más la grandeza de Dios. Yo habría deseado conservar una fotografía de aquello: el viejo con su larga barba blanca, desnudo de medio cuerpo arriba, caminando a pasos muy cortos, algo inclinado hacia adelante; por detrás Pino, de uniforme, más encorvado aún que el viejo, llevándole los grillos…” Antonio Paredes según Miguel Ángel Campos, “es incapaz de evaluar la diferencia entre su propia dimensión y la de ese mundo primitivo que lo ha sometido y al que reta sin la menor prevención, sin ningún sentido del abismo que los separa” (La fe de los traidores. AstroData Ed (2010).

Paredes es un ejemplo sin precedente digno de situarlo ante la juventud porque Paredes no es solamente el héroe que dio su vida valientemente por la patria, sino el ciudadano que dicta desde su prisión sus normas de ética política, con gran generosidad. Mientras sus compañeros en el calabozo viven exasperados por el deseo de venganza contra “el Mono” CiprianoCastro, Paredes escucha las mil formas con que condenarían a quien los tiene presos. De pronto ante el asombro de todos declara: “mi mayor placer sería verlo paseando y gozando de toda clase de garantías y seguridades, no porque tenga afecto alguno por él, sino porque así es que conviene en un país bien gobernado que cuando haya un hombre que al llegar al poder haga lo que ha dicho, ése será el día en que comenzará Venezuela a prosperar, porque entonces se acabarán las revoluciones y por eso es de desearse que quien asuma el mando después del atrabiliario Castro, sea enérgico a la vez que justo e inteligente, para reprimir, si fuere necesario, los desmanes de sus mismos compañeros”.

Paredes se adelantó a su tiempo, no sin adelantarse también a criticar los desfalcos en la administración pública, en donde entra el actualizado contrabando. “En Venezuela ningún empleado del gobierno se atiene a su sueldo. Los ministros entran en grandes especulaciones de todas clases: los militares especulan con las raciones de sus soldados, los aduaneros cierran los ojos y dejan pasar los contrabandos o pactan con los contrabandistas, el que va a hacer cualquier trabajo público se coge una gran parte de lo que se destina a la obra, solo o en sociedad con otros; todos, todos, hasta los porteros encuentran el modo de aumentar su sueldo con alguna industria o gabela prohibida”.

En mi novela “El movedizo encaje de los uveros”, el fusilamiento de Antonio Paredes coincide con la inmediata convalecencia de Cipriano Castro en Macuto después de ser intervenido quirúrgicamente, por lo que era de esperarse que estuviese muy grave, mientras tanto sus médicos, estaban también aterrados, por aquella intervención que parecía haberse complicado. Se calcula que todavía estaba atontado por los analgésicos, cuando llegaron a contarle de la captura de Antonio Paredes en el oriente del país. La historia ha destacado el hecho de que no se sabe a ciencia cierta si lo que siguió fue realmente una orden de “el Cabito” o de algún otro ya que eran muchos los enemigos de Antonio Paredes, y aparece en la novela conversando con su recién nombrado nuevo ministro del interior cuando “El Cabito” le dice:

-Pues, así es la cosa doctor López Baralt, pero... ¿Sabe usted algo? Nada más ayer fue cuando conversé un largo rato con mi compadre el General Gómez y hay una cosa que me está dando vueltas en la cabeza, es un asunto que me tiene envolatado y me preocupa... Mi compadre me contó sobre el fusilamiento del General Antonio Paredes y yo mismo me pregunto... ¿A usted, qué opinión le merece este asunto?  El Presidente observó con mal disimulada ansiedad la expresión pétrea e inescrutable de López Baralt y luego de una breve pausa, sin esperar su respuesta continuó. -Le pedí al General Gómez que recabara toda la información sobre el caso y fíjese ¡que curioso!, mi compadre me dice que no pudo hallar ningún cablegrama con mi firma. Yo le digo a usted que, aunque hubiese deseado la muerte de Paredes, no recuerdo haber firmado ninguna orden para que lo fusilaran. Mi compadre me dice que me olvide de este asunto pues ya todo pasó. Fue en esos días, yo andaba sumido en una borrachera con los menjurjes que me daba Revenga. Pero ya… ¡Que caracho! Ya estoy mejor. Sí, ya pasó todo. Se fueron los días malos y terminó mi gravedad. Me late que se me fueron también algunas cosas de las manos.

Así sucedieron, y “así son las cosas” y siguen siendo y dándose si el sistema de gobierno es una dictadura como la de Gómez, de Pérez Jiménez o de Castro, bien sea Cipriano o el cubano y quien tenga oídos que oiga y los ojos son para ver…

En Maracaibo, el día lunes 16 de junio del año 2025

domingo, 15 de junio de 2025

Viejas remembranzas


El Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, estuvo dedicado exclusivamente al aislamiento y tratamiento de pacientes tuberculosos. Años más tarde, después de hacer de aquello una joya médica y de labor terapia para los pacientes tuberculosos, con la aparición de nuevos tratamientos para la enfermedad el doctor Iturbe, iniciaría paulatinamente la transformación del Sanatorio en Hospital General. En 1964 crearía una Urbanización Sanatorio para los empleados del hospital, en 1965 la Unidad de Nefrología y en 1968 se instalaría un microscopio electrónico como una dependencia del Servicio de Anatomía Patológica de esa institución. El año 1975 se abrió la sala de hospitalización pediátrica, en 1976 el jardín de infancia y en 1978, un gran auditorio para eventos científicos y culturales, hasta que, en 1988, en homenaje a la inmensa labor del creador de la institución, se le dio su nombre. Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe.


 

El funcionamiento de un Laboratorio de Microscopía Electrónica (ME) en el hospital Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, se haría efectivo en 1969. El doctor Iturbe lograría un ME con una donación y con el asesoramiento del doctor Humberto Fernández Morán instalaríamos el equipo. Los estudios iniciales sobre la patología comenzarían con gran actividad en eventos científicos del país y del extranjero y con sus publicaciones. En marzo de 1971 se realizó en Maracaibo el Primer Simposio Venezolano sobre Patología Ultraestructural con invitados de Colombia, Argentina, México, Estados Unidos y patólogos de Caracas y virólogos del IVIC, ese año 1971 se realizó también el VIII Congreso Latinoamericano de Patología en Maracaibo, un evento donde se presentaron numerosos trabajos sobre la patología ya examinada con el ME. Todos estos años están resumidos en numerosas publicaciones en revistas médicas indexadas.

Los trabajos de investigación del Laboratorio de ME estuvieron encaminados a examinar los virus (rabia y EEV) y en el epitelio del cuello uterino investigamos sobre el carcinoma epidermoide, que era la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres venezolanas. La identificación de partículas virales en el exudado vaginal de pacientes y el estudio colposcópico, histopatológico y ultraestructural de lesiones en cérvix y vagina, demostradas por JT Núñez Montiel y con el ME del Sanatorio, fueron presentados como trabajos libres en el IX Congreso Latinoamericano de Patología, Mérida Yucatán México, en octubre, 1973, y serían publicados como resúmenes del evento en la Revista de la Sociedad Latinoamericana de Patología, trabajos estos que tras la muerte de Núñez Montiel, fueron publicados en Acta Médica Venezolana. Ahora, de todo el mundo es sabido como el VPH o virus del papiloma humano es el responsable del cáncer del cuello uterino y de otros cánceres de la piel y mucosas.

Aprendí de largas reuniones para preparar la tesis de Saudy, como fue el psicoterapeuta Louis Corman quien inició la técnica del dibujo de la familia, un procedimiento que consiste en sentar al niño ante una mesa con papel y un lápiz, o creyón y pedirle que dibujase su familia. Sin darle más detalles, él debe dibujar en un tiempo prudencial a su familia.  “El dibujo de la familia en el niño”, usado por Saudy para su tesis de grado como psicopedagoga, no representa un test de capacidad mental ni debe usarse para reemplazar el conocido “test de Goodenough” que implica el dibujo de la figura humana. Cuando se le pide a un niño que se dibuje él y su familia, el resultado estará influido por sus sentimientos y el producto de ese dibujo conllevará siempre una respuesta predominantemente emocional. Sobre estas cosas hablaría en este mi Blog (lapesteloca) en septiembre de 2017.

La Casa MacGregor y la esquina famosa en el centro de Maracaibo, era el sitio por excelencia de los fanáticos del béisbol y de las carreras de caballos. La amplia acera permitía el funcionamiento de los fotógrafos de camaritas de cajón, teniendo de fondo en la pared un mural de tela con un paisaje como decoración de la fotografía. Alrededor de los kioscos de periódicos se vendían revistas y cigarrillos y los vendedores ambulantes ofrecían toda clase de guarapos. Uno de esos kioscos pertenecía al Sr. Fernández, precursor de la Librería Europa. En la casa MacGregor siempre encontrarían lo que buscaban, y sin duda alguna, al mejor precio. Allí, detrás de un escritorio se encontraba don Jesús, mi padre, durante muchos años hasta 1975, siempre dispuesto para ayudar a la gente a resolver sus problemas y era conocido y respetado por todos en el centro de la ciudad.

 

Vos lo sabías. A vos te constaba, que detrás de la pared estaban los orates, docenas, cientos de ellos, un mollejero de locos. Algunos eran ya viejos locos, presos allí desde la época cuando vos eras estudiante de Medicina, cuando los llegaste a conocer bien... Entonces tú tenías dieciocho primaveras, yo veinte y el tesoro preciado de cantar”… Años de años, habían transcurrido. Más tiempo que el siruyo, pero las tapias estaban allí todavía, infranqueables por lo altas, las mismas paredes biliosas, para separar los dementes de adentro de los cuerdos de afuera. ¿Será a la visconversa? Así te lo preguntabas vos.  Encerrados ellos… ¿Y los demás? ¿Serán todos los que están? O fueron los que estuvieron. ¿Cuantos habrán fenecido? Antes, te constaba que no estaban allí todos los que eran. Sin duda alguna no son todos los que están, eso decías, y entre los de afuera unos cuantos se quedarán libres, no están todos los que son, y es que eran ¡tantos! O viceversa te dijiste vos mismo, quizás para sentirte esclarecedor...  

Allí estaban las mismas tapias amarillas, ya existía el manicomio con sus calles de arena y el viento cálido que soplaba nubes de polvo, y todo aquello en las inmediaciones del matadero municipal, pues era debajo de una zamurada donde se levantaba el edificio siniestro de los locos y en la vecindad estaba el matadero sangriento, rodeado de zamuros que se elevaban desde sus techos y parecían atisbar la matanza para esperar olisqueando el vaho de la sangre o la carroña. Iban sobrevolando el vecindario, y se les veía formando hileras sobre el borde de la cerca del manicomio. ¿Quizás los efluvios mortales de alguien de allá adentro? Ahora, ante el incandescente resplandor de las tapias, desde “el bar La Loca”, vos sentías estar sentado ante una botella de cerveza helada y escuchar en la rockola al Morocho que susurraba, quise abrigarla y más pudo la muerte, como me duele y se ahonda la herida” …

Tras mi traslado a Caracas, en la UCV los costos de los estudios para el diagnóstico de los tumores con el ME en más de 20 años de trabajo se habían hecho muy elevados, y la inmunohistoquímica había venido a resolver casi todos los problemas de diagnóstico para los cuales antes dependíamos solo del ME. En 1997 me tocó en lo personal tener que sepárame de mi trabajo en la Sección de microscopía electrónica del Instituto Anatomopatólogico de la Facultad de Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Me hubiese gustado que las numerosas personas que trabajaron en tantas lides y se involucraron en muchos estudios ultraestructurales de nuestra patología pudiesen ser coautoras de todos mis trabajos publicados, no puede ser posible, pero estarán presentes a veces en las referencias bibliográficas y guardaré siempre un recuerdo muy especial para “mis discípulos”(algunos que aún me llaman “maestro”) y para el personal técnico y los entusiastas médicos residentes que en mi memoria y durante sus años de preparación para hacerse patólogos intervinieron en tantos casos, aprendiendo y enseñándonos a todos.

 

Ahora cuando ya estoy viejo, y sobrevivo intentando sostenerme con el exiguo salario de mi jubilación con gran tristeza y preocupación se me hace evidente que en la Venezuela del siglo XXI, la calidad de vida de “el venezolano de a pie” es deplorable, y no la del politiquero ni del enchufado, ni de los camaleones que medran a veces miserias de un poder omnivodo que pareciera ser omnívoro, pues va digiriendo a los ahora si están gravemente escuálidos habitantes de este país venido a menos, y ya casi que no vale la pena ni las lamentaciones y será preferible tal vez, soñar con aquello, lo último que se pierde, la esperanza, de mejorar hacia el futuro, que se hace es cada día más irreal…

 

Que vea quien tenga ojos, como diría mi primo Ernesto…


En Maracaibo el domingo 15 de Junio del año 2025

sábado, 14 de junio de 2025

Moscas adictas


Ya sabíamos que las moscas de la fruta“pierden la cabeza” por el sexo: el deseo provoca en ellas que no capten las amenazas, y de esto hablamos (https://surl.li/tqaiih)  en este blog lapesteoca en abril del 2024, pero ahora, con el objetivo de estudiar los mecanismos de la adicción y buscar futuros tratamientos aplicables en humanos, están codificando los genes de las moscas de la fruta para hacerlas adictas a la cocaína. ¿¡Cómo!?

Las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) son seres sencillos que se reproducen rápidamente sin unas condiciones muy especiales, así que es uno de los seres más estudiados y por ello resulta ser el animal perfecto para los científicos, ya que el 75% de genes asociados a determinadas enfermedades humanas tienen un equivalente en el genoma de la mosca de la fruta.

Además, aunque puedan parecer muy diferentes a nosotros, lo cierto es que con esta especie se han logrado coleccionar varios premios Nobel en los palmarés de unos cuantos científicos, y con estos antecedentes, un grupo de investigadores liderados por Adrian Rothenfluh, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Utah, las eligió para un experimento pionero.

Su objetivo era crear moscas genéticamente predispuestas a hacerse adictas a la cocaína, una sustancia que, como antes comprobaron los autores, les repele. El análisis de estos insectos modificados, pensaron que podría ser clave de cara a futuros tratamientos en los seres humanos. Los resultados acaban de publicarse en la revista 'Journal of Neuroscience'.

Estudios anteriores habían revelado que a las moscas no les gusta la cocaína y por otra parte, se sabía ya que los humanos y las moscas de la fruta comparten muchos de los mismos genes que impulsan el consumo y la adicción al alcohol. “Por lo tanto, era razonable pensar que los genes implicados en la adicción a la cocaína en humanos también podrían estar involucrados en este modelo de la mosca de la fruta”, dijo Rothenfluh.

Los investigadores comenzaron averiguando cuánto les podía gustar la cocaína a las moscas de la fruta ideando un experimento por el que los sujetos de la prueba tenían que elegir entre el agua azucarada y agua azucarada con esta droga. Las moscas lo tenían claro: no les gustaba esa sustancia estupefaciente y siempre eligieron la bebida no adulterada. “Necesitábamos entender por qué las moscas no consumían cocaína y si existía una forma de sortear esa barrera”, señalaban los autores.

Tras diferentes análisis, sospecharon que la respuesta podría residir en el sentido del gusto de las moscas. “Los insectos están evolutivamente preparados para evitar las toxinas vegetales, y la cocaína es una toxina vegetal”, afirma Travis Philyaw, primer autor del artículo, ahora investigador de la Universidad de Washington, quien realizó la investigación como estudiante de posgrado en el laboratorio de Rothenfluh.

Se ha afirmado que “La cocaína les sabe amarga a las moscas”… “Tienen receptores gustativos en los 'brazos' (en los segmentos tarsales) para que puedan tocar algo antes de llevárselo a la boca y decidir: “Noooo…No voy a tocar eso”... “No caigo en esta trampa” pensaría cualquier mosca o quizás una mosca local diría “¡Ni de jaiba!”… Esta elucubración podría ser parte de la novela de Eduardo Liendo Las kuitas de un hombre mosca (Alfaguara 2010)…

La imagen muestra a Adrian Rothenfluh (izquierda) y Pearl Cummins-Beebee (derecha; también autora del estudio) analizan una botella con moscas de la fruta en el laboratorio de la Universidad de Utah (EUA). 

Pero, en realidad, al observar cómo respondían los nervios sensoriales de las moscas a la cocaína, los investigadores descubrieron que este compuesto activa fuertemente los receptores del sabor amargo en los segmentos tarsales de esta especie. Cuando los investigadores silenciaron la actividad de estos nervios para que no pudieran percibir los sabores amargos, empezaron a desarrollar una preferencia por el agua azucarada con cocaína en lugar del agua azucarada simple. (¡Eureka! Dijeron, como Arquímedes cuando en la bañera encontró el jabón)…

Sin embargo, la dosis era importante, ya que las moscas solo consumen cocaína voluntariamente en bajas concentraciones (como si intuyeran algo raro… Digo yo! ); pero aun así, desarrollaron su 'adicción' con una rapidez notable, en menos de 16 horas tras la primera exposición.

Encontrarían, además, muchas similitudes entre moscas y humanos tras el consumo de cocaína: al probarla en estas pequeñas cantidades, se aceleraban y se mostraban frenéticas, como ocurre con los humanos. “Con dosis muy altas, quedan incapacitadas, lo cual también ocurre en las personas”, señalaba Rothenfluh.

Sabemos que en los humanos la herencia genética tiene un fuerte impacto en el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de cocaína, y precisamente la gran cantidad de genes implicados en el riesgo de adicción ha dificultado la determinación de cuáles podrían ser los mejores objetivos para la terapia. Con este nuevo modelo de la mosca de la fruta para el trastorno por consumo de cocaína, los investigadores esperan revelar la biología de la adicción y encontrar mejores terapias mucho más rápido de lo que antes era posible.

“Drosophila Cocaine Avoidance is Mediated by Peripheral Bitter Gustatory Neurons”Junio 2022. The Use of Drosophila to Understand Psychostimulant Responses. Enero 2022. Los investigadores afirman que estos trabajos ayudarán a comprender la adicción en humanos. Los investigadores afirman que estos trabajos ayudarán a comprender la adicción en humanos. Ahora que los científicos pueden estudiar el proceso en moscas de la fruta, se puede acelerar considerablemente el proceso hacia nuevos descubrimientos, estudiando cientos de genes potencialmente relevantes en un período de tiempo mucho más corto.

“Podemos ampliar la investigación con moscas muy rápidamente”, afirma Philyaw. “Podemos identificar genes de riesgo que podrían ser difíciles de descubrir en organismos más complejos y luego pasamos esa información a investigadores que trabajan con modelos mamíferos. Así, se pueden descubrir dianas terapéuticas que faciliten el paso del estudio del comportamiento animal al desarrollo de terapias humanas”. Rothenfluh coincide: “Realmente podemos empezar a comprender los mecanismos de la elección de la cocaína y, cuanto más comprendamos el mecanismo, más posibilidades tendremos de encontrar una terapia que pueda actuar sobre él”.

Además de las búsquedas específicas de terapias, Rothenfluh afirma que la investigación básica sobre los mecanismos de funcionamiento de la mente humana —y de la mosca de la fruta— puede tener impactos inesperados. “El simple intento de comprender el pequeño y simple cerebro de la mosca puede brindarnos una información impredecible”…“La ciencia básica es importante, y nunca se sabe qué descubrimientos emocionantes podrían tener un impacto en la comprensión de la condición humana”.

Maracaibo, sábado 14 de junio del año 2025

viernes, 13 de junio de 2025

Los escritores “góticos”


A finales del siglo XVIII en Inglaterra crecería un género literario que combinaba la ficción con el horror, la muerte y la violencia al cual se le asignaría el calificativo de “gótico” basándose en el subtítulo en la segunda edición de una novela del inglés Horace Walpole (1717-1797) titulada “El castillo de Otranto: una historia gótica(1794).

Unos años antes ya William Beckford (1760-1844) había publicado una novela titulada Vathek (1786) originalmente redactada en francés en 1782, y traducida al inglés por el reverendo Samuel Henley. Fue publicada por Beckford como An Arabian Tale, From an Unpublished Manuscript  planteándola como una traducción de un original árabe. Pocos años después Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe quien el año 1788 contrajo matrimonio con William Radcliffe, editor del English Chronicle de la ciudad de Bath, ella empezó a escribir historias, siendo animada por su marido. Publicaria The Castles of Athlin and Dunbayne en 1789.

En los años siguientes Ann Radcliffe (1764-1823) (ver) escribió otras cuatro novelas que fueron muy populares particularmente entre las jóvenes señoritas que se sentían identificadas con sus intrépidas heroínas. Así, escribió: A Sicilian Romance (1790), The Romance of the Forest (1791), Los misterios de Udolfo (1794) y The Italian (1796). El nombre real de Ann Radcliffe era Ann Ward y fue pionera de la llamada novela gótica de terror. Nació en Londres, hija de un comerciante. En el año 1788 contrajo matrimonio con William Radcliffe, editor del English Chronicle de la ciudad de Bath., quien influiría en su carrera.

La literatura llamada “gótica” siguió produciendo obras como, El Monje(1796), de Matthew Lewis(1775-1818), Frankenstein (1818), de Mary Shelley(1797-1851)Melmoth el errabundo (1820), Charles Robert Maturin(1782-1824), El corazón delator  (1843), de Edgar Allan Poe (1809-1849), Los cantos de Maldoror (1868) de Isidore Ducasse conde de Lautréamont (1846-1870), Carmilla(1872), de Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873), "El Horla"(1887) de Guy de Maupassant(1850-1893), Janet, la del cuello torcido(1887) de R. L. Stevenson(1850-1894), El castillo de los Cárpatos (1892)de Julio Verne(1828-1905), y Otra vuelta de tuerca(1898) de Henry James (1843-1916),

Horace Walpole (1717-1797) (ver) Nació en Londres, hijo del primer ministro Robert Walpole. Fue educado en Eton College y King's CollegeCambridge, y fue un innovador arquitecto británicoescritor y político era primo del marino Horacio Nelson (Lord Nelson), y escribió la novela El castillo de Otranto. Otro novelista ingles de este destacado grupo de escritores fue William Thomas Beckford quien produjo a Vathek (publicada en 1786), era también crítico de arte, escritor de crónicas de viajes y político. William Thomas nació en la mansión propiedad de su padre, antiguo alcalde de Londres William Beckford. A los diez años, heredó una fortuna de alrededor de un millón de libras esterlinas, tierras y una gran plantación de azúcar en Jamaica

Charles Robert Maturin(1782-1824), (ver) fue un predicador irlandés –protestante ordenado por la Iglesia de Irlanda-, dramaturgo y escritor de novela gótica. Su obra más conocida es la novela Melmoth el errabundo, publicada en 1820. C.R.Maturin nació en Dublín y asistió al Trinity College. Poco después de ser ordenado cura de Loughreacondado de Galway, en 1803, regresó a Dublín como cura de la iglesia de San Pedro. Vivió en York Street con su padre William, y su madre, Fedelia Watson, y se casó el 7 de octubre de 1804 con la aclamada cantante Henrietta Kingsbury. Maturin descendía de emigrados hugonotes que abandonaron Francia y encontraron refugio en Irlanda durante la persecución antiprotestante que siguió a la revocación del Edicto de Nantes a finales del siglo XVII. Jacques Maturin, se convirtió en decano de la catedral de San Patricio de Dublín después de Jonathan Swift en 1745. Maturian falleció en Dublín en 1824.

Sus tres primeras obras fueron novelas góticas publicadas bajo el seudónimo de Dennis Jasper Murphy, aunque fueron fracasos comerciales, llamaron la atención de Sir Walter Scott, quien recomendó la obra de Maturin a Lord Byron y con su ayuda, una de sus obras “Bertram se representó en 1816 en el Drury Lane y se mantuvo durante 22 noches, con  Edmund Kean (1787-1833) un actor inglés de gran prestigio en el papel principal de Bertram. 

La Iglesia de Irlanda tomó nota de varias críticas y, al conocerse la identidad del autor de Bertram prohibió a Maturin seguir ascendiendo al clero. Pero Maturin obligado a mantener a su mujer y a sus cuatro hijos escribiendo, con un salario que no se comparaba con lo que que ganaba por Bertram, volvió de dramaturgo a novelista después de que una serie de sus obras fracasaran. Si su primer drama, Bertram (1816) constituyó un éxito, el segundo, Manuel (1817) resultó un fracaso.

La consagración definitiva de Maturin le llegaría con la publicación en 1820 de la novela Melmoth el errabundo. Escribió varias otras novelas; Los albigenses fue una novela histórica que presenta a hombres lobo. También se le han atribuido varios poemas con motivos dudosos. ​ Entre Manuel y su tercer drama, Fredolfo, Maturian publicaria la novela Women; or, Pour et Contre (1818), considerada bien por la crítica, pero con acusaciones de inmoralidad.

Parecidas acusaciones había recibido Bertram, como esta de Samuel Taylor Coleridge:No tengo palabras para describir la mezcla de repugnancia y horror con que presencié el principio del cuarto acto, que considero una prueba lamentable de la depravación de la persona”.Fredolfo supuso otro fracaso: solo se representaria el día del estreno. Un nuevo drama de ese tiempo, Osmyn el renegado, no llegó a publicarse.

En una crítica en octubre de 1820 en el Edinburgh Magazine se lee: “El Sr. Maturin es indiscutiblemente uno de los maestros más auténticos de la novela negra”, valorando a Montorio como el mejor de sus libros. En la Quarterly Review, se afirma que el Melmoth es un libro brutal, obsceno, blasfemo, falto de veracidad y, que tiene por héroe al mismo Diablo.  No obstante, H. P. Lovecraft, pese a encontrarle algunos defectos estilísticos, no escatima elogios a la obra, en la que encuentra “una afinidad con la verdad esencial de la naturaleza humana, una comprensión de las fuentes más hondas del auténtico miedo cósmico y una abrasadora pasión de simpatía por parte del escritor, que hacen del libro, un verdadero documento de autoexpresión estética, más que una hábil combinación y artificio”.

El libro estructura unas historias dentro de otras con el vínculo común de Melmoth. Cinco relatos dentro de un sexto que hace de marco de los demás. "La familia de Guzmán" es el más autobiográfico. Melmoth, en general es bien tratado por la crítica, culmina y pone fin a la llamada novela gótica. Por otra parte, la novela añade un nuevo capítulo a la larga lista de agravios que Maturin viene infligiendo a la Iglesia anglicana desde su primer año de ejercicio como pastor”, y además “concita contra sí la ira de los católicos” que es el sector mayoritario de la población dublinesa. Los muchos problemas que le acarreó la publicación provocaron que el autor se recluyese cada vez más en sí mismo, desterrándose a su propio interior, a todo lo cual se añadió la desesperación de sus penurias económicos que otra vez se recrudecieron.

Maturin murió en Dublín el 30 de octubre de 1824. Un escritor de la revista University resumiría más tarde su carácter como "excéntrico casi hasta la locura y compuesto de opuestos: un lector insaciable de novelas; un predicador elegante; un bailarín incesante; un petimetre en el vestir y los modales". En julio de 1834, una década después de su muerte, el Christian Examiner y la revista Church of Ireland elogiaron al difunto reverendo Maturin, declarando que "sus cinco sermones sobre los errores de la Iglesia Católica Romana han sido considerados obras maestras" y que "atrajeron, en el curso de su discurso, multitudes extraordinarias, y derivaron un interés adicional y melancólico del hecho de que fueron [...] los últimos sermones que ese hombre de elocuencia y genio compuso jamás".

Maracaibo, viernes 13 de junio del año 2025