El 14 de agosto del año pasado (2023) escribimos sobre
“El rinoceronte de Alberto Durero”. Hoy, también en agosto, me
toca hablar sobre otro Rinoceronte, el de Eugene
Ionesco. Esta es una fábula dramática acerca de la propagación y aceptación
social del totalitarismo... Me parece escuchar el comentario, de que en la
actualidad, “nos cae al pelo”… Más aun cuando anteayer conocí a “Ionesco
Troconis”, un cineasta, obviamente maracucho…
Rinoceronte, es una obra de teatro que fue escrita por Eugène Ionesco en 1959. La acción transcurre en una pequeña ciudad de provincias donde un buen día aparece un rinoceronte perturbando la tranquila y burguesa vida de la comunidad y generando, como si de una epidemia se tratara, un efecto de contagio consistente en la transformación de las personas en hermosos y robustos paquidermos. Tal cual como en La guerra mundial Z, la novela de Maximillian Michael Brooks, pero no hay zombies, tan solo rinocerontes...
Absurdo es todo aquello que se percibe como poco razonable, falto de sentido o de conexión lógica dentro del escenario. El rinoceronte cuyo título original en francés es “Rhinocéros” es una obra de teatro escrita en 1959, la cual está considerada como una de las más destacadas del Teatro del absurdo. En la filosofía existencialista, el absurdo es “lo que no puede ser explicado por la razón” y así veremos a lo largo de tres actos, como los habitantes de un pequeño pueblo francés serán convertidos en rinocerontes, mientras un hombre común y sencillo como lo es Berenger, -a menudo criticado por su adicción al alcohol-, resulta ser el único humano que no desarrolla esta metamorfosis.
Berenger, el
protagonista de la pieza, en un principio le resta importancia a este
acontecimiento, pero pronto, en cuanto su amigo Juan sufre esta inopinada
metamorfosis, comienza a reaccionar contra la epidemia de la que no sabemos si
por determinación o por temperamento él ha quedado inmune. Al final, consciente
de que su incapacidad de adaptación lo aboca a la soledad y a la marginación, Berenger
proclamará a los cuatro vientos su resignada condición de resistente no sin
antes lamentar con amargura no poder ser uno de ellos.
El tema de la
voluntad es el eje central de este mordaz relato que se orienta en una dirección propensa
al caos y a lo errático, con
momentos en la que, no se comprende el modo en que las
interpretaciones quedan dirigidas, de tal forma que hacen desconectar por
completo a quien asiste como espectador. En este sentido, se ha señalado que el texto merece un
poderosísimo juego de concentración y, sin duda, de oficio.
Bérenger resulta ser una figura
semi-autobiográfica que expresa el asombro y la angustia de Ionesco ante la
extrañeza de la realidad. Su ingenuidad cómica despierta la simpatía del
público. En Rhinoceros observa cómo
sus amigos se van convirtiendo en rinocerontes uno a uno hasta que sólo él
permanece inmutable frente a aquel fenómeno masivo. En esta obra Ionesco
expresa con fuerza su horror al conformismo ideológico, inspirado por el
ascenso de la fascista Guardia de
Hierro en Rumanía en los años treinta.
La obra de Ionesco
ha sido interpretada como una respuesta y una crítica al súbito crecimiento del fascismo y
del nazismo en
los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, y desarrolla
los temas de la conformidad social, de la cultura de la gente, ante lo que confiaría
en mover la responsabilidad individual, la lógica, de cómo pensar en
movimientos de masas, o caer en alienación colectiva, en fin, es un tema que
acicatea la filosofía y la quizás la moralidad del comportamiento humano.
Eugène Ionesco nació en Slatina, Rumania,
el 26 de noviembre de 1909. Ionesco se hizo dramaturgo, y escribiría su obra en lengua
francesa. Fue uno de los principales dramaturgos del teatro del absurdo, que incluye una serie
de obras que siguiendo las ideas de Albert Camus,
exploran conceptos del absurdo. Fue elegido miembro de la Academia
francesa en enero de 1970 y galardonado con el Premio Estatal
de Literatura Europea de 1970 y el Premio de Jerusalén de 1973.
El
teatro no fue el primer medio que eligió Ionesco para su obra creativa. Empezó escribiendo
poesía y crítica, que publicó en varias revistas rumanas. Dos de sus primeros
escritos son Nu, un libro en el que critica a
muchos otros escritores, incluidos destacados poetas rumanos, y Hugoliade,
or, The grotesque and tragic life of Victor Hugo, es una biografía
satírica en la que se burla del estatus de Víctor Hugo como
gran figura de la literatura francesa. La Hugoliade incluye relatos
exagerados de los episodios más escandalosos de la vida de Víctor Hugo y
contiene prototipos de muchos de los temas posteriores de Ionesco: el carácter
autoritario ridículo, el falso culto al lenguaje.
A los 40 años, Ionesco decidió
aprender inglés copiando concienzudamente frases enteras para memorizarlas, y al
releerlas, empezó a sentir que no estaba aprendiendo inglés, sino que estaba
descubriendo verdades asombrosas, como que la semana tiene siete días, que el
techo está arriba y el suelo abajo; cosas que ya sabía, pero que de repente le
parecieron asombrosas e indiscutiblemente ciertas.
Con la introducción de los
personajes conocidos como "el Sr. y
la Sra. Smith". Ante el asombro de su marido, la señora
Smith le informó de que tenían varios hijos, que vivían en los alrededores de
Londres, que se apellidaban Smith, que el señor Smith era oficinista y que
tenían una criada, Mary, que era inglesa como ellos. Lo notable de la señora
Smith… Pensaba Ionesco, este era su procedimiento eminentemente metódico en
su búsqueda de la verdad.
Ionesco no escribió su primera obra
hasta 1948 (La Cantatrice chauve,
estrenada en 1950 con el título inglés The Bald Soprano). Para Ionesco, los clichés y tópicos de la
conversación se desintegraban en caricaturas salvajes y parodias, y el propio
lenguaje se desintegraba en fragmentos inconexos de palabras. Ionesco plasmó
esta experiencia en su obra de teatro, La cantante calva,
estrenada en 1950 bajo la dirección de Nicolas
Bataille. No tuvo mucho éxito y pasó desapercibida hasta que algunos
escritores y críticos consagrados, defendieron la obra.
El teatro del absurdo reúne un
conjunto de obras escritas
por dramaturgos europeos y estadounidenses durante
las décadas de 1940, 1950 y 1960 y, en general, es el teatro que surgió a
partir de la obra de aquellos, caracterizada por tramas que parecen carecer de
significado, con diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a
menudo crean una atmósfera onírica.
Con fuertes rasgos existencialistas El teatro del absurdo
cuestiona a la sociedad y al humano
a través del humor y
de la mitificación. La incoherencia, el disparate y lo ilógico son también
rasgos muy representativos de estas obras.
La inteligencia,
novedad y ruptura de su obra con la lógica llevarían a Ionesco a la fama, que
no lo abandonaría en sus posteriores obras. Ionesco fue, junto al irlandés Samuel
Beckett, el padre del teatro del absurdo, mediante el cual él hacen “de un texto burlesco, un juego
dramático; y de un texto dramático un juego burlesco”. Más allá de la
ridiculización de situaciones banales, las obras de Ionesco reflejan la soledad
de los humanos y la insignificancia de la adoración a ídolos vacíos, entre
otros temas.
En 1925
volvió a Rumania y estudió la carrera de Letras. Enseñó francés durante tres
años en un Instituto de Bucarest, hasta que en 1938 regresó a Francia para
establecerse definitivamente. Trabajó en una editorial, después en un banco y
empezó una tesis doctoral sobre la muerte en la poesía francesa que no
terminaría. Se relacionó con el grupo de la revista literaria Les
Cahiers du Sud antes de dedicarse por entero a su producción
dramática. Eugène Ionesco murió a los 84 años el 28 de marzo de 1994 y está
enterrado en el Cementerio de Montparnasse en París.
En 2009, la Academia rumana concedió la membresía
póstuma a Ionesco.
Maracaibo, lunes 26 de agosto del año 2024
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